No cabe duda de que la tecnología es una herramienta casi imprescindible en el día a día de las personas, ya que convierte procesos que en su momento fueron lentos en algo que se lleva a cabo en un abrir y cerrar de ojos. Pero hay que destacar otra función no menos importante: su capacidad de adelantarse a los posibles desastres naturales que puedan llegar a suceder y a su misión como arma que apacigua un cambio climático inminente.
En España, muchas empresas desarrollan proyectos con la intención de adelantarse a este tipo de problemas; y concretamente en Asturias, varias entidades tienen entre manos iniciativas que demuestran que esta región también hace todo lo posible para luchar contra la lacra de los incendios, la contaminación del aire y del agua o averiguar de qué modo adaptarnos a los cambios drásticos de temperaturas.
Hoy, 26 de marzo, con motivo del Día Mundial del Clima, queremos destacar algunos proyectos que distintas entidades están desarrollando con el objetivo de paliar los daños medioambientales a través de la tecnología.
Menos plásticos en el mar y un aire más limpio que respirar
Entre Universal Plastic e Ygeria Edificios Saludables surgió una sinergia el año pasado que les está llevando a buen puerto: conseguir deshacerse del máximo plástico posible que hay en los mares.
Universal Plastic utiliza el poder de nuevas tecnologías innovadoras para hacer frente a la crisis del plástico. La aplicación social web3 de UP (APP) empodera la educación sobre los océanos, proporciona herramientas tecnológicas para organizaciones de recolección de residuos plásticos, fomenta la confianza en inversiones ESG, mejora el compromiso de las marcas con la sostenibilidad y facilita la investigación científica al convertir las recolecciones de residuos plásticos en "Activos Digitales Notarizados del Océano" (ONDAs).
Por otro lado, el cometido de Ygeria Edificios Saludables es el de crear la Comunidad de Edificios Saludables en Sanidad Ambiental, siendo la salud la máxima prioridad. Como usuarios de un edificio se debe tener la certeza de que el aire que se respira es excelente, e Ygeria lo confirma.
Los usuarios apuestan, cada vez más, por consumir en edificios o marcas comprometidos con la sostenibilidad y el medio ambiente. Ygeria encontró en Universal Plastic su partner idóneo para poder ofrecer a sus clientes y edificios comprometidos con acciones tangibles. Lanzaron su primera campaña conjunta en noviembre en la India, y llevan más de 2.300 kilos de plástico recogidos.
La asturiana Envira ha fabricado unos ‘guardianes’ del medioambiente: a través de instrumentos y analizadores, así como un software, monitorizan en continuo todo tipo de contaminantes presentes en el aire y en el agua. La tecnología les posibilita tener los datos de contaminantes en tiempo real, 24x7 y con una precisión que sería imposible lograr sin los sistemas automáticos de medida de contaminantes.
Los sistemas de monitorización en continuo de emisiones (CEMS) que desarrollan e implantan a nivel industrial permiten a las empresas contar con herramientas tecnológicas e instrumentación acreditada para la medición en continuo de contaminantes con las que establecer un equilibrio entre la producción y los niveles de emisiones, asegurando que se encuentran dentro de los límites legales.
Han apostado por un proyecto basado en el desarrollo propio del dispositivo Nanoenvi IAQ, un sensor que permite monitorizar diversos parámetros contaminantes de calidad del aire interior y visualizar, de manera rápida, sencilla y en tiempo real, cómo está la calidad del aire gracias a la plataforma de visualización de datos y el envío de alertas.
Actuar antes de que llegue el fuego
Cada año, miles de hectáreas de bosques y áreas naturales se ven afectadas por incendios. Su detección temprana es esencial para prevenir la propagación y minimizar los daños, pero los métodos actuales de monitoreo, como satélites y drones, tienen limitaciones debido a la cobertura de nubes, autonomía y resolución de las imágenes.
Dive.tech ofrece una solución innovadora y eficiente para la detección temprana de incendios utilizando globos de helio, torres de vigilancia, imágenes satelitales y tecnologías de reconocimiento de imágenes basadas en deep learning bajo un modelo de edge computing. Gracias a esta combinación Dive es capaz de monitorear grandes áreas y recolectar datos para ser analizados en tiempo real y ayudar a una toma de decisiones.
Sus modelos se entrenan tanto con imágenes de incendios como de otras condiciones: iluminación, atmosféricas, lo que les permite reconocer patrones indicativos de un incendio forestal y realizar predicciones precisas.
Uno de los retos para la creación de modelos de detección de incendios es la recopilación de los conjuntos de datos con la variabilidad necesaria. Para ello usan técnicas de IA Generativa para generar más volumen de datos con las distintas casuísticas que diferenciar.
Desde CTIC Rural Tech están implementando nuevas tecnologías que, entre otras funciones, también ayudan a prevenir incendios. Colocaron en el Valle de Arroes, Peón y Candanal, en Villaviciosa, una red de sensores (red de telecomunicaciones LoRaWAN) distribuidos en zona forestal, acuíferos, huertas, pumaradas, invernaderos, granjas apícolas… Que miden temperatura, humedad, conductividad, niveles de nutrientes y acidez del suelo, e incluso el ruido en el interior de las colmenas. Los datos se envían en tiempo real a un servidor en el CTIC donde se almacenan, gestionan, procesan y visualizan y se aprovechan por parte de los productores locales, el propio CTIC y la comunidad en general.
A partir de esos datos, se pueden extraer conclusiones sobre la adaptación los cultivos a diversos escenarios climáticos, además de generar alertas que permiten determinar, por ejemplo, cuándo regar o cuándo hay mayor riesgo de incendio siguiendo parámetros atmosféricos y activar alertas que llegan a los teléfonos móviles de los habitantes para que extremen la precaución y se anticipen a posibles fuegos que pudieran surgir.
Un simulador climático y un gestor de recursos hídricos
En CTIC Rural Tech tienen también un simulador climático: una infraestructura singular basada en sensórica e IoT que permite crear diversos climas y realizar experimentos de estrés climático con distintos tipos de plantas y hortalizas.
Esta infraestructura está formada por cuatro contenedores marítimos unidos entre sí, en los cuales hay tres simuladores independientes. En cada uno de ellos, se puede programar un clima diferente, gracias a diferentes equipos y sensores para controlar temperatura, humedad, luz, ventilación, riego, concentración de CO2, etc.
Los datos climáticos, de planta y suelo, recogidos por sensores IoT, se envían a un servidor por una red LoRaWAN donde se almacenan, gestionan, procesan y visualizan. A partir de esos datos, se pueden extraer conclusiones sobre la adaptación de los cultivos a diversos escenarios climáticos.
Allí mismo han desarrollado un living lab que parte de las necesidades del presente y del reaprovechamiento del conocimiento del pasado. Persigue el objetivo de hacer frente a situaciones de estrés hídrico.
El proyecto tiene como fin principal el uso sostenible y la gestión eficiente del territorio, ejemplificada en el recurso del agua, desde una perspectiva integral que afecta tanto a sus recursos naturales, como económicos y humanos.
