Con el objetivo de hacer un balance del año con respecto a Caja Rural de Asturias desde un punto de vista empresarial entrevistamos a Miguel Ángel Traverso, director de empresas de la entidad, en la que tratamos también otros temas como la importancia de la innovación tecnológica en el sector de la banca, los desafíos de sostenibilidad o el valor que le da la compañía al talento, entre muchos otros.
Este año comenzaste una nueva etapa en Caja Rural de Asturias como director de Empresas. ¿Cuál consideras que ha sido tu mayor desafío hasta el momento?
En principio, mantener la excepcional línea de trabajo del equipo de empresas del que he formado parte hasta la fecha. Tenemos una gran presencia dentro de las empresas asturianas, y seguimos creciendo en los nuevos territorios en los que nos implantamos (Madrid y Cantabria). Intentamos hacerlo desde el conocimiento, con criterio y visión de largo plazo. El objetivo principal, es seguir manteniendo este nivel de servicio que estamos dando a los clientes, ofreciendo siempre disponibilidad y agilidad de respuesta, sea cual sea el canal de comunicación que elija para trabajar con nosotros.
¿Cómo está evolucionando el sector bancario en Asturias?
Percibo que están cambiando ciertos roles y hay una amplia oferta financiera. Creo que no sólo en Asturias, en general, la relación de las empresas con el sector financiero parece ser más impersonal; la digitalización es un factor que pondera. Considero que esta evolución es positiva si la utilizamos como un medio, pero no como un fin; estar cerca de los clientes y los recursos que las entidades dedican a ello está marcando esta evolución. Como bien sabéis, esta es nuestra línea de trabajo.
¿Qué estrategias utiliza Caja Rural para apoyar a las empresas asturianas frente a la competencia?
Es evidente y se percibe que, como contaba anteriormente, conocer bien el entorno, la cercanía y poder valorar las necesidades de cada cliente de manera individual, nos permite ajustar los servicios y tiempos a sus necesidades (que también son las nuestras); su tiempo es valioso y dar con el servicio adecuado, orientar adecuadamente al cliente y disponer del producto exacto es importante para la eficiencia de las empresas. Asesoramos a nuestros clientes cuando es preciso, sobre todo en financiación especializada o internacional. Poner nuestro conocimiento en sus manos es una manera de apoyar activamente al sector empresarial asturiano; su beneficio redundará en el de todos.
En general, ¿cómo valoras el estado actual del tejido empresarial en Asturias?
Soy optimista. Nuestras empresas son competitivas, tienen una gran capacidad de innovar, y tenemos una alta cualificación y especialización del capital humano, lo que ha permitido una adaptación al medio que está llevando a empresas asturianas a ser referentes en su segmento de negocio.
¿Qué sectores económicos crees que tienen mayor potencial de crecimiento en la región?
No me centro en ningún sector específico. El turismo y hostelería tiene margen claramente. Somos todos conscientes de que hacen falta viviendas, el sector agroalimentario recuperará protagonismo, existen numerosos proyectos energéticos, la ingeniería de componentes industriales, sector digital… Más que sectores, son empresas de éxito. Por eso, hay que apoyarlas en su crecimiento y en la detección de oportunidades. Esto permitirá tener un tejido empresarial diverso y eficiente, que irá generando a su vez dentro de su segmento focos que provocarán más actividad.
¿Qué papel juega la innovación tecnológica en las soluciones financieras que ofrecen a las empresas?
La innovación tecnológica ayuda a tener procesos de gestión más ágiles y menos expuestos a errores, lo que se traduce en eficiencia para las empresas. A veces hay ciertas reticencias a los cambios, pero el uso de las tecnologías está ayudando a reducir tiempos y gestiones.
¿Cómo se adapta Caja Rural a los desafíos de sostenibilidad y cambio climático? ¿Qué iniciativas está llevando a cabo la entidad para promover proyectos sostenibles?
En nuestro EINF detallamos pormenorizadamente las medidas que tomamos. Por destacar alguna estamos altamente implicados en ayudar a las empresas en sus procesos de descarbonización, avanzamos en el plan de finanzas sostenibles, revalidamos certificaciones en esta materia. También desde nuestra Fundación promovemos que las empresas de nuestro entorno se descarbonicen, con un programa específico, "Reduce tu huella", les ayudamos a calcular su huella de carbono, su plan de reducción de emisiones, y para aquella huella que ya no se puede reducir más, les ofrecemos un Fondo de créditos de carbono para que puedan hacer su plan de compensación. Un fondo creado de una manera sostenible, con un foco claro en facilitar la fijación de población en el territorio.
Desde el área de financiación de la Caja también adaptamos y elaboramos productos financieros para adecuarlos a las necesidades de las inversiones relacionadas con la sostenibilidad. Nuestro compromiso es alto, con nuestros clientes y con nuestro entorno.
¿Qué importancia tiene para Caja Rural de Asturias el talento?
Es fundamental. Aprovechar las capacidades y recursos que tenemos y dedicar medios al desarrollo de ese talento es crítico: su aportación al resultado es indiscutible, además de necesario para adaptarse y evolucionar; sella los cimientos a largo plazo. Las personas son el corazón de una empresa, no debemos olvidarlo. Somos conscientes de que hay que ejercitarlo y cuidarlo.
¿Cómo imaginas el futuro de la economía asturiana en los próximos 10 años?
Más dinámica aún si cabe, los tiempos cambian rápido, pero la capacidad de adaptación que hay en Asturias es elevada y eso favorecerá el adecuarse al mercado. Creo que está demostrado que hemos sabido evolucionar en todos los segmentos donde ha habido oportunidades y nuestras empresas saben bien aprovecharlos.
¿A qué retos se enfrenta Caja Rural de Asturias a corto plazo?
En el ámbito de las empresas, es principal trasladar nuestro modelo a los nuevos entornos donde estamos. Esto va desde mantener el servicio y atención que nos gusta dar a los clientes, como ser un actor activo en todos los territorios. Para nosotros no es solo crecer, sino cómo creces. Y crecer sumando nos parece un crecimiento orgánico y enfocado a las relaciones a largo plazo.
En muchas ocasiones, trabajamos con un vínculo tan cercano que somos uno más de la empresa en áreas que exigen una especialización y actualización del conocimiento constante como internacional o gestión de tesorería. Tenemos que tener en cuenta que el 95% de las empresas en España y en Asturias son micropymes, por lo que vamos más allá de ser un socio financiero.
¿Qué oportunidades percibes que están por llegar?
Como comentaba antes, la oportunidad de participar de manera muy activa en nuestros entornos. Aportar riqueza en las comunidades en las que operamos es otro valor diferencial en nuestra forma de trabajar. Con nuestras recientes aperturas y las previstas a corto plazo queremos dar un paso más en nuestra vocación de sumar al propiciar interrelaciones empresariales entre comunidades que generarán sinergias creadoras de riqueza para los territorios.
Gracias al empresariado asturiano hemos aprendido de muchos sectores y amoldado nuestro servicio a una manera de trabajar que aporta valor al cliente. Los retornos son muy positivos. Estamos comprobando la gran aceptación de nuestra forma de entender el negocio en comunidades con la reciente implantación de nuestra marca en Madrid y Cantabria. Seguro que podremos aprovechar muchas sinergias en favor del empresariado de todos los territorios.
