Las biofábricas de Celulosa de Ence en Pontevedra y Navia y las plantas de generación de Energía Renovable del grupo, cuentan con la certificación “Residuo Cero” que otorga AENOR a aquellas organizaciones que llevan a cabo una gestión eficiente de sus residuos y que son capaces de valorizarlos.
Este certificado acredita la valorización, a través de la reutilización, el reciclado o mediante la valorización energética, de los residuos que se generan en las plantas, evitando de esta manera su traslado a vertederos. De igual forma, la trazabilidad de todo el proceso, y la constatación de los datos relativos a la cantidad de las distintas fracciones de residuos.
Esto demuestra la gestión eficiente de todas las instalaciones del grupo Ence, que evitan que los residuos acaben en vertederos, y los reintroducen en su cadena de valor, dándoles una nueva vida.
Asimismo, la concesión de este certificado respalda la apuesta de la compañía por el modelo de economía circular, ya que promueve una gestión adecuada de los residuos a través del aprovechamiento responsable, eficiente y sostenible de los recursos.
La propia actividad de las biofábricas de Ence y de sus plantas de energía renovable son un ejemplo de contribución a la citada economía circular. Por un lado, en todo el proceso de producción de celulosa las biofábricas producen y operan con materiales naturales, renovables y reciclables; al mismo tiempo que generan energía eléctrica renovable a partir de la biomasa. A su vez, en las plantas de generación de la filial de energía renovable del grupo, la generación de energía con biomasa no solo es un paradigma de la economía circular, sino que, además, evita la mala gestión de los restos agroforestales.
Todo ello refuerza el compromiso de Ence con la sostenibilidad y con el desarrollo de un modelo de negocio alineado con la bioeconomía circular y el cuidado del medio ambiente.