Si bien Asturias lucha incansablemente por ser una de las regiones más punteras en adaptarse a las nuevas competencias digitales que esta nueva revolución exige, es una realidad el hecho de que todavía queda camino por recorrer para conseguirlo. Existe una brecha pronunciada entre lo que la empresa necesita y, por tanto, requiere por parte de los profesionales, y lo que éstos saben y aprenden en su etapa educativa; la formación, dicen por todas partes, tiene que actualizarse y adaptarse a las demandas de las entidades.
Sobre esas tecnologías exigidas, la corresponsabilidad entre empresa y Formación Profesional, así como del efecto sobre las oportunidades de empleo, trataron el pasado viernes 17 de noviembre en el Centro de Referencia Nacional de Construcciones Metálicas y Fundición (CRN cmyf). La primera parte de la jornada contó con la participación de la directora gerente del Servicio Público de Empleo del Principado de Asturias (SEPEPA), Begoña López; el director del CRN cmyf, Pablo Ignacio Fernández; el director general de planificación de Formación Profesional, Javier Cueli; el cluster manager de Metaindustry4, José Ramón Natal; la directora de Talento y Sostenibilidad en TSK, Sara Fernández-Ahúja; la directora de RR.HH en Gonvarri MS, Salomé González; el secretario general de FICA-UGT Asturias, Jenaro Martínez; y el administrador en Valfer Automatizaciones Industriales, José A. Vallina.
Tal y como comentó la directora del SEPEPA, la nueva ley de empleo generará un cambio que exigirá “el ajuste dinámico entre las capacidades de las personas y las demandas del mercado laboral”. Es en esa relación donde existe una brecha que es imperativo solventar si se quiere estar en la cresta de la ola tecnológica.
En este sentido, el CRN cmyf está emprendiendo acciones innovadoras y de experimentación con las que observar la evolución y las necesidades. Para Pablo Ignacio, el centro debe “servir de lazo entre instituciones de formación y sectores productivos. Tenemos que proporcionar al sistema FP información para mejorarlo”.
Problemas y soluciones
De forma más específica, en cuanto al ámbito del metal… ¿Realmente existen las competencias digitales? Para resolver esta pregunta, Cueli hizo referencia a los abanicos que se forman en el mundo del ciclismo: “El que se desengancha cinco metros del que va por delante ya no consigue enlazar, y llegará a la meta, sí, quizá fuera de control, pero no ganará. Yo creo que esto de las competencias digitales es un poco así”. Con este símil trató de hacer entender los problemas a los que se enfrenta el sector; uno de ellos, el tiempo que se debe dedicar a la formación para romper la brecha digital porque “es tan grande que ya no se va a poder ganar; puedes engancharte y sobrevivir, pero no llegar el primero”.
Para el director de planificación de FP el mayor hándicap para que la corresponsabilidad entre empresas y formación se dé reside en la falta de recursos, de las herramientas que permitan que la colaboración exista. “Hoy en día hay softwares gratuitos que se pueden utilizar para facilitarnos el trabajo sin necesidad de usar tablas, por ejemplo, pero parece que si no lo hacemos como antiguamente no está bien”, apuntó.
Otra de las cuestiones que Javier abordó fue la dificultad para que los centros públicos incorporen programas específicos con los que formar a los alumnos para que salgan con un aprendizaje más enfocado a lo que demandan las empresas. “Por ejemplo, en una oferta de trabajo leí que es valorable que los candidatos tengan conocimientos en EPLAN. Eso nunca va a suceder porque los centros asturianos no enseñan a usar ese sistema”. Una de las soluciones sería “llevar a personal de empresas para que enseñen en los FP, pero ni unos se acercan a los otros ni viceversa y así siempre estamos con lo mismo”.
Algunas de las propuestas puestas sobre la mesa por parte de José Ramón Natal fueron, entre otras, modernizar la oferta de las FP y de la Universidad, diseñar y promover acciones, incorporar especialidades por parte del servicio público, trabajar la formación de base del profesorado, elaborar nuevas formas de colaboración, facilitar una mayor presencia de docentes del ámbito profesional o incluir nuevos sistemas de becas. Desde su punto de vista, “tiene que haber un acercamiento también entre la Administración Pública y el sector, para poder transmitir las necesidades reales que tiene”.
Además, ensalzó la necesidad de una nueva figura en las empresas: la del ‘Responsable 4.0’. “Es el que tiene que tener los conocimientos técnicos y dar importancia a las competencias personales, así como realizar un acompañamiento en todo momento en esa transición digital”.
Reconvertir a las personas
En TSK tienen una necesidad urgente, que es la de “encontrar personal ya formado en ciberseguridad industrial” Así lo indicó Sara Fernández-Ahuja durante su intervención. Pero no lo encuentran ni en los FP ni en la Universidad: “Hay un máster en ciberseguridad pero está más enfocado hacia las tecnologías de la información, no hacia el ámbito que requerimos. En Gonvarri, dijo Salomé, buscan “personal que tenga formación en software, es un requisito que pedimos y realmente nos resulta complicado encontrarlo”. Por tanto, en dos empresas importantes de la región se puede percibir fácilmente esa brecha.
Incorporar la digitalización, la IA, la automatización, crea muchas ventajas que inciden en la calidad de vida de los trabajadores, pues “ahorran tiempo o evitan el error humano”, apuntó Sara. Pero no todo el mundo está de acuerdo en que la tecnología aporta beneficios más que inconvenientes. “Creen que, por ejemplo, si en una fábrica deciden automatizar un determinado proceso para ser más competitivos y para seguir luchando en el mercado, pueden desaparecer cuatro puestos de trabajo. No es que desaparezcan, es que esas personas van a pasar a ser útiles en otros puntos importantes del proceso que van a aportar más valor añadido”, aseguró Vallina. Para él las empresas “tienen que subirse al carro de la tecnología”. También considera que es importante reconvertir a las personas, es decir, enseñarles a utilizar esas nuevas herramientas”.
Aportar valor añadido al sector
Para Jenaro Martínez este sector “da unas condiciones laborales y salariales que están por encima de la media, pero la gente no lo elige porque realmente estén bien en él, sino porque dota de profesionalidad, de salarios competentes, de estabilidad, y comodidad”; por ello considera que se le debería otorgar un valor añadido que lo haga más atractivo.
En cuanto a la falta de profesionales, dijo, “más allá de seguir diciendo que se necesitan, deberíamos ponernos a trabajar en la solución.” Decidieron desde FICA-UGT Asturias hacer un estudio “para cuantificar qué profesionales necesitamos y buscar la financiación para cualificarles porque sentimos que teníamos que poner las cosas sobre la mesa”. El porcentaje de empresas que respondieron a ese estudio “fue muy pequeño, y así no es fácil poder encontrar la manera de solventar el problema".
En la segunda parte del encuentro, diferentes profesionales del ámbito compartieron algunas de las experiencias vividas en su trayectoria a través de ponencias, como el CEO de PHB Weserhütte, Arturo Betegón, con ‘Ingeniería y montaje’; el ingeniero de I+D en R&D Gonvarri, Sergio García, y ‘El ciclo de diseño; el founder & CBDO en Triditive Additive Manufacturing, José Fernández, con ‘Fabricación aditiva’; el administrador en Valfer Automatizaciones Industriales, José A. Vallina, con ‘Soldadura robotizada’; y el matemático, PhD, y CEO en DIVe tech, José Luis Flórez.