91 residentes, 21 profesores, decenas de proyectos de innovación social y tecnología abierta y reconocimientos de la Fundación COTEC como ejemplo de innovación abierta y de la Fundación Telefónica como ejemplo de práctica educativa universitaria. Este es el balance de los cinco años de actividad del MediaLab, un laboratorio universitario multidisciplinar ubicado en el Campus de Gijón de la Universidad de Oviedo.
El Medialab está liderado por Ramón Rubio, Doctor Ingeniero Industrial y Máster en Estudios Sociales de la Ciencia con más de 20 años de docencia, investigación y transferencia en la Universidad de Oviedo. Este ingeniero industrial puso en marcha la Cátedra MediaLab en 2018 con el apoyo del Ayuntamiento de Gijón con la misión de reiniciar la universidad.
“Los mayores retos han sido conseguir financiación y que la gente conozca la labor del MediaLab”, explica Rubio. Lograr una financiación estable es uno de los objetivos para que este proyecto tenga continuidad en el tiempo pues el 90% del presupuesto está destinado a afianzar los proyectos con becas a estudiantes y cada día cuentan con más proyectos que necesitan más recursos. El 30% de esta financiación es pública, pero el resto proviene de proyectos de transferencia con la empresa.
Los proyectos más llamativos suelen ser dinámicos, capaces de adaptarse y evolutivos. “Comenzamos inspirados en otras experiencias como la del MediaLab del MIT o los medialabs de Salamanca o Granada, centros cargados de investigación y mucha tecnología”, afirma Ramón. Sin embargo, un tiempo después se dieron cuenta de que cada lugar necesita un MediaLab adaptado a las necesidades de su entorno. En la actualidad, el MediaLab de la Universidad de Oviedo está al servicio de las personas y así fueron apareciendo los primeros proyectos centrados en el cuidado (Superhéroes), en la difusión de la tecnología en la ciudad (talleres de impresión 3d) o la hibridación entre arte e ingeniería (Bauhaus).
En el MediaLab, los residentes siempre han sido los protagonistas. No obstante, y a raíz de la pandemia, este protagonismo aumentó y provocó que la ilusión se disparase en los diferentes proyectos. Para avanzar hay que prototipar, esa es la idea principal. “A los residentes les encanta aprender de esta forma. El mayor hito creemos que ha sido transformar a estudiantes en su último año de carrera. Mostrarles una visión más general, transversal y hacerles partícipes de proyectos que transforman la sociedad”, apunta Ramón.
Nuevos proyectos y residentes
Hace unos días se realizaba la presentación de los nuevos proyectos y residentes del MediaLab. En la actualidad, este laboratorio cuenta con 31 residentes, 15 colaboradores y 16 profesores que buscan acercar la tecnología, desmitificarla y hacerla comprensible para el conjunto de la sociedad.
Alba González es una de las encargadas del proyecto ‘Asturiosity’, un robot de transporte tipo rover inspirado en Percy, el robot de la NASA que llegó a Marte en febrero de 2021. En él, diferentes residentes han aplicado conocimientos de electrónica y han diseñado y fabricado la mayoría de piezas en su taller de impresión 3d logrando así una gran capacidad de adaptación y respuesta.
Alba nos explica que el ‘Asturiosity’ está compuesto de seis motores de corriente continua, uno en cada rueda, que están controlados por seis drivers y cuatro servomotores ubicados en las dos ruedas delanteras y los otros dos en las ruedas traseras, todo ello controlado con Arduino Mega 2650, lo que proporciona un control preciso de los movimientos con un mando de dron. “Se está desarrollando una app para el control del rover como alternativa al mando de dron, además de que se van a instalar distintos sensores de proximidad y cámara. El ‘Asturiosity’ está pensado para muchos ámbitos, se ha adaptado la estructura para que pueda sostener distintos experimentos como por ejemplo un brazo robótico o una mini estación meteorológica”.
Precisamente, el desarrollo de una estación meteorológica es otro de los proyectos del MediaLab. La estación se encarga de realizar mediciones como la humedad, presión, temperatura y es capaz de medir la lluvia, la velocidad del viento y su dirección. “La idea es ponerla en el terreno de la EPI y que nos proporcione las mediciones a través de LORA, una red de baja potencia muy parecida al Wifi, que mostrará los datos en una página web”, nos comenta Daniel Cueli, uno de los residentes. Esta estación metereológica contiene una placa solar que proporciona energía suficiente para poder alimentar el sistema electrónico de forma autosuficiente.
Sin duda, el MediaLab de la Universidad de Oviedo es uno de los grandes activos que tiene Asturias para lograr los objetivos relacionados con una región más verde, tecnológica, activa y colaborativa.