Un lugar, un día, una hora y mucho conocimiento que transmitir. Así se presentó Nexo Abierto, un proyecto de Pavitek en colaboración con Uría Ingeniería de Instalaciones, Taxus Medioambiente y el Principado, cuyo objetivo es la puesta en común entre tres factores de vital importancia para Asturias: las pymes, la universidad y los centros de I+D+i de la región con el fin de encontrar una vía con destino a la sostenibilidad y a las oportunidades.
“Hacer un recorrido por la innovación es lo que nos va a permitir seguir abiertos” apuntó Iván Aitor Lucas del Amo, director General de Innovación, Investigación y Transformación Digital el pasado día 24 de septiembre, durante la inauguración del primero de los eventos que tuvo lugar en las instalaciones de la entidad anfitriona. Además, resaltó la importancia de unir a la universidad con los centros tecnológicos y aseguró que diversos proyectos al respecto están por llegar.
La iniciativa propuso a las pymes interiorizar el conocimiento, la ciencia, la tecnología y la innovación para así abrir puertas a la investigación y basar el crecimiento en oportunidades de mayor valor añadido. Se compartieron experiencias e inquietudes por parte de los allí presentes que fueron en representación de diversas entidades, y mostraron las potencialidades de las organizaciones dentro de los distintos entornos de actividad.
Nexo Abierto creó una simbiosis acercando investigación, talento y alumnos a un plano de cooperación y puesta en común de iniciativas.
Primer Nexo: sobre circularidad
La primera jornada giró en torno a la circularidad. En este Nexo se abordó la valorización de diferentes residuos para su transformación en nuevas materias primas, incluyéndose en los procesos de fabricación industriales y reduciendo, de este modo, la huella de carbono y las emisiones.
Así lo que Pavitek hizo fue abrir sus puertas para mostrar cómo ellos son capaces de incluir en su día a día esa circularidad focalizando la investigación hacia mercados concretos y favoreciendo la transición hacia modelos más sostenibles. Y lo hicieron a través de la explicación del proceso de fabricación de aglomerado asfáltico.
Pavitek utiliza áridos calizos y silíceos para fabricar el asfalto. En un inicio lo que hacen es disminuirlos de tamaño, triturarlos para posteriormente mezclarlos con el betún que se encuentra almacenado en unos tanques que funcionan gracias a la energía fotovoltaica.
Se hace una selección de áridos que se calientan hasta la temperatura óptima y luego se reintroduce el fresado de carreteras en el proceso, lo que sobra, pero tal y como explicó Alberto Fernández, director general de Pavitek “no se mete directamente a calentar, sino que se le añade a los áridos cuando ya están calientes para que el betún no se oxide. Se puede llegar a reintroducir un 15% aproximadamente”. De este modo se aprovecha lo que ya se podría considerar residuo que es ese fresado sobrante.
Todo ello va al mezclador, donde se le va incorporando el betún, y debajo de este se encuentra el almacenamiento para que los camiones no tengan que esperar a que se termine de hacer. “Se almacena el equivalente a dos camiones”.
Para 2030 hasta el 40% de los materiales tienen que ser de economía circular, así lo marca la ley, y Pavitek está a punto de conseguirlo. Además del fresado valorizado incorporan otros residuos como escorias, algún RCD como sustitutivos del árido; y caucho o plásticos no reciclables como modificadores de betún. “Conseguimos con esto, por un lado, economía circular, pero también ofrecemos oportunidades para su aplicación en nuevos productos y quitamos toneladas de una escombrera que tiene sus limitaciones”, explicó Ana Isabel Menéndez, directora de Sostenibilidad e Innovación de la entidad.
Segundo nexo: sobre eficiencia energética
Uría Ingeniería de Instalaciones ofrece ‘la energía de la tranquilidad’ y lo hace desde 1955 -aunque la constitución de la empresa no fue hasta diez años después- pues se trata de un negocio familiar que fue creciendo con los años. Se dedican al diseño, ejecución, mantenimiento y gestión de las instalaciones, y trabajan mano a mano con la Administración Pública, con empresas constructoras y con particulares, entre otros.
Sus áreas de negocio son las instalaciones mecánicas, los servicios energéticos y ahora también Uría es sujeto delegado CAE para valorar si las actuaciones de eficiencia energética que las empresas dicen realizar verdaderamente lo son y acarrean ahorro.
Su especialidad es la hibridación de instalaciones técnicas. Por ejemplo, en una de sus oficinas instalaron diferentes modalidades: aerotermia a cuatro tubos de frío y calor, caldera de gas, panel solar térmico, paneles fotovoltaicos, inductores y radiadores, consiguiendo así un confort térmico sin corriente de aire ni ruido.
Este sistema, según contó el director general, Gabriel Uría, el pasado miércoles en sus instalaciones del polígono de Llames, “coge los precios de la energía y funciona con el más eficiente”. Lo que buscan con estas combinaciones de híbridos es “cuidar el medioambiente pero traduciéndose en euros”.
Además, tienen un servicio de monitorización y telegestión que les permite anticiparse a cualquier problema que se pudiera generar. “En algunos casos la monitorización es bidireccional, por lo que el cliente puede manejarlo desde el móvil pero nosotros también podemos modificar cosas que se estén gestionando dentro de su casa”, apuntó Uría. De este modo, añadió, “podemos prevenir cualquier sobresalto si el cliente está consumiendo más de lo que debería o cometió algún error de gestión”.
En un futuro esperan poder comunicar a través de ChatGPT, aunque “todavía tenemos mucho trabajo que hacer”.
Tercer nexo: sobre biodiversidad
Taxus es una consultoría medioambiental que proporciona soluciones innovadoras, de calidad y a medida. Investiga en todas sus áreas de trabajo y abarca tanto los ecosistemas como la fauna, utilizando para ello la digitalización o la Inteligencia Artificial entre otras herramientas.
Están desarrollando distintos proyectos de I+D tanto nacionales como en colaboración internacional, y ayer Javier Granero, socio-director; Laura Cordero, doctora en teledetección aplicada a glaciología, licenciada en Física y experta en análisis estadísticos; Beatriz Villazán, Jefa de Proyectos de Ecosistemas Acuáticos Continentales; y Álvaro Fueyo, consultor ambiental presentaron algunos de dichos trabajos relacionados, todos ellos, con la biodiversidad.
En lo que concierne precisamente a la biodiversidad y laboratorio trabajan con macroinvertebrados, fitoplancton y genética ambiental. “Con los macroinvertebrados llevamos a cabo un protocolo de muestreo y laboratorio de fauna bentónica de invertebrados en ríos vadeables, y con el fitoplancton el protocolo de muestreo es el lagos y embalses, de donde extraemos el ph, la temperatura o el oxígeno entre otros factores”, explicó Villazán.
La genética ambiental es un trabajo relativamente nuevo del que se empiezan a extraer datos muy interesantes y de gran valor. Así lo comentó Álvaro Fueyo, quien está especializado en esta rama: “Identificamos especies mediante ‘barcoding’, sabemos a qué individuo pertenece el ADN gracias a la genética de poblaciones, identificamos simultáneamente comunidades gracias al ‘metabarcoding’ y analizamos el ADN de las especies que lo liberan al medio a través del cual detectar e identificar especies que están en el hábitat”.
Además, realizan proyectos en aguas como DAMTAQ con TSK mediante la tecnología ‘Data Fussion’ para la monitorización remota de la calidad del agua en embalses; ICTIOSCREW, con Edp y Alisys, que consiste en la monitorización remota continuada para el control y la evaluación de las poblaciones de ictiofauna afectadas por la instalación de hidrotornillos para así vigilar la posible mortalidad de los peces; Biomonitoring 2.0, una investigación industrial para la validación del uso de nuevas técnicas moleculares como sensores del estado ecológico de ecosistemas fluviales; Intercomparativo, un proyecto internacional de intercomparación entre diferentes empresas y universidades; e InvADN, otra investigación industrial para la validación de uso de técnicas basadas en el ADN ambiental para la detección de especies invasoras acuáticas.
Tienen otras iniciativas que trabajan mano a mano con entidades como ArcelorMittal, Iberdrola, IRTA, Canal Isabel II, Endesa o Universitat de Barcelona.