Bosquia, la mano a la que agarrarse en el camino hacia la

El equipo de Bosquia / Foto cedida.
photo_camera El equipo de Bosquia / Foto cedida.

En un cruce de caminos, ante la duda de qué dirección tomar, las empresas ya lo tienen claro: el de la descarbonización. Pero, una vez que comienzan a caminar por esa senda surgen un sinfín de dudas: ¿Cómo hacerlo correctamente? De hecho, hay entidades que llegarán a un punto en el que no puedan reducir más la huella de carbono, así que, ¿qué hacer en ese caso? La empresa Bosquia es una candidata perfecta a la que acudir cuando estas y otras preguntas relacionadas con la sostenibilidad, aparezcan.

El CEO de Bosquia, Rafael Permuy, insiste en la necesidad de que se produzca un cambio social y en los hábitos de consumo que tienen las empresas si la meta es ser más sostenibles. Y, de hecho, deben ir haciéndolo pronto, pues desde su punto de vista existen tres grandes protagonistas que están presionando el sector para que este sea más limpio. 

Rafael Permuy, CEO de Bosquia / Foto cedida.
Rafael Permuy, CEO de Bosquia / Foto cedida.

Por un lado está la regulación, “porque obliga a seguir esa senda”; por otro, los clientes, “se deben convencer de que merece la pena porque sus consumidores lo van a demandar”; y también los empleados, “ya que el 71% de los trabajadores prefieren a las empresas sostenibles”. A estas añadió una cuarta que para él tiene mucha importancia, que son “los financiadores, porque en las licitaciones ya empiezan a pedirme cómo tengo mi huella de carbono, y si no cumplo es posible que me quede fuera”.

Viendo cómo tantos frentes están empujando para que las empresas sean de verdad más limpias y no sea solo postureo o green washing, ante la duda de qué hacer, por dónde empezar o cómo seguir, Bosquia ofrece sus servicios.

Dejar un legado verde y duradero

En Bosquia creen en un futuro sostenible, por ello su cometido es liderar iniciativas de este tipo con un enfoque concreto en la reforestación, pues la consideran “una herramienta crucial en la lucha contra el cambio climático ofreciendo una manera natural de absorber CO2 de la atmósfera mientras restauran los hábitats naturales”.

Así, promueven actividades sostenibles de formación de equipos y compensación de la huella de carbono. En cuanto a lo primero, diseñan experiencias personalizadas que fortalecen lazos entre los participantes y, a su vez, promueven el sentido de la responsabilidad ambiental a través de charlas. Se trata de actividades diseñadas no solo para el desarrollo del equipo, sino también para dejar un legado verde y duradero.

En Bosquia creen en un futuro sostenible, por ello su cometido es liderar iniciativas de este tipo con un enfoque concreto en la reforestación / Foto cedida.
En Bosquia creen en un futuro sostenible, por ello su cometido es liderar iniciativas de este tipo con un enfoque concreto en la reforestación / Foto cedida.

En lo que respecta a la compensación de la huella de carbono lo que hacen es ayudar a las empresas y organizaciones para que lo consigan una vez que consideran que no la pueden reducir más. Facilitan el registro de proyectos de reforestación para la compensación de carbono con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), así como estándares internacionales como VERRA o Gold Standar. Esto asegura que sus esfuerzos colectivos en la plantación de árboles sean reconocidos oficialmente como una contribución significativa hacia el logro de los objetivos globales de sostenibilidad.

Cinco años y nueva oficina

El pasado mes de abril Bosquia cumplió cinco años que comenzaron siendo buenas intenciones y a día de hoy se han convertido en grandes resultados. Cinco años de superficie reforestada y de trabajo no para ser la mejor empresa del mundo, sino “para el mundo”, como describe la entidad.

Después de este tiempo, explica su fundador, Fran del Cid, “es muy gratificante ver que la cantidad de árboles que hemos plantado ya tienen un porte considerable; se les ve asentados en el lugar, favoreciendo la biodiversidad, aportando un valor al sitio". Y ese es su verdadero “core”, hacer bosques.

Fran del Cid, fundador de Bosquia / Foto cedida.
Fran del Cid, fundador de Bosquia / Foto cedida.

Pero lo cortés no quita lo valiente. Bosquia hace el bien al planeta y a las personas que lo componen, no solo porque busca el bienestar de la gente en materia de sostenibilidad, sino también porque su crecimiento incide en la creación de puestos de trabajo. De hecho, con la celebración de su quinto aniversario también se inauguró una nueva oficina en Gijón, situada en el número 15 de la calle Periodista Paco Ignacio Taibo.

La apertura de la misma, aseguró Fran, les va a permitir seguir creciendo. "Simboliza la expansión, el salir de los centros empresariales, porque nacimos con el prototipo clásico de empresa que surge con el emprendedor en un coworking y que luego se traslada a una pequeña oficina, después a una mediana, luego a una grande, dos grandes... Y ahora nos vinimos para aquí". Esta oficina que estrenaron ya se les queda pequeña, así que del Cid augura “abrir otra en Gijón” pronto.

¿Qué retos afrontará Bosquia de ahora en adelante? Por supuesto, apuntó Fran, "seguir creciendo para poder hacer frente a cada vez más nóminas y más gastos fijos", pero sobre todo, lo que más desea el fundador de esta empresa es "seguir haciendo lo que hemos venido a hacer para que, ojalá, algún día Bosquia no sea necesaria porque la salud de nuestros bosques sea la óptima y una empresa como la nuestra deje de tener sentido".

Empresa con certificado B Corp

Bosquia es una de las tres empresas asturianas que ha recibido el certificado B Corp, que no es otro que el sello de su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social más allá del beneficio económico. Este estándar reconoce a las entidades que cumplen con los más altos estándares de desempeño social y ambiental, transparencia y responsabilidad gracias a pruebas reales y no solo de palabra.

Lo que hace Bosquia es apoyarse en empresas locales para así generar un impacto positivo en la economía y el empleo, pero además trata de colaborar con viveros para poder asegurar una genética saludable que garantice la biodiversidad de los bosques. También es más que resaltable la parte de educación ambiental que ofrece esta entidad: mediante charlas, busca ahondar en las conciencias y en la sensibilización social.

“Es el momento de repensar nuestro impacto y de tomar medidas concretas para lograr un mundo más sostenible y justo. En este contexto, el compromiso empresarial se traduce en una poderosa declaración de intenciones: un reconocimiento de que la prosperidad, tanto para las empresas como para la sociedad, depende intrínsecamente de nuestra capacidad colectiva de actuar”.