En la industria, una diferencia de dos centésimas de milímetro puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Una pequeña pieza que no encaje podría suponer un retraso en la producción o costes que se disparan. Para evitar estas situaciones, Dogram, empresa de base tecnológica reconocida con el sello Ances y sello Pyme Innovadora, se encarga de verificar que cada pieza mide exactamente lo que debe medir. Su especialización en digitalización 3D y metrología 4.0 persigue la perfección en un mundo donde cada milímetro cuenta.
Desde medir la zona de una instalación industrial para que cuando haya que sustituir un equipo todo encaje a la perfección, y por ende no haya retrasos que puedan impactar sobre los costes de un proyecto, a saber cuándo algo está mal, determinando el por qué y quién es el responsable. O agilizar la formación de los trabajadores que visitan instalaciones en ese entorno digital, que les sirven de ensayo, sin tener que desplazarse a la instalación industrial, son algunos de los cometidos de esta empresa.
Del patrimonio a la industria
Si algo define Dogram es su capacidad de adaptación ofreciendo soluciones en múltiples mercados. Hace 11 años se posicionaba como una empresa de referencia en el sector patrimonial y arquitectónico por su capacidad de recreación de entornos de manera hiperrealista con fines de estudio, restauración y puesta en valor. Con el paso de los años la compañía fue detectando oportunidades en otros sectores estratégicos, consiguiendo introducirse y consolidarse en la industria de fabricación y energía, potenciando así la capacidad de crecimiento y consolidación de la compañía.
"Nos dimos cuenta de que podíamos aportar soluciones tecnológicas aplicando el conocimiento que ya teníamos adaptándolo a los procesos y espacios industriales. El mayor reto fue trasladar nuestro conocimiento y tecnología de un sector a otro", apunta Rocío Cachero, cofundadora y CEO de Dogram. La apuesta sin duda ha dado su fruto ya que más del 90% de su facturación proviene de proyectos para el mundo industrial, "eso si, aún nos siguen demandando y seguimos desarrollando trabajos para la parte de arquitectura y patrimonio".
Un estilo propio
La filosofía de Dogram tiene como pilares escuchar mucho al cliente, entender su necesidad, adecuar muy bien el servicio a aquello que necesita “no a lo que nosotros pretendemos que sea sino hacer un servicio basado en entender cuál es el objetivo que se persigue, quién va a explotar el entregable y qué valor técnico aportamos. Es decir, una venta muy consultiva para darle la solución óptima al problema, acompañarle en todo el proceso post venta y dar apoyo incluso en reuniones con clientes finales”. Se consideran uno más del equipo del cliente en todo momento.
Lograr todo lo descrito no sería posible sin un equipo dinámico, comprometido, formado, que rema a favor del proyecto, que es capaz de escuchar y entender lo que el mercado necesita y el cliente en particular reclama, “eso siempre teniendo muy presente la prevención de riesgos laborales, la seguridad de la información y la sensibilidad de cada proyecto”.
Esta filosofía de la empresa se ha convertido en un valor diferencial de la misma, que hace que las tasas de repetición de proyectos sean altísimas.
No hay sector que se les resista
Algunos de los grandes hitos que destaca Rocío desde los inicios de Dogram son la entrada en el sector nuclear en 2019, logrando digitalizar en cuatro de las cinco centrales operativas en España y gozando de la confianza de las principales ingenierías especializadas en ese sector. “Vamos a por la quinta si se cumplen las expectativas, he de confesar que supuso un auténtico reto para todo el equipo por el nivel de detalle requerido, el esfuerzo de los entornos de trabajo en zonas controladas de radiación o la gestión de información sensible (sin duda fue crítico acreditarnos en la norma ISO 27001 de seguridad de la información), al ser instalaciones estratégicas para el país".
La entrada en la eólica marina en el año 2020, habiendo hecho proyectos de offshore de la mano de Iberdrola en el Mar del Norte “un gran reto logístico y tecnológico, al tratarse de un entorno totalmente nuevo para nosotros, que salió con mucho éxito”.
Esa transición entre sectores ha sido característica para esta entidad. Según Rocío estos cambios se han producido “de manera natural, nada forzada, aunque bien es cierto que, más que transitar nuestros sectores, podríamos decir que coexisten” pues, en aquello que van abriendo comprueban que pueden continuar aportando valor: “vamos incorporando tecnologías, innovación, y así siempre puedes dar respuestas más completas a los clientes”. De este modo no dejan ningún sector atrás y, además, de lo que van aprendiendo de los nuevos pueden dar soluciones más competitivas y mejores a los antiguos.
Como decimos, las renovables son un foco para ellos porque “se trata de un sector en el que ahora mismo hay una necesidad por el volumen de construcción que se está haciendo y por la cantidad de uso que se está impulsando de estas energías más limpias a nivel europeo”, contando además en Asturias con importantes centros de producción como pueden ser empresas como Windar, Idesa o Asturfeito. Por lo que tienen mucho que aportar en el control de la fabricación de los equipos y en la instalación posterior.
Se abren más oportunidades alineadas con las estrategias que desde el Principado se vienen impulsando. Así, en el sector de la defensa se están posicionando como un socio tecnológico de referencia en aquellos proyectos que puedan requerir digitalización en lo referente a controles dimensionales de fabricación para asegurar la calidad o a la hora de realizar ingeniería inversa en determinados elementos críticos.
Continuamente innovando
Como empresa de servicios, para Dogram no hay dos proyectos iguales. “Tenemos una tecnología de base, un conocimiento, un ‘know how’ que es transversal a cualquier tipo de proyecto, pero nosotros, al final, somos una especie de asistencia técnica, como una consultoría”, apunta Cachero. Y por esa parte más tecnológica se ve obligada a tener la visión de “estar continuamente innovando e investigando”. Ese ADN hace que participen en consorcios internacionales, como el recientemente formado entre empresas españolas y de Corea del Sur, con el que están explorando nuevas posibilidades en el exigente y prometedor campo de la fotovoltaica flotante. Dicha aproximación tecnológica ha merecido el reconocimiento del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) del Ministerio de Ciencia en Innovación.
La aspiración de Dogram es estar en consorcios mayores en los que hay experimentación de nuevos equipos industriales o nuevas maneras de hacer inspecciones; también buscan introducirse en otro tipo de organizaciones que les ayuden a hacer proyectos de innovación grandes que tienen más que ver con el control dimensional, la fabricación y la digitalización 3D. A nivel interno, dice, “continuamente estamos mejorando nuestras técnicas, procesos y herramientas que utilizamos para dar respuesta a los proyectos”.
Como objetivo futuro marcan como prioridad tener varias décadas de historia, ser una empresa consolidada y de referencia: “Somos ambiciosos en ese sentido, queremos generar empleo de calidad en nuestra región que fue una de las principales motivaciones por las que creamos la empresa. A título personal, intentar dejar un legado que perdure en el tiempo. Como se suele decir, como empresaria, lo mejor es que la marca supere tu vida...”.