Charlamos con Francisco Vaciero, presidente de Vaciero una firma legal, económico-financiera y de auditoría que cuenta con un departamento de consultoría para la innovación empresarial que está a punto de cumplir 30 años asesorando a empresas tanto grandes como pequeñas. Apuestan por la innovación como herramienta para incrementar la competitividad de sus clientes y abogan por el Corporate Venturing como forma de emprendimiento. Uno de sus grandes retos tiene que ver con la Inteligencia Artificial, una tecnología con la que se están familiarizando y en la que empiezan a invertir con cautela.
A punto de cumplir 30 años de experiencia asesorando a medianas y grandes empresas ¿en qué punto se encuentra Vaciero?
La clave para estar en el mercado en una posición competitiva durante estos años -y confío que en los 30 años siguientes- se encuentra en nuestra adaptación permanente a las necesidades que van surgiendo en el tejido empresarial y en nuestros clientes.
La realidad, y mucho más el futuro, son inciertos, y tenemos que estar continuamente aplicando nuestro conocimiento técnico, capacidades y experiencia en la búsqueda de soluciones a los problemas cambiantes de nuestros clientes, acompañándoles como un socio de confianza en la seguridad jurídica de su actividad y en sus etapas de crecimiento, de crisis, en sus litigios, en su sucesión… En momentos importantes de la vida de la empresa.
Asesoráis a vuestros clientes en sus proyectos de innovación empresarial, ¿cómo les ayudáis a ser más competitivos en un entorno tan complejo como el actual?
En Vaciero nos caracterizamos por involucrarnos en todos los proyectos de nuestros clientes, y este enfoque se traslada a todas las áreas en las que asesoramos, incluida la actividad innovadora. Nuestro objetivo es darles un asesoramiento de calidad, poniendo el foco en sus necesidades en cada nuevo proyecto e inversión.
Es decir, en nuestra área de innovación, nuestra intención no es la gestión puntual de un incentivo o actuación, sino el diseñar con nuestros clientes el plan de incentivos y ventajas fiscales que mejor se adapte en cada momento a su tesorería y proyectos futuros, adelantándonos a sus necesidades, y optimizando los recursos que tengan disponibles.
¿De qué modo os adaptáis a un sector que cambia tan rápido como el innovador?
La mejor forma de adaptarnos a un sector como el innovador es estar en el día a día de nuestros clientes y practicar una escucha activa de sus necesidades.
Otra forma imprescindible es conocer las tendencias venideras en los eventos de referencia del sector, sobre todo en aquello vinculado a tecnología o del ámbito económico-social. Por ejemplo, la incorporación de la Inteligencia Artificial a la mayoría de los sectores, incluido el de servicios, o la importancia creciente de los aspectos medioambientales y sociales de los proyectos, son dos de las principales tendencias detectadas.
Otra forma de adaptarnos al sector innovador es conociendo las tendencias venideras en los eventos de referencia, sobre todo en aquello vinculado a la tecnología
¿Qué servicios específicos ofrecéis a las startups?
Tanto a las startups como a los emprendedores les ofrecemos un servicio integral desde un punto de vista legal y financiero; les acompañamos desde el momento de su constitución y el asesoramiento sobre la estrategia retributiva de la compañía, hasta la negociación con fondos de inversión en un posible exit.
Nuevamente el carácter multidisciplinar de Vaciero vuelve estar muy presente, y si bien Mercantil e Innovación tienen un papel fundamental, áreas como Fiscal, Laboral, Propiedad Intelectual o Auditoría son parte fundamental del servicio.
Abogáis por el Corporate Venturing, ¿qué resultados observáis que se están obteniendo con este tipo de emprendimiento corporativo?
Sin duda la flexibilidad y rapidez que otorga, ya que formar parte de nuevos proyectos, sectores y mercados gracias a su participación en startups, unifica el músculo y experiencia de la corporate, con la frescura, agilidad y nuevas ideas de la startup.
De este modo, empresas que trabajan en sectores de lo más tradicional logran incorporar tecnología innovadora a sus procesos de una manera mucho más rápida, testeando nuevos mercados sin vincular en primera instancia su marca, y sobre todo pueden ir un paso por delante en la detección de nuevas necesidades en sus mercados.
¿En qué punto se encuentra la legislación de nuevas tecnologías como por ejemplo la Inteligencia Artificial?
Actualmente estamos en una fase muy incipiente, en concreto en la regulación de la Inteligencia Artificial. El 13 de marzo de 2014 el Parlamento Europeo aprobó el primer Reglamento de IA, pero aún no ha entrado en vigor, está pendiente de su adopción formal por el Consejo y publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea.
Este marco regulatorio europeo sobre IA, a través de una clasificación de los sistemas utilizados, trata de garantizar que estos sean seguros, transparentes, trazables, no discriminatorios y respetuosos con el medioambiente. Pero lo cierto es que no aspira a realizar una regulación exhaustiva, de manera que las últimas innovaciones o la solución a las problemáticas que puedan plantearse requerirán actos legislativos de desarrollo del Reglamento o modificaciones en las leyes sustantivas sectoriales afectadas.
¿Qué diferencias existen a la hora de asesorar a una entidad del sector industrial de una TIC?
Ambos sectores presentan desafíos únicos; mientras que el sector industrial se centra en la optimización de los procesos productivos y la gestión eficiente de los recursos tangibles, el TIC pone el foco en la innovación tecnológica, la gestión de servicios digitales y la adaptación a un entorno de mercado permanentemente en cambio.
Pero lo cierto es que cada cliente presenta una complejidad única, por ello desde Vaciero nos centramos en comprender las necesidades de cada uno y les ofrecemos soluciones específicas para cada situación.
¿Qué desafíos creéis que se presentarán en un futuro cercano?
Es evidente que el reto de la IA ya está y estará presente en las nuevas formas de trabajar en todos los sectores de actividad, que en determinados casos generará cambios disruptivos. A nivel de medianas empresas estamos trabajando en la familiarización con esta tecnología, probando su aplicación e invirtiendo con cautela, pues el desarrollo tecnológico va a ser tan rápido y disruptivo que en poco tiempo todo se quedará obsoleto.
La captación y retención del talento es otro de los desafíos más importantes a los que nos estamos enfrentando actualmente y que nos seguirá desafiando en un futuro: la pirámide de población en España ha hecho que los jóvenes sean pocos y sin embargo somos muchos los que competimos por ellos. Además, los cambios culturales en las nuevas generaciones han determinado una nueva jerarquía en sus valores personales; son las generaciones mejor formadas pero con menor nivel de compromiso.
¿Cuáles son las oportunidades a destacar que dará vuestro sector?
El tejido empresarial español tiene una imperiosa necesidad de ganar tamaño. Estamos en un país de pequeñas empresas que, sin embargo, se mueven en un entorno competitivo globalizado, cada vez más tecnológico y sometido, como consecuencia de las tensiones geopolíticas a permanentes cambios en la disponibilidad y precio de sus principales suministros.
Estas circunstancias hacen que las pequeñas empresas sean mucho más vulnerables en los momentos de dificultad que aquellas de mayor tamaño, con mejores equipos directivos, más músculo financiero, procesos más eficientes y mayores posibilidades de inversión en I+D.
Estoy convencido de que continuaremos en los próximos años con la tendencia actual de adquisiciones de empresas dentro de estrategias de crecimiento para hacer más resilientes y más rentables a nuestras organizaciones.