El crecimiento de las empresas se presenta como vital para la economía, generando empleo, innovación y desarrollo. Sin embargo, este camino no está exento de riesgos. Francisco Rodríguez Menéndez, director Aon Asturias, nos explica en esta entrevista los diferentes retos a los que se enfrenta el tejido empresarial asturiano.
Aon lleva presente en Asturias más de 30 años, ¿qué papel ha jugado para el desarrollo de las empresas de la región?
Ofrecemos servicios profesionales destinados a ayudar a las empresas a tomar sus mejores decisiones para proteger y hacer crecer su negocio, basándonos en nuestro profundo conocimiento y la amplia información de la que disponemos acerca de los riesgos inherentes a la actividad empresarial y sobre la gestión de personas.
Las empresas son entes vivos, se mueven, y por lo tanto los riesgos a los que se enfrentan cambian constantemente. Desde Aon buscamos la mejor manera posible de identificar y mitigar dichos riesgos.
El tejido empresarial asturiano ha evolucionado, se ha movido durante estos años, creciendo, internacionalizándose, transformándose, ahí hemos estado siempre y ahí estamos en estos momentos, acompañando a nuestros clientes, encontrando soluciones a sus problemas aquí y en cualquier parte del mundo a través de nuestros colegas, más de 50.000 en más de 120 países.
Una de las líneas de la compañía tiene que ver con la gestión de riesgos, ¿qué tipo de servicios específicos ofrecéis? ¿Estos servicios están dirigidos a grandes empresas o también a pymes y startups?
En Aon estamos estructurados para ayudar tanto a una gran multinacional como a una pyme o a una startup. La palabra innovación está en nuestro ADN, diseñando soluciones para dar cobertura a riesgos emergentes, como por ejemplo los ciberataques, el cambio climático o la inteligencia artificial; en el ámbito de las personas la atracción y retención de talento, la movilidad internacional o la transparencia salarial. Todos estos riesgos, y otros, son preocupaciones comunes a todas las empresas, independientemente del tamaño.
Los ciberataques, el cambio climático o la inteligencia artificial son algunos de los riesgos emergentes.
Asturias cuenta con una fuerte tradición industrial, ¿cree que este sector presenta ciertas peculiaridades?
Desde el punto de vista de la protección del negocio hay un componente importante relativo a los activos tangibles, grandes inversiones en instalaciones y maquinaria que hay que proteger con un buen programa de seguros. Pero también están los activos intangibles como las patentes, marcas, diseños y otros activos intangibles que pueden llegar a tener incluso más valor para la empresa. Estos activos, los intangibles, no están cubiertos por un programa tradicional de seguros.
Se habla mucho últimamente en Asturias de I+D, nos estamos convirtiendo en una referencia, tenemos que pararnos a pensar cómo nos estamos protegiendo para preservar los avances obtenidos. Aon ha diseñado soluciones innovadoras para ayudar a las empresas a proteger sus activos intangibles.
Otro sector en auge es el tecnológico, ¿existe una gran diferencia entre la gestión de riesgos de productos y servicios?
Los riesgos son parecidos, pero el impacto es diferente. También hay inversión en instalaciones y maquinaria, pero en menor medida que en el sector industrial, por el contrario, la inversión en talento, la captación o retención del mismo, puede tener un mayor impacto. Un error en el servicio prestado, independientemente de si es un servicio costoso o no, puede conllevar una reclamación que haga temblar los cimientos de la empresa tecnológica que presta el servicio. Los activos intangibles que marcan la diferencia de las empresas son un bien muy valioso que hay que proteger.
Los activos intangibles que marcan la diferencia de las empresas son un bien muy valioso que hay que proteger.
Uno de los ‘debe’ del tejido empresarial asturiano es el aumento del tamaño de sus empresas y una de las vías es mediante la internacionalización, ¿qué deben tener en cuenta a la hora de lanzarse en esta aventura exportadora?
Sin lugar a dudas, acompañadas por los mejores equipos, tanto internos como externos. Aunque la empresa este iniciando un nuevo camino, su equipo, o parte de su equipo, tiene que tener experiencia y conocimiento del viaje que se inicia.
Siempre digo que para mí, como asturiano, es un privilegio poder trabajar en una multinacional como Aon, que cotiza en la bolsa de Nueva York, con oficina en Asturias, lo que me permite poner a disposición de los empresarios asturianos, y sus gestores, toda la experiencia y conocimiento de los más de 50.000 profesionales que formamos Aon.
Otro eje de actuación de la compañía tiene que ver con las personas y el talento, ¿cómo puede ayudar Aon?
Las empresas asturianas ya no compiten entre ellas por la captación de personas y el talento, independientemente de si sus clientes son locales o se encuentran en otros países, compiten globalmente. Aon, con su presencia internacional dispone de mucha información sobre rangos salariales o beneficios sociales. En la otra dirección, hablábamos de internacionalización, disponemos de expertos en movilidad internacional para ayudar a las empresas en la cobertura de los desplazamientos internacionales de sus empleados o por ejemplo en la expatriación mediante soluciones aseguradoras, de consultoría y/o beneficios.
Para finalizar, ¿cuáles son los principales retos a los que se enfrenta Aon en Asturias para los próximos años?
El principal reto es seguir acompañando, como hemos venido haciendo en estos más de 30 años, a las empresas asturianas. Y esto solo lo podemos hacer con nuestro fuerte compromiso con Asturias, liderado por asturianos que entendemos y vivimos la transformación del tejido industrial asturiano.