Hay una tecnología que es el secreto mejor guardado de los últimos años para ahorrar tiempo y para gestionar mejor las comunicaciones y redes de las empresas: SD-WAN. El acrónimo se refiere a "software-defined wide-area network" (o "redes definidas por software"), pero el nombre es lo de menos. Lo importante, según cuenta Daniel Jiménez, es que en un entorno en el que las redes de telecomunicaciones están alcanzando máximos de velocidad, esta tecnología permite hacer un uso avanzado de las mismas, con funcionalidades como conexión privada entre las sedes de una empresa (VPN), seguridad en la navegación por internet, conexión en remoto a los servicios de la empresa o priorización del ancho de banda en función de las necesidades del negocio.
"¿Cuánto tiempo y por lo tanto dinero vale eso?", se pregunta el directivo de la tecnológica que, por contra, explica que, hasta ahora, solo reconfigurar el wifi de una empresa con tres sedes exigía ir a cada una a instalarla, mientras ahora, gracias a la tecnología SD-WAN, el responsable de IT puede realizar cualquier cambio desde una especie de control en la nube que surte efecto en todas las redes de la empresa. El sistema, además, permite dotar de herramientas de productividad a los trabajadores en movilidad y dar prioridad, por ejemplo, a la velocidad de las aplicaciones de ventas en momentos críticos, frente a otras menos útiles en ese instante.
El otro punto fuerte de la tecnología SD-WAN es que logra aunar todas esas funcionalidades bajo un paraguas de seguridad más que robusto, aplicando funciones avanzadas de firewall de aplicaciones, web filtering, protección de intrusiones y antimalware, entre otros. En definitiva, una solución que permite a las PYMES optimizar su negocio accediendo a prestaciones que hasta ahora solo estaban al alcance de compañías con un avanzado nivel tecnológico.
