La marca Chök podría definirse como cocina creativa, de 'choque', que llegó para romper con lo establecido en el mundo de la repostería. Siguiendo siempre las tendencias que marca la sociedad, trata de mantener el ritmo a través de la innovación y, por supuesto, del chocolate, porque esa es su esencia. Su modelo de emprender se basa en la franquicia, por ello Fernando Madrid, CEO y fundador de Chök, estuvo el pasado día 14 de marzo en la jornada ‘La franquicia como dinamizadora de la economía local’, organizada por la revista Emprendedores, el Ayuntamiento de Oviedo y AJE Asturias en el Talud de la Ería para promover esta modalidad como otra opción de iniciarse en el mundo empresarial. Allí hablamos con él y nos contó mucho más sobre la entidad.
¿Cómo y cuándo nació Chök?
Chök nació en Barcelona el 1 de agosto de 2013 como un concepto gastronómico que gira alrededor del chocolate. Provee experiencias y creaciones que acompañan a las nuevas tendencias como el veganismo y también nos adaptamos a las necesidades de nuestro público objetivo al abrir, en el 2019, nuestra primera tienda 100% gluten free. Este es un espacio libre de gluten para conseguir que todavía más personas puedan disfrutar de nuestros productos, donde pueden encontrar todas nuestras creaciones de siempre con una gran variedad de ingredientes y sabores.
Os definís como cocina creativa. ¿Cuál es el valor diferencial de vuestros productos?
Trabajamos cada día para ofrecer la mejor calidad en nuestros productos y servicios. Nuestra imaginación y creatividad no tienen límites en la cocina, donde combinamos la gastronomía y la repostería artesanal para crear sabores y texturas únicos.
Hemos creado un modelo de negocio que no existía; un concepto gastronómico experiencial que pone el foco en el chocolate como el ingrediente común en todas las creaciones.
¿Cómo hacéis frente a vuestros competidores?
En nuestro caso, no tenemos competencia. Este mercado está creciendo, pero es un mercado de precio donde todo el mundo ofrece lo mismo. El nuestro es de pastelería creativa donde no hay marcas, y menos que lo trabajen todo con chocolate.
¿Cómo ha sido vuestra expansión y crecimiento?
No tener competencia nos permite un crecimiento acelerado, tanto a nivel nacional como internacional. Inicialmente nos enfocamos en el crecimiento en nuestra ciudad natal, Barcelona, donde hoy contamos con cinco tiendas, dos de las cuales son 100% sin gluten.
En territorio nacional, a Barcelona le ha seguido Madrid, el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, Valencia, Sevilla, A Coruña y Gibraltar. Nuestro modelo de pastelería sin gluten ha acaparado la atención de clientes y franquiciados, y junto a ellos hemos abierto nuestras primeras tiendas sin gluten en Madrid, Sevilla y próximamente en A Coruña.
En cuanto a la expansión internacional de Chök, contamos actualmente con un plan de desarrollo en Oriente Medio, liderado por cuatro tiendas en Riad y dos nuevas ‘flagship stores’ en Dubai. Este año contaremos con diez tiendas en la región.
¿Nuestro reto? conquistar el mundo. Entrar en Estados Unidos, que es la cuna de la cultura de nuestro tipo de pastelería.
¿Qué productos elaboráis?
Conseguimos posicionarnos como líderes en el sector gracias al krönut, un híbrido entre el doughnut y el cruasán. A lo largo de estos diez años hemos desarrollado decenas de recetas y líneas de productos que han dado como resultado nuestras singulares tartas, cheesecakes, brownies y muffins entre otros.
Además, el año pasado ampliamos nuestra gama de productos sin gluten con creaciones como el cinnamon roll, la focaccia y nuestros panes artesanales, productos que han cautivado a toda nuestra clientela.
Con respecto al modelo de franquicia que seguís, ¿cuáles son las claves para que funcione?
Hay que tener en cuenta que un franquiciado es un inversor, alguien a quien le guste el riesgo que se acoge a la franquicia para reducirlo. Otro punto imprescindible es tener paciencia y tesón.
En cuanto al perfil de personas que selecciono para mis franquicias, no son aquellas que tengan dinero; que venga alguien con 200.000 euros no me dice nada si no ha trabajado en el mundo de la empresa o en Recursos Humanos porque mi negocio es de servicios.
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta Chök?
Uno de los retos principales es la internacionalización de la marca; cómo nos vamos a adaptar a los gustos locales usando chocolate con nuestra oferta o con la oferta local. Un segundo reto es siempre continuar innovando tanto en procesos como en productos y en modelos de negocio.
¿Qué oportunidades percibes y crees que tendrán lugar en un futuro?
La gran oportunidad es aprovechar el boom de nuestra marca, eso significa dotarla, aún más, de más eficiencia de la que estamos acostumbrados. Mayor presión nos hará ser todavía más profesionales y resolutivos. El crecimiento del equipo será más inmediato. Vamos a poner la maquina de Chök al 200%, vamos a invertir en tiendas, a fomentar la creatividad y a estar muy centrados en las necesidades de nuestros clientes.
En cuanto al mercado, la gran oportunidad es la rapidez con la que hemos actuado en el concepto gluten free. Eso nos va a permitir liderar una nueva categoría.