ArcelorMittal hace hoy un llamamiento a los Estados miembros y a los eurodiputados para que apoyen la introducción de un mecanismo de ajuste en frontera vinculado al carbono (Carbon Border Adjustment, CBA) como parte del Pacto Verde impulsado por la Comisión Europea, en el marco del cual se prevé destinar un billón de euros a lograr que la UE alcance una huella de carbono cero con el horizonte de 2050.
En un manifiesto publicado hoy bajo el título "Creando un mundo con bajos niveles de emisiones de carbono: por qué es necesario un mecanismo de ajuste en frontera vinculado al carbono" ArcelorMittal expone su firme convicción de que la introducción de un mecanismo CBA debería ser una de las primeras medidas que adopte la nueva Comisión Europea en el contexto del Pacto Verde, dado que dicho mecanismo ayudará a crear las condiciones de mercado y el marco de protección necesarios para que las empresas puedan acometer inversiones e impulsar su transición hacia un balance cero en emisiones de carbono sin que se produzcan importantes perturbaciones en el tejido industrial.
Costes vinculados a las emisiones de carbono
Actualmente, en la UE, las industrias de alto consumo energético, incluyendo los productores siderúrgicos, soportan costes vinculados a las emisiones de carbono, derivados de la aplicación del Sistema de Comercio de Emisiones de la UE (ETS, por sus siglas en inglés). Sin embargo, esto no se aplica a productores siderúrgicos de países extracomunitarios, los cuales pueden vender a precios más bajos sus productos de acero, fabricados en procesos con niveles de emisiones comparables o en muchos casos sustancialmente mayores. Como consecuencia de ello, la producción siderúrgica se está trasladando a países fuera de la UE donde la legislación en materia de emisiones de carbono es en muchos casos menos estricta, lo cual afecta negativamente a la lucha contra el cambio climático.
Sin embargo, con la introducción de un CBA se aplicarían al acero importado en la UE los costes vinculados a las emisiones de carbono que soportan los productores europeos. De esta manera, se igualaría el coste de carbono para todos los productores, con lo que se crearía un mercado justo y, lo que es más importante, se fomentaría la inversión en procesos de producción siderúrgica con menores emisiones.
Geert Van Poelvoorde, CEO de ArcelorMittal Europa – Productos Planos, declaró: "El compromiso de la UE de reducir sus emisiones de carbono para alcanzar un balance neto de cero emisiones es encomiable y esperamos que los responsables políticos en toda Europa apoyen las propuestas, dado que realmente podrían ser la llave para establecer soluciones que podrían poner freno a las emisiones de carbono. El cambio climático constituye un reto sin precedentes que exige medidas audaces".
ArcelorMittal entiende que el CBA podría aplicarse de diversas maneras, siempre que neutralice las disparidades en costes por emisiones de carbono entre los productos fabricados en la UE y las importaciones e incentive la transición hacia una producción siderúrgica con menores emisiones de carbono. En el manifiesto, ArcelorMittal destaca la manera en que se podría aplicar en la práctica un mecanismo de ajuste en frontera vinculado al carbono diseñado de forma óptima.
A los productores que exporten acero a la UE se les debería cobrar el mismo coste marginal por emisiones de carbono que pagan los fabricantes europeos en el marco del ETS. Esta medida debería servir como catalizador para que otros países establezcan sus propios sistemas de gestión de emisiones de carbono e inviertan en tecnologías para impulsar la descarbonización.
El CBA debería aplicarse inicialmente a productos de primera transformación y no a productos finales como electrodomésticos o herramientas de uso cotidiano. Esta es la manera más práctica de introducir el CBA.
Para que este mecanismo resulte efectivo, en la primera etapa de aplicación del CBA debería mantenerse la asignación gratuita de derechos de emisión prevista en el ETS, que la Comisión Europea está eliminando gradualmente, junto con compensaciones por los elevados costes energéticos que son un resultado indirecto del ETS. Estos aspectos son cruciales para que la industria siderúrgica europea pueda seguir siendo competitiva y para asegurar una transición fluida y sin trastornos.
"Por supuesto, se plantean dificultades que será preciso superar. Por ejemplo, hay quien argumenta que existe el riesgo de contravenir las reglas de comercio internacional. No obstante, el establecimiento de un mecanismo de ajuste en frontera es compatible con las reglas de comercio internacional, que permiten a los miembros de la OMC adoptar medidas necesarias para la protección del Medio Ambiente o relativas a la conservación de los recursos naturales, siempre que dichas medidas no constituyan una discriminación arbitraria entre países en los que prevalezcan las mismas condiciones. Pero esto solo funcionará si se dispone de normativas bien diseñadas y redactadas de forma adecuada", señaló Geert Van Poelvoorde.
"Sabemos que debemos incrementar nuestras inversiones para descarbonizar nuestra industria y estamos firmemente convencidos de que podemos ser líderes mundiales en la producción de acero con bajos niveles de emisiones. Pero, para ello, necesitamos un mecanismo de ajuste en frontera vinculado al carbono que establezca un marco en el cual los demás también contribuyan del mismo modo a crear un mundo con una huella de carbono cero. Y es preciso aplicar estas medidas ya. Además, los recursos así generados permitirán aumentar las inversiones en el desarrollo a gran escala de tecnologías verdes que conduzcan a una nueva era de bajas emisiones de carbono", añadió.
Puedes consultar más información o consultar el manifiesto en este enlace.