La Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) desempeñan un papel crucial en la transición energética ya que esta implica cambiar de fuentes de energía no sostenibles y contaminantes a fuentes más limpias, renovables y eficientes.
La inversión por parte de las empresas en este ámbito es importante en tanto en cuanto contribuye al desarrollo de tecnologías sostenibles, a la mejora de la eficiencia energética, a la reducción de costes, a la innovación en almacenamiento, a la creación de empleo y estímulo económico y, por supuesto, al cumplimiento de los objetivos y compromisos internacionales.
Invertir en I+D+i puede proporcionar numerosos beneficios a una empresa en diversos niveles. Por ejemplo, ayuda a que la empresa sea más competitiva ofreciendo soluciones únicas y manteniéndose a la vanguardia de las tendencias y demandas del mercado; es una buena herramienta para diferenciarse al permitir que se desarrollen productos o servicios de alta calidad con los que atraer clientes y mejorar la percepción de la marca.
También repercute en una mejor adaptación a los cambios en el entorno empresarial, haciendo que la entidad responda proactivamente, es un método de atracción y retención de talento, puede ser necesaria para el cumplimiento de regulaciones y normativas, para el desarrollo de la propiedad intelectual y como instrumento de preparación para las tendencias futuras, entre otras utilidades.
Esto lo saben las grandes empresas que trabajan enfocando sus esfuerzos en la transición energética. Por eso, una parte de su inversión está destinada a la I+D+i, y la tendencia va en aumento debido a la presión que la competencia y los desafíos globales, los avances tecnológicos y los incentivos gubernamentales están ejerciendo sobre las entidades.
Se puede decir, en líneas generales, que las organizaciones asturianas otorgan relevancia a la investigación, el desarrollo y la innovación porque conocen el impacto que este ámbito tiene en el futuro de la región. La inversión presente será toda una hazaña en un futuro marcado por exigentes retos que ya deberán estar cumplidos para entonces.
Los datos
En consonancia con la I+D+i, muchas empresas son transparentes a la hora de comunicar la parte de su actividad que destinan a este área porque saben que, de cara a la sociedad en general y a sus clientes en particular, ver cuán responsables son incide en sus resultados de alguna manera.
Por ejemplo, Alusín Solar destinó un 4% de su presupuesto en el año 2022 a la investigación, el desarrollo y la innovación. Y lo hace en relación a la transición energética, porque para ellos es el leitmotiv de su actividad ya que se dedican al diseño de estructuras para paneles solares.
Por su parte, una entidad como IDESA no podía ser menos. Para ellos el salto hacia un uso de energías limpias implica una oportunidad de cambio de paradigma en cuanto a sus mercados objetivo, ya que el negocio central se dedicaba al Oil & Gas con una huella de carbono sensible, y desde hace 10 años comenzó a virar al sector de fundaciones para renovables de eólico offshore. Además, en los últimos 3 años se han introducido en otros sectores de nuevas energías y descarbonización como Hidrógeno verde, biorrefinerías y captura de CO2. Dada entonces esta importancia que tiene para ellos, dedicó un 1,2% del presupuesto a I+D+i.
Windar, en su caso, inviertió un 0.5% del presupuesto en este ámbito. Desde su punto de vista, este nuevo modelo de economía basado en la transición energética y el olvido de los combustibles fósiles puede actuar como un nuevo motor de crecimiento y generador de empleo de calidad y decente contribuyendo a erradicar la pobreza y apoyar la inclusión social. Creen que mejorará su capacidad para gestionar los recursos naturales que utilizan de forma sostenible, aumentará la eficiencia energética y reducirá sus residuos. Para impulsar estos cambios consideran que es necesario acompañar al sector industrial y al resto de todos los sectores económicos, en la necesaria transformación que deben de llevar a cabo mediante la innovación. Así que por estas razones cada año brindan mayor importancia a esta porción de su actividad.
Tras décadas de experiencia, en TSK trabajan junto a sus clientes, proveedores y socios para ofrecer tecnologías y servicios que contribuyan a un desarrollo más sostenible. Aportan, para ello, soluciones para la industria y el sector energético que reducen costes, incrementan la productividad, ahorran energía, disminuyen el impacto medioambiental y mejoran las condiciones de trabajo. Es por ello que 12 millones de euros de su presupuesto el año pasado se fueron para la I+D+i.
En EDP se lo han planteado de un modo un tanto diferente. El nuevo Plan Estratégico 2023-2026 destina 1.000 millones de euros de TOTEX en Innovación para los próximos años. En términos de innovación, el TOTEX se refiere a evaluar y gestionar los costes totales de propiedad y operación de una solución innovadora, teniendo en cuenta tanto los costos iniciales como los costos a lo largo de la vida útil de la innovación. Este enfoque ayuda a tomar decisiones más holísticas y sostenibles en el ámbito de la innovación. La compañía pretende así desarrollar y escalar proyectos incubados internamente, estrechar relaciones con los grupos de interés a través, por ejemplo, de pilotos de innovación abierta, y seguir invirtiendo en startups estratégicas de alto potencial.
Idonial, como centro tecnológico, su actividad principal es la realización de proyectos de I+D y la prestación de servicios tecnológicos con la finalidad de mejorar la competitividad de sus clientes. Así pues, desarrollan decenas de proyectos regionales, nacionales e internacionales en relación a dicho ámbito.
Otras compañías como Duro Felguera, Ence o Exiom también recalcan la importancia de la investigación, el desarrollo y la innovación en sus actividades porque consideran que es un pilar fundamental para la transición energética.
Exiom, como empresa dedicada al sector de las renovables, la situación de transición energética que están experimentando es de gran importancia para la compañía. Bien desde la fabricación de los paneles, la cual da pie a facilitar que otras empresas y agentes puedan ser más sostenibles; como a través construcción de parques e instalaciones, que permitan la generación distribuida de energía limpia y sostenible.
Duro Felguera realiza una intensa labor de investigación, desarrollo e innovación prácticamente desde los orígenes de la compañía, lo que le ha permitido consolidarse como uno de los grupos españoles con mayor presencia internacional. Su apuesta por la I+D+i está dirigida a mantener la competitividad de la empresa a través de la calidad, con proyectos de alto valor tecnológico y orientados a la obtención de nuevos productos y procesos. Entre sus proyectos más recientes destacan tanto el nuevo sistema N8 carga trasera y S4 carga lateral, diseñado por DF Sistemas Logísticos, como los nuevos procesos de soldadura y acabado de grandes equipos en el exterior desarrollados por DF Calderería Pesada..
Además, Duro Felguera es socio fundador de la asociación empresarial sin ánimo de lucro Polo del Acero, cuya misión se centra en promover la innovación, el desarrollo tecnológico y la investigación aplicada en el ámbito de la producción y la transformación del acero.
Ence ve la transición energética como uno de los pilares sobre los que se asienta. La actividad de sus biofábricas de celulosa, autosuficientes y excedentarias en energía renovable, son instalaciones paradigmáticas de esta transición hacia una economía descarbonizada. Además, en Ence Renovables se diversifican los negocios basados en esta transición que la compañía impulsa: biomasa, fotovoltaica, biometano… La gestión forestal de Ence comienza con las actividades de investigación, desarrollo e innovación. Sus actuaciones en este ámbito se centran en la mejora de especies forestales y su rendimiento, con el fin de maximizar el autoabastecimiento de madera y biomasa.
La actividad de I+D+i se lleva a cabo en centros de investigación y modernos viveros forestales que incorporan las últimas tecnologías para el desarrollo, el cultivo y la mejora de las especies. Los esfuerzos de Ence en este área, desde 2018, se han desarrollado dentro del Plan de Mejora establecido hace tres décadas. Dicho Plan aborda tres programas de mejora: programa de mejora genética, programa de mejora selvícola y programa para el control de plagas y enfermedades.