La transformación digital en las pequeñas y medianas empresas implica la incorporación de tecnologías en todos los aspectos de su operación para mejorar la eficiencia, la productividad y la capacidad de adaptación al cambio.
Esta digitalización es una herramienta que convierte en competitiva la economía de regiones como, por ejemplo, Asturias. Lo cierto es que aporta numerosas ventajas, entre ellas, la de hacer la entidad más segura o, a la larga, reducir costes. Eso sí, se trata de un trabajo de fondo en el que los resultados no se van a apreciar de la noche a la mañana.
Gracias a la labor de concienciación que se lleva haciendo desde hace años, se puede decir que las empresas han ido evolucionando y han seguido, en mayor o menor medida, el ritmo que el mercado les ha ido marcando. Según Javier Franco, director de Marketing de Telecable Empresas, “ahora el nivel de digitalización les permite competir en el sector al que pertenecen. Las que no llegaron a ese nivel están expulsadas del mercado o sufriendo mucho”.
Las empresas han comprendido el grado de importancia que tiene acelerar su transición de lo analógico hacia ese plano digital si quieren sobrevivir puesto que “deben apoyarse en ello para que sus procesos de negocio sean más eficientes”. Con esto se refiere al uso de recursos humanos, materiales, tiempo que tardan en prestar servicio a los clientes, calidad…
Pero a pesar de las complicaciones que puede acarrear el proceso de transformación, y aunque de primeras los resultados parecen imprevisibles, “sus efectos secundarios son muy interesantes y cada vez más importantes”, vaticina Franco.
La dura escalada hasta llegar al pico
Cuesta alcanzar la digitalización por diversas razones. Por un lado, se piensa que la tecnología es cara porque siempre se cree que toda innovación está hecha para grandes empresas y que las pymes no tienen nada que hacer para estar a la altura. Sin embargo, dice Javier, “cada vez es más asequible”. Solo hay que ver el Kit Digital, iniciativa promovida con fondos de la Unión Europea que pone a la disposición de las pymes, y de manera gratuita, tecnología.
Sin embargo, no dio los resultados esperados por, precisamente, otro de los motivos que influyen en esa escalada hasta llegar a lo alto de la transición digital: “A la hora de escoger la tecnología hay que ver cómo implementarla en la empresa”. Es decir, dedicar horas y horas a definir cómo se va a incluir en la actividad principal de la entidad. Tiene que existir, añade Javier, “una colaboración entre un experto tecnológico y otro de negocio propio de esa empresa”, por tanto, se debe asumir una inversión en esfuerzo.
La Inteligencia Artificial no es solo ChatGPT
Dado que la tecnología evoluciona y permite desarrollar nuevos proyectos e iniciativas, las pymes deben pensar en cómo cambiar sus procesos y aprovechar esas ventajas para conseguir efectos beneficiosos de mayor eficiencia.
Así que, para lograr esa eficiencia, primero se debe hacer una traducción de la información que ofrece la tecnología. Si no existe esa comprensión por parte de quienes sostienen la empresa, no se puede alcanzar la meta: “como esa tecnología que da soporte a ese proceso es capaz de darme unos datos estructurados sobre lo que está sucediendo en mi empresa, en el proceso de ventas, de fabricación, de atención al cliente… Esos datos puedo convertirlos en información que me permite a mí, como decisor de la empresa, tomar mejores decisiones de negocio. Es decir, hay que sacar los datos fuera del proceso digital y presentarlos al decisor para ayudarle a tomar decisiones”.
Pero ¿qué tecnología se usa para transformar esos datos? Pues la Inteligencia Artificial. “Analizar esos datos para encontrar patrones que están escondidos ahí dentro requiere algoritmos que son capaces de tratarlos y de obtener patrones que el ojo humano no es capaz de encontrar. Ahí aparece la Inteligencia Artificial ya desde hace varios años. Los datos que tenemos son de lo que sucedió en el pasado, pero con ellos podemos aprender a predecir lo que va a suceder”, asegura e ldirector de Marketing de Telecable Empresas.
Por supuesto, el uso de ChatGPT como otra modalidad de IA es una opción que siempre va a beneficiar a las empresas si se sabe cómo hacerlo de la manera adecuada, porque, como señala Franco, “estamos en un momento exploratorio; tenemos que encontrar ese asistente que va creciendo y teniendo cada vez más capacidades puede ayudarnos en nuestro día a ser más productivos".
Invertir en Ciberseguridad
El desconcierto está ahí. Existe un temor a no saber usar la tecnología adecuadamente mientras que los competidores sí, o a que falle y afecte al sistema. Esta es una realidad a la que se enfrentan las medianas y pequeñas empresas, aunque a estas alturas, el desconocimiento de la herramienta no sirve de excusa viendo la rapidez a la que evoluciona.
Además, otro miedo sucumbe a este tipo de entidades: las ciberamenazas. “Ahí fuera existe una auténtica industria criminal que intenta robarnos y buscar la manera de aprovecharse de nuestra tecnología o de nuestra manera de utilizarla para buscar el modo de extorsionarnos y de robarnos la información”, asegura Javier.
Por eso la ciberseguridad va de la mano de la digitalización y, al mismo tiempo, es una forma de transición hacia esa era tecnológica. Invertir en ello desde el primer momento es crucial si se quiere mantener a salvo la estructura de la empresa.
Y aquí se presenta otro hándicap, el coste que conlleva proteger. Desde el punto de vista de Javier Franco, “cuando no pasa nada, no notas que tienes medidas de ciberseguridad. Entonces, parece que no se le da importancia; el valor aparece cuando tienes un incidente que afecta a tu negocio. Ahí sí se reconoce”.
Telecable propone soluciones
En un sentido de democratizar, es decir, de facilitar el acceso a las nuevas tecnologías a toda empresa, sea del tamaño que sea, Telecable trabaja en el proceso. Franco explica que, desde esta compañía, trabajan para “conseguir llevar a empresas cada vez más pequeñas, tecnologías que en un principio se relacionan con su implementación en las más grandes”. Y es que la digitalización comienza por las comunicaciones, así que Telecable tiene la batuta a la hora de prestar el servicio inicial que las empresas necesitan para arrancar el cambio.
En el campo de la red móvil, están invirtiendo y avanzando para tener las mejores capacidades como “5G, por supuesto, pero me gusta destacar que tenemos la mejor cobertura móvil del mercado”. Ante la vulnerabilidad por parte de las pymes a que falle la tecnología, Telecable propone soluciones que las protegen ante este tipo de riesgos, y también ofrecen herramientas de ciberseguridad que ponen a disposición mediante un experto digital que ayuda a implementarlas.
Disponen también de una propuesta de servicios Cloud “para ayudar a que cada empresa encuentre la manera de aplicarlo a través de un trabajo de personalización y adaptación”. Y en el ámbito de la explotación de los datos, de momento están en las empresas más grandes, pero intentan “bajar este tipo de proyectos a empresas cada vez más pequeñas”.