La presencia online activa de tu empresa ya no es una opción, es una necesidad de supervivencia. Y, al decir activa, quiero decir útil: que aporte beneficio.
Uno de los puntos de contacto más importantes de tu empresa con su entorno digital es su página web y, a diferencia del perfil que pueda tener en otras plataformas como las redes sociales, es de tu propiedad. Esto significa que todo el esfuerzo, tiempo y dinero que inviertas en su diseño, contenido y funcionamiento, te pertenece. En este artículo vas a ver cómo hacer que tu web sea rentable.
Actualmente las empresas industriales están experimentando la transformación digital de la Industria 4.0. Gracias a los avances tecnológicos, siguen nuevas estrategias productivas y de gestión más eficientes: basadas en datos. Sin embargo, esta transformación corre el peligro de quedarse a medias si no tienen en cuenta uno de los elementos más importantes para relacionarse con su entorno: su página web.
Los sitios web de gran parte de la industria aún tienen un carácter principalmente institucional: muestran la historia de la empresa, (incluso algunas empiezan con un mensaje del presidente), de la junta directiva, sus instalaciones, la localización de las fábricas... la mayoría ha trasladado su carpeta de presentación en papel a la web. Este enfoque no hace que la inversión en tu presencia en internet sea rentable ya que no está dirigido a un objetivo claro. Tener una página web simplemente para 'estar en internet' es un derroche de recursos y oportunidades.
Lo que quiero decir es que, aunque el objetivo de la web no siempre es vender, sí tiene que tener como fin aumentar el beneficio: ha de estar enfocada a la rentabilidad. Se consigue que la web sea rentable cuando apunta a uno de estos 3 propósitos: aumentar las ventas, disminuir los costes o construir marca (branding).
Empezando por este último, una web orientada principalmente al branding lo que hace es posicionarte en la mente del cliente, competencia, mercado, pero también en la del empleado. Esto es muy interesante a la hora de una de las actividades que les resulta a las empresas cada vez más caro y complicado: captar talento. La web es un instrumento muy efectivo a la hora de mostrar cómo de atractiva y deseable es tu empresa para trabajar.
Reducir costes es otro posible objetivo para tu presencia online. Ahorra tiempo y dinero, convierte tu web en parte importante de tu departamento de atención al cliente, que resuelva dudas y preguntas reiterativas; apóyalo con descargas de pdf, vídeos especializados, tutoriales, etc... Consigues liberar a las personas del departamento de tareas repetitivas y de poco valor, de forma que sólo les lleguen las dudas y preguntas nuevas o que quieres que atiendan personalmente.
Finalmente, tu objetivo puede ser aumentar ventas a través de la web. Muchas de las empresas industriales no están preparadas para implementar un ecommerce o tienda online, ya sea porque haya obstáculos no resueltos (por ejemplo logísticos) o porque su negocio es dar servicios difícilmente estandarizables.
Sin embargo, con una web bien planificada y diseñada, puedes darle al comprador una buena experiencia de compra, y tener ya la mitad del camino del cierre de la operación hecho. Los interlocutores de tu empresa (clientes, proveedores, empleados), en su vida personal ya compran o contratan online productos y servicios. Por eso, incluso para los clientes 'de siempre', poder acceder online desde el móvil a su cuenta, hacer pedidos recurrentes con un click, consultar precios o descargar catálogos, va a ser una ventaja de tu empresa frente a tu competencia y una excelente forma de fidelizarlos.
Por último, igual que medir es imprescindible para controlar y mejorar los procesos productivos, también lo es para optimizar el funcionamiento del marketing digital, y la analítica digital se utiliza para conocer y mejorar el resultado de la web. Pero para ello es indispensable saber para qué quieres tu web.