Guisantes, pak choi, berros, shungiku, mostaza… así hasta 60 variedades de microbrotes. Y todo esto en unas pequeñas pero innovadoras instalaciones en el centro de Oviedo. Tesa Portillo y Javier Espina son los cofundadores de Cantábrica, una pequeña granja urbana de microgreens, es decir, pequeñas plantas que se encuentran en sus primeras etapas de crecimiento, y que tienen como clientes a restaurantes de ticket medio-alto.
Todo comenzó durante sus años estudiando biología. Allí conocieron una técnica de cultivo poco implementada en España llamada hidroponia, a la que le añadieron la tecnología vertical farming. Esta combinación de metodologías les permite ahorrar mucho espacio de cultivo, aumentando la productividad por metro cuadrado.
Los cultivos hidropónicos, a diferencia de los cultivos tradicionales, no se nutren de forma directa de la tierra. En este caso, se cultivan sobre sustratos inertes que se complementan con una serie de soluciones nutritivas formuladas para cada caso.
Los cultivos con hidroponía presentan varios puntos fuertes. Por un lado, “cultivamos en el interior de un edificio por lo que podemos controlar la temperatura, humedad y otras variables. Por este motivo, somos capaces de producir plantas todo el año manteniendo una calidad constante incluso fuera de temporada”, explican Tesa y Javier. Por otro lado, tampoco utilizan pesticidas ni herbicidas ya que sustituyen el uso de tierra en espacios naturales por sustratos inertes en espacios interiores.
Otra ventaja tiene que ver con el ahorro de agua. Desde Cantábrica afirman que trabajan con unos circuitos cerrados de agua -con soluciones nutritivas- que recirculan cada 2 o 3 días alimentando así a las plantas y que vuelven a un tanque. “De esta manera ahorramos entre un 90 y 95% de agua comparado con la agricultura tradicional”, apuntan.
Plantas y flores para todos los gustos
“Producimos plantas y flores comestibles, y también aromáticas. En España se conocen como brotes o microbrotes. Contamos con cerca de 100 tipos de semillas y en la actualidad somos capaces de cultivar unos 60 tipos de variedades”, afirman.
¿Los productos más demandados? Los brotes de guisantes, plantas de albahacas y mézclums de brotes que sean llamativos estéticamente. No obstante, también actúan un poco como un de laboratorio de ideas, es decir, son capaces de probar ciertos cultivos que les proponen sus clientes, habitualmente restaurantes de media y alta gama, aunque también trabajan con tiendas de alimentación gourmet como Coalla o supermercados como Masymas.
Pero, ¿por qué son tan interesantes estos productos? ¿Qué beneficios tienen? ¿Son solo una moda? La realidad es que son ricos en nutrientes -vitaminas y minerales, ayudan a mejorar la digestión ya que contienen una enzima llamada amilasa, ayudan a mantener un sistema inmunológico saludable y también son una excelente fuente de proteína como por ejemplo los de guisante.
De la ciudad para toda Asturias (y más allá)
Cuando hablamos de agricultura siempre se nos vienen a la mente las zonas rurales. Sin embargo, Tesa y Javier desarrollan su actividad en un local de Oviedo. “A nivel logístico, estar ubicados en el centro de Oviedo presenta una gran ventaja y nos permite enviar nuestros productos con una menor huella de carbono pues recorren menos kilómetros hasta llegar a nuestros clientes”, apuntan.
Otro punto importante, aunque puede pasar desapercibido, es que este tipo de agricultura puede revitalizar ciertos barrios que habían perdido su actividad comercial ya que, según nos explican desde Cantábrica, “se trata de un tipo de agricultura que, al realizarse en un formato vertical, ocupa poco espacio y permitiría recuperar locales cerrados”.
En la actualidad, trabajar para clientes de fuera de la región implica que los envíos se hagan desde Oviedo. No obstante, a estos dos emprendedores les gustaría replicar este modelo de negocio y montar pequeños puntos de producción en otras ciudades. “Queremos mantener el espíritu del ‘kilómetro cero’ y para ello debemos instalarnos en más puntos”.
Otro reto tiene que ver con la manera en la que realizan los envíos. Hasta ahora envían las bandejas de brotes enteras, “pero estamos trabajando para poder enviar nuestros productos en frío en pequeñas cantidades y a un precio competitivo”, explican. Por último, tienen en mente ampliar las instalaciones actuales para poder cumplir con la demanda ya que en algunas ocasiones se les quedan pequeñas.
