Pablo Martín - Presidente de Izertis
El principal reto para las empresas en este 2022 es conseguir acelerar los procesos de transformación necesarios para su supervivencia y éxito a largo plazo en un entorno que continúa siendo tremendamente complejo y volátil. Las empresas tienen la necesidad imperiosa de transformarse digitalmente, reinventar sus modelos de negocio aprovechando la tecnología a la vez que consiguen la masa critica necesaria para poder competir en los mercados globales.
El entorno macro es tremendamente complejo, el COVID sigue ahí cuando pensábamos que podía haber desaparecido y será una amenaza real al menos durante el primer semestre. Los problemas en las cadenas de suministro globales persisten. La preocupante alta inflación, con los precios de la energía fuera de control, parece que no va a ser tan puntual y es posible que nos acompañe durante un periodo aún largo. La demanda se ha recuperado en parte de los sectores y países, pero no se han recuperado la totalidad. Las políticas monetarias apuntan a cambios inminentes, al menos fuera de Europa, lo que pueda tensionar los mercados, las divisas y la financiación empresarial. El talento es cada vez más escaso y cuesta encontrar trabajadores cualificados en casi todos los sectores. El panorama no es positivo.
Pero a pesar de ello no solo no es el momento de detener los procesos de cambio en nuestras empresas si no que es el momento de acelerarlos. En todas las crisis surgen oportunidades y sin duda en esta las hay y muchas. La tecnología puede ser el elemento decisivo que se convierta en una gran ventaja competitiva diferenciadora. El futuro es más halagüeño que nunca para las empresas que realicen su metamorfosis digital y alcancen un tamaño adecuado para ser competitivas.
Eva Pando - Directora General del IDEPA
Nuestro principal reto, el de Asturias y su tejido empresarial, es el mismo que para la industria europea: lograr una transformación armónica hacia un modelo productivo basado en la digitalización y la sostenibilidad de los procesos.
Para ayudar a las empresas en este tránsito, el Gobierno regional está ultimando la nueva Estrategia de Especialización Inteligente (S3), que será el instrumento que nos permitirá movilizar los recursos necesarios para alcanzar el objetivo de la forma más adecuada a nuestras características: tomando en consideración nuestra estructura económica, así como las potencialidades de nuestras empresas y el ecosistema de apoyo a la innovación existente en nuestra región.
Una parte muy importante de ese ecosistema son los hubs de innovación y en especial, asociados a los dos retos señalados, el Asturias Digital Innovation HUB (AsDIH) y el Asturias Paradise Hub 4 Circularity (AsPH4C). El primero es el elemento de coordinación de los recursos disponibles en la región para acelerar el proceso de digitalización de la industria asturiana. El segundo es una agrupación territorial de industrias conexas, comprometidas con el entorno e infraestructuras de I+D (públicas y privadas) para la valorización, que colectivamente alcanzan niveles de demostración en cuanto a la gestión circular de recursos.
Con el impulso a estas dos herramientas y como secretaría técnica de la S3, el Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias se marca como objetivo para 2022 ser un agente decisivo al servicio de las empresas, apoyándose en la ciencia y en la innovación, para favorecer la transformación del modelo productivo.
María Calvo - Presidenta de FADE
Nuestro objetivo principal tiene que ser crecer, generar más actividad económica y, por lo tanto, más empleo. Para ello, en primer lugar, tenemos que defender el tejido empresarial existente, que se está enfrentando a importantes dificultades, y que está viendo afectada su rentabilidad por los efectos de la pandemia. Debe ser, por tanto, un momento de moderación y responsabilidad de los agentes sociales en las negociaciones colectivas.
Debemos conseguir que las empresas asturianas ganen en tamaño y competitividad y, al mismo tiempo, aumentar la base empresarial de la región. Sólo así podremos mantener el empleo, nuestro nivel de vida y de evitar el deterioro de los actuales estándares de los servicios públicos.
Para ello, entre las prioridades destacaría la necesidad de abordar de una vez por todas la adecuación de la formación a las demandas del mercado laboral. Con ello no solo estaremos solucionando un problema a las empresas, que en muchos casos no encuentran mano de obra cualificada, sino que estaremos cumpliendo el deber moral que nuestra sociedad tiene con los jóvenes y con las personas sin empleo.
Otro gran reto que hay que encarar con decisión es el de la transformación digital, entendida como un proyecto de región, en el que se impliquen la Administración, las grandes empresas, las pymes y las micropymes.
Estas son nuestras principales apuestas en la concertación que acabamos de firmar con el Gobierno y los sindicatos, que ahora toca ejecutar, y las que centrarán buena parte del trabajo de FADE en este año que acaba de comenzar.
Inaciu Iglesisas - Consejero Delegado de Cartonajes Vir
Nuestro principal reto para 2022 es creérnoslo. Como empresarios, como asturianos y como personas, tenemos que creer en lo que hacemos. Y, sobre todo, en lo que podemos y queremos hacer. Querer, saber y poder: esa es la clave; la llave maestra que va a marcar la diferencia entre los buenos deseos y las crudas realidades.
El tren de alta velocidad, las cercanías o las conexiones aéreas. Los fondos europeos. Nuestro andamiaje institucional. Los impuestos que soportan nuestros servicios. La lucha contra la corrupción. Poco importa lo que nos planteemos. Lo único cierto es que o lo hacemos juntos o no hay manera. Y para eso nos lo tenemos que creer. No hacernos trampas al solitario.
Estamos recuperando el empleo; pero hay que ver cómo. También la salud; pero a qué precio. Y del dinero tendremos que hablar mucho: nos cobran por tenerlo y ya nos comimos los ahorros. Pero, insisto, la vida y la actividad siguen, la economía crece y nuestra obligación –como personas, como asturianos y como empresarios- consiste en mirar fijamente a las oportunidades y pelear por superar los problemas. No al revés.
Diseñar, producir y vender. Eso es lo que crea riqueza. Y poco importa el sector: en la industria, en el comercio y en cualquier ámbito de gestión, hay que añadir valor a lo que pasa por nuestras manos. Y no es fácil. En demasiadas ocasiones se trata de complicar lo fácil y simplificar lo complejo; reinventarse: innovar. Y en un mundo donde casi todo está innovado y reinventado, eso solo se puede hacer en equipo.
Por eso nos lo tenemos que creer. Todos nosotros.
Patricio Arias - Presidente del Cluster TIC Asturias
Evidentemente, más allá del reto sanitario y sus consecuencias, el gran desafío al que nos enfrentamos como región en este año 2022 es saber aprovechar las oportunidades que gracias al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia ya se están desplegando.
Lograr la adjudicación de fondos, lograr licitarlos, lograr presentar buenas propuestas, lograr proyectos, lograr ejecutarlos satisfactoriamente y lograr que sean actuaciones que desarrollen nuestras capacidades, nuestras cadenas de valor, permitiendo mejorar la competitividad de nuestra economía, es el reto.
Estas oportunidades pueden convertirse en todo lo contrario si caemos en el conformismo de haber conseguido fondos para acciones que no tienen más entidad que la de generar actividad en el corto plazo y que después se queden nada. O que no tengamos la capacidad de captar más financiación que otros territorios, lo que al final redundará en un menor crecimiento relativo y un peor posicionamiento.
Quiero ser optimista y estoy convencido que, al menos en lo que nos compete, en el ámbito de la "tween transition" europea, la doble transformación "verde y digital" a la que tenemos que subirnos indudablemente como región, las empresas tecnológicas asturianas estamos preparadas para apoyar la implantación de una cultura económica y social que apuesta decididamente por la digitalización como motor de cambio y de progreso.