Ante la crisis generada por la pandemia de la COVID-19, están surgiendo numerosas voces desde todos los ámbitos de la sociedad que proponen aprovechar este momento de recuperación como una oportunidad para impulsar la transición hacia un nuevo modelo socioeconómico que sea climáticamente neutral, resiliente, sostenible e inclusivo. Es lo que se conoce como Green Recovery o recuperación verde, una visión con la que el grupo Iberdrola se encuentra plenamente comprometido y el horizonte hacia el que trabaja desde hace más de dos décadas.
Firmemente convencida de que la recuperación tras la COVID-19 solo puede ser verde, Iberdrola ha apostado por acelerar sus inversiones en energías renovables, digitalización y movilidad eléctrica para impulsar la recuperación económica y del empleo. Continúa así avanzando hacia la transición energética y la descarbonización y electrificación de la economía, un camino que inició hace 20 años y que, desde entonces, le ha llevado a destinar más de 100.000 millones de euros a esta área, convirtiéndose en líder mundial en renovables.
Ignacio Galán, presidente del grupo Iberdrola: "Existe consenso total en que el camino de la recuperación económica debe ser necesariamente verde, con la lucha contra el cambio climático como elemento central. Contamos para ello con planes claros tanto en Europa, con el 'European Green Deal', como en España, con el PNIEC. Iberdrola está totalmente preparada para sumarse a esta tarea".
El presidente del grupo, Ignacio Galán, sostiene que "para lograr una reactivación económica rápida y sostenida es fundamental identificar los sectores con mayor potencial para actuar como motores de recuperación", los cuales deben estar alineados con las prioridades estratégicas europeas —como la transición energética y la digitalización— y erigirse como generadores de inversión y empleo. En este sentido, Galán subraya que, "por cada empleo interno creado en el sector energético, se generan 12 en otros como la construcción, la fabricación de bienes de equipo, los servicios de ingeniería o instalación o la máquina herramienta".
Iberdrola como motor de empleo
Iberdrola está preparada para ser uno de esos vectores de empleo y crecimiento sostenible. La compañía va a invertir 10.000 millones de euros este año, contribuyendo a reactivar la economía y el empleo. Mantiene su previsión de contratar a 5.000 nuevos profesionales a lo largo de 2020 y, en el último año, ha incorporado a su plantilla a más de 1.700 jóvenes menores de 30 años.
El grupo, además, ha acelerado sus compras a proveedores, que han alcanzado los 3.800 millones de euros en el primer trimestre del año. Iberdrola cuenta con más de 22.000 proveedores, lo que genera 400.000 empleos en todo el mundo, y tiene acuerdos en curso por valor de más de 20.000 millones de euros hasta 2023.
Iberdrola, con el "European Green Deal"
El presidente de la compañía afirma que el gran Pacto Verde europeo supone "crecimiento, empleo y prosperidad". "Tenemos los recursos, la tecnología y el conocimiento para avanzar ya hacia una recuperación verde", asegura, y el Paquete de Recuperación Económica (EU Recovery Package) que la Comisión Europea (CE) acaba de presentar al Parlamento proporciona "un marco claro y predecible" para poner en marcha este plan.
La Unión Europea presentó en diciembre de 2019 su European Green Deal, se abre en ventana nueva, que establece una hoja de ruta para transformar la economía europea partiendo de la transición verde. La CE ha identificado este Pacto Verde como un catalizador de crecimiento y el Parlamento europeo y la mayoría de los gobiernos están siguiendo la línea marcada por él. Ahora, con el EU Recovery Package, la Comisión muestra su determinación de asignar los recursos disponibles a sectores de futuro: energías limpias, eficiencia y movilidad eléctrica.
Iberdrola, que apoya el Green Deal desde el principio, considera que este acuerdo va a permitir aprovechar las oportunidades que plantea la lucha contra el cambio climático y mejorar la competitividad de los países. Al situar en el centro de la estrategia política la descarbonización y la digitalización, se fomentarán las inversiones en energías renovables —más limpias, seguras y asequibles— y se generarán empleos duraderos y de calidad, además de reducir la contaminación del aire y, por consiguiente, mejorar la salud de los ciudadanos. "Podemos y debemos salir de esta crisis apostando por una Europa más fuerte, más unida, más competitiva y más sostenible", destaca Galán.