La cuarta revolución industrial incorpora las tecnologías digitales a la industria manufacturera y al sector servicios. Se diferencia de la anterior por la velocidad, el ámbito, el impacto en los sistemas y porque su mayor activo lo constituyen las personas, que optimizan los procesos tecnológicos disponibles.
Los cambios más importantes que se están produciendo se detectan a varios niveles:
1. Digitalización de los procesos
Se prevé que el incremento del volumen de los datos marque la riqueza de los países; de hecho, ya se están produciendo movimientos financieros diferentes a los tradicionales.
2. Globalización
La tendencia es que haya unas mínimas condiciones de seguridad y salud de los trabajadores a nivel universal. Por otro lado, en un mundo globalizado la información digitalizada está accesible y no puede limitarse.
3. Concepto de trabajo
Surgen nuevas formas de trabajo: trabajadores del futuro (e-nómadas), teletrabajo, etc., y se habla de nuevas condiciones laborales, pero esto no debe suponer nuevos riesgos para la salud de los trabajadores.
4. Desarrollo de nuevos empleos
Con la automatización de ciertas tareas se pueden mejorar las condiciones de seguridad y salud de los trabajadores además de sustituir un tipo de empleos por otros.
5. Cambio social
Los cambios de esta revolución 4.0 repercuten en la sociedad, que debe hacerles frente respetando los derechos universales y salvaguardando la dignidad del trabajo.
¿CÓMO AFECTA ESTA REVOLUCIÓN A LA SEGURIDAD Y SALUD DE LOS TRABAJADORES?
Los efectos positivos del teletrabajo y las TIC-M son muchos, pero, al mismo tiempo, las desventajas incluyen su tendencia a alargar las horas de trabajo, a crear interferencias entre la vida laboral y la personal y dar lugar a una intensificación del trabajo, que puede conducir a altos niveles de estrés, además de los problemas de adicción y la consiguiente pérdida de capacidad de concentración que está generando el empleo de móviles. Los contradictorios efectos de las nuevas condiciones de trabajo representan un ejemplo de los retos del futuro del trabajo.
Por su parte, la seguridad y la higiene industrial están tecnológicamente resueltas e irán de la mano con la ergonomía. La aparición de sistemas ciberfísicos y robots colaborativos evita la exposición de trabajadores a peligros y facilita el desarrollo de las tareas. Además, se han desarrollado sistemas de seguridad para evitar riesgos de interacción persona-máquina, y los equipos de protección individual son cada vez más versátiles y tienen mayor capacidad de adaptarse al individuo.
El concepto de salud restringido al ámbito laboral se queda anticuado y cobra más importancia el concepto de salud integral o global, que integra los riesgos laborales, ambientales y de seguridad del producto.
Desde la escuela se está trabajando para que los niños de hoy se conviertan en personas adultas competentes con gran capacidad de adaptación y que desarrollen habilidades técnicas (como la informática, la robótica, etc.) y sociales; sin embargo, para los trabajadores en activo existen varios retos, ya que parten de un menor conocimiento en el uso de la tecnología, la edad de jubilación se está retrasando y, además, los trabajos actuales van a evolucionar, o incluso a desaparecer, por lo que los programas de rehabilitación de la salud y el reciclaje en los conocimientos para el desempeño de las tareas del puesto de trabajo son básicos.
Las empresas deben tener todos estos aspectos muy presentes. La prevención de riesgos laborales tiene que concebirse como una actividad proactiva, generadora de salud, bienestar y eficiencia que sitúa a las personas en el corazón de los sistemas para convertirse en motor de excelencia y, por tanto, de una competitividad que se fundamenta en la innovación y la formación permanente con la implicación de los trabajadores. En el caso de las pymes, se está poniendo especial atención para mejorar la aplicación de la legislación en prevención de riesgos laborales y apoyarlas en estos aspectos, con vistas a desarrollar el valor estratégico de una prevención de riesgos laborales efectiva y promotora de cambios.
La prevención de riesgos laborales tiene que concebirse como una actividad proactiva, generadora de salud, bienestar y eficiencia que sitúa a las personas en el corazón de los sistemas