Bosquia: /bo-skí-a/ (del latín bos, 'bosque') "Sustantivo femenino que nos hace sonreír y representa una comunidad que valora la naturaleza. Esta palabra mágica simboliza la combinación perfecta entre compañerismo, buen ambiente y ganas de hacer las cosas bien. Significa un equipo de aventureros que trabajan juntos para cuidar nuestro planeta". Así es como describe el equipo de Bosquia a la entidad, y lo dejan plasmado en una de las paredes de la nueva oficina situada en el número 15 de la calle Periodista Paco Ignacio Taibo, en Gijón.
Ayer cumplieron 5 años. Un lustro de cientos de hectáreas reforestadas; esto, para Fran del Cid, su fundador, es el verdadero gran hito conseguido en este tiempo: "Es muy gratificante ver que la cantidad de árboles que hemos plantado ya tienen un porte considerable; se les ve asentados en el lugar, favoreciendo la biodiversidad, aportando un valor al sitio". Eso es, prosigue, "el core de Bosquia", crear bosques autóctonos. Más allá del crecimiento o de las nuevas oficinas, "hemos nacido para hacer bosques y eso es lo que estamos haciendo".
La apertura de esta nueva oficina, aseguró Fran, les permitirá seguir creciendo. "Simboliza la expansión, el salir de los centros empresariales, porque nacimos con el prototipo clásico de empresa que surge con emprendedor en un coworking y que luego se traslada a una pequeña oficina, después a una mediana, una grande, dos grandes... Y ahora nos vinimos para aquí". Este nuevo espacio, dijo, ya se les queda pequeño, así que habrá un siguiente paso que será "otra oficina posiblemente también en Gijón, porque somos todos de aquí y no nos limita estar en Asturias para trabajar en otras zonas de España o incluso en otros países".
"Ojalá algún día Bosquia no sea necesaria"
Si bien Bosquia está llevando a cabo iniciativas en prácticamente todas las comunidades autónomas de España, en Portugal y están abriéndose a Latinoamérica, una de las zonas donde hacen hincapié con grandes actuaciones es, por supuesto, Asturias. Concretamente en el concejo de Llanes han reforestado "cientos de hectáreas de bosques quemados y los hemos transformado en autóctonos".
Uno de los retos para esta nueva etapa es "seguir creciendo para poder hacer frente a cada vez más nóminas y más gastos fijos", señaló Fran; pero sobre todo, lo que más desea el fundador de esta empresa es "seguir haciendo lo que hemos venido a hacer para que, ojalá, algún día Bosquia no sea necesaria porque la salud de nuestros bosques sea la óptima y una empresa como la nuestra deje de tener sentido".
Por el momento, queda aún mucho trabajo por delante, pero él se muestra optimista ya que, dijo, "estamos viviendo un momento en el que la sensibilidad y la mentalidad de la sociedad es cada vez mayor". Cuando empezaron, explicó "prácticamente no se hablaba de medioambiente ni de sostenibilidad y a día de hoy es algo que está en boca de todo el mundo, por tanto se notan los resultados".