En el camino para convertirse en un proveedor de movilidad premium libre de emisiones de CO2, Audi está realizando excelentes progresos en sus propias factorías. A mediados de 2022, la marca premium contará con la posibilidad de recargar coches eléctricos en una de cada diez plazas de aparcamiento en sus fábricas; la mayoría de estos nuevos puntos de recarga también serán accesibles al público. Este proyecto independiente supone la mayor infraestructura de recarga llevada a cabo por una empresa alemana. La inversión proporciona a Audi una ventaja en términos de experiencia en cuanto a la implantación y funcionamiento del hardware y el software de estos conceptos de recarga, a la vez que permite a la compañía desarrollar una nueva área de negocio en torno a la movilidad.
Audi está implementando la instalación de más de 4.500 puntos de carga para vehículos eléctricos en sus emplazamientos, con lo que contribuye a la transición energética en el transporte privado. "La creación de una infraestructura de carga tan amplia es un reto completamente nuevo", explica Maximilian Huber, Director del proyecto. Huber no sólo es el responsable de la instalación de los puntos de carga, también de la gestión energética y del software necesario para proporcionar una solución integral de recarga en estas nuevas estaciones situadas en las factorías del fabricante de los cuatro aros. Sólo en la planta principal de Ingolstadt habrá 3.500 puntos de carga disponibles cuando finalice el proyecto; en Neckarsulm están previstos 1.000 puntos y algo menos de 100 en Bruselas y Győr. Asimismo, se construirá una infraestructura de recarga en la fábrica de San José Chiapa. La compañía ya cuenta con una amplia red de recarga en los centros de formación del aeropuerto de Múnich. El proyecto completo tiene asignado un presupuesto total de alrededor de 100 millones de euros.
Un proyecto de carga a esta escala es único en Alemania hasta el momento, por lo que requiere una preparación meticulosa y una gestión de la energía en gran parte independiente. Para ello, un equipo de trabajo se ha dedicado a preparar la estructura del concepto de implementación de estos nuevos puntos de recarga desde mediados de 2017. La decisión de electrificar el diez por ciento de todas las plazas de aparcamiento se tomó un año antes. "Estos plazos son necesarios, pues la planificación y la ampliación del suministro de energía a esta escala requiere varios años", expone Huber. La acometida de la instalación durante la producción en curso en los emplazamientos supone un reto especial.
El equipo del proyecto es responsable de la planificación de toda la estrategia, la inversión y el concepto, y gestiona la instalación y el funcionamiento de la infraestructura de recarga, así como la facturación de los procedimientos de carga en los emplazamientos de Audi. En este contexto, los puntos de recarga se amplían para adaptarse a las necesidades de los empleados y de otras personas que utilizan el aparcamiento. La infraestructura se diseña en consecuencia, se establecen las normas de funcionamiento y se proporciona una línea telefónica directa de apoyo. El registro, que cumple con la ley de calibración y la facturación de los procedimientos de recarga, son otros aspectos importantes.
En los emplazamientos de Bruselas, Ingolstadt y Neckarsulm ya se dispone de una infraestructura de carga con una potencia total de 21 megavatios, lo que equivale al consumo de energía de una pequeña ciudad de 14.000 habitantes. Incluye 600 puntos de carga con una potencia de hasta 22 kW y 60 puntos de carga de corriente continua con una potencia de entre 50 y 350 kW. A mediados del año 2022, sólo en los emplazamientos de las factoría habrá 4.500 puntos de carga con una potencia de hasta 22 kW, y se sumarán a los actuales aproximadamente 50 más con una potencia de hasta 350 kW. Ya desde este mismo año, un sistema de gestión de carga dinámico e inteligente controlará la energía en los distintos emplazamientos, por lo que no será necesario ampliar la conexión.
Además, hay que añadir el equipamiento de las tres sedes del Centro de Formación de Audi en el aeropuerto de Múnich. Aquí se conecta a la red el mayor parque de carga individual de Audi con una potencia de 2,1 megavatios. En relación con la construcción del nuevo edificio ATC IV, la energía solar generada se utiliza para el proceso de carga en combinación con un acumulador de baterías. "No se trata sólo del suministro de energía", explica Huber. El equipo encargado del proyecto también ha creado su propio mapa de navegación, basado en Google Maps, que permite a los empleados ver en tiempo real dónde están los terminales de carga disponibles. La facturación a través de sistemas online y la integración en un sistema interno son otros servicios importantes.
A medio plazo se estudia cómo poner a disposición de otras empresas que necesiten ampliar su infraestructura de carga la experiencia adquirida. Este es el siguiente paso en la transformación de la compañía, que está pasando de ser un fabricante de automóviles a convertirse en un proveedor de servicios de movilidad. Audi se ha fijado el objetivo de ser en el proveedor premium líder de CO2 libre de emisiones. Antes de 2050 la actividad de la compañía será completamente neutra en cuanto a emisiones de CO2.
Fuente: AUDI