Atendiendo al grado de electrificación de la demanda y al grado de eficiencia energética de equipos podemos plantear 4 posibles escenarios:
- Continuista: las políticas energéticas, medioambientales y fiscales no han cambiado significativamente. El vector energético más utilizado en 2030 sigue siendo los productos petrolíferos.
- Electrificar la economía: se ha producido unesfuerzo muy relevanteen impulsar la penetración de vehículos eléctricos, el cambio modal del transporte de mercancías hacia el ferrocarril eléctrico y en la electrificación de los consumos en edificación.
- Reducción convencional: el esfuerzo se ha enfocado en el desarrollo de la eficiencia energética. El gas natural es el vector energético con mayor desarrollo, fundamentalmente por el incremento de su uso en el transporte pesado, la industria y la edificación.
- Alta eficiencia eléctrica: en este modelo se han impulsado todas las palancas posibles para la descarbonización con la vista puesta en 2030 y 2050. Se ha producido una penetración relevante del vehículo eléctrico a 2030 y de la electrificación de la demanda en todos los sectores de la economía. El gas natural y la electricidad, son los vectores energéticos que más crecen en la transición.
¿Qué inversión es necesaria para alcanzar los objetivos de descarbonización?
La transición del modelo energético requiere una serie de inversiones que hasta el año 2050 podrían ser 310.000 millones de euros superiores a las planteadas en el escenario Continuista. Pero también debemos considerar la reducción de las importaciones energéticas, ya que atendiendo a este criterio, un escenario de transición energética sería más económico que el escenario Continuista.
El consumidor se verá beneficiado de un suministro eléctrico más económico. Estas inversiones permitirán relevantes reducciones en la tarifa eléctrica para los consumidores finales, tanto en 2030 como en 2050, derivadas fundamentalmente de la dilución de los costes fijos del sistema eléctrico entre una demanda eléctrica muy superior a la actual. La tarifa eléctrica en 2030 en este escenario sería un 30-35% inferior a la tarifa media actual, mientras que a 2050 dicha reducción sería casi del 50-55%.
Las Administraciones Públicas deberán ser las principales impulsoras de la descarbonización de la economía española, necesitan pasar a la acción y dar un paso decidido hacia la transición del modelo energético, para ello deberán focalizarse en desarrollar medidas que actúen en cuatro aspectos:
- Establecer un marco claro y de largo plazo que se alargue en el tiempo y que recoja todas las reformas que hay que acometer para alcanzar la descarbonización de la economía española.
- Fomentar el cambio en los patrones de consumo de energía final de la población hacia el uso de vectores menos emisores y de mayor eficiencia energética.
- Adaptar el mix de generación eléctrica, de forma que se desarrollen los mecanismos necesarios para que se instale nueva capacidad renovable y se maximice el aprovechamiento del parque de generación de energía actual.
- Aprovechar la transición energética para aumentar la competitividad de nuestra economía, crear empleo y fomentar la actividad económica.