Nacida en 1967 en Gijón, formada como periodista, acumula una experiencia de 20 años en Castroalonso, gestionando un equipo multidisciplinar que da servicios a pymes y entidades de todo el país desde el Parque Tecnológico de Gijón.
¿Qué papel desarrolla en Castroalonso?.
Soy directora de proyectos. Intento organizar y diseñar el trabajo, distribuir a los compañeros y a veces, no siempre lo logro, incentivarlos, ilusionarlos, crear equipo. También superviso el área de comunicación y marketing. Trabajo en una pyme, al final todos hacemos de todo.
¿Qué queda en la actualidad de los primeros años de Castroalonso?.
Lo más importante: los valores. El poso, las mimbres. Lo que ahora llaman el ADN. Y vocación de ir por delante, innovando, siempre hemos tenido las arterias tecnológicas, digitales.
¿En cuántos proyectos ha participado y de cuáles se siente más orgullosa?
En muchos y muy diferentes. Son ya unos cuantos años... Me siento más orgullosa del proyecto actual, del que estamos viviendo en estos momentos. Un proyecto ilusionante y transformador. La compra del edificio en el Parque Científico Tecnológico de Gijón marcó un antes y un después el pasado año. En 2020 la consolidación del área tecnológica y la incorporación de profesionales llegados de distintas ramas y empresas, con experiencias diversas tanto profesionales como personales, lo estoy viviendo todo con muchísima ilusión. Profesionales talentosos con ganas de implicarse en el proyecto de transformación y además, buenas personas. Yo siempre les digo que CASTROALONSO es una organización un tanto raruna. Por momento parecemos una startup, pero tenemos más de 30 años....
¿En qué mercados y sectores trabaja Castroalonso?
Nosotros en estos momentos nos centramos fundamentalmente en la Administración y en empresas de todos los sectores con cierto tamaño. Nuestro objetivo es ofrecer servicios diferenciadores que aúnen lo legal, lo económico y lo tecnológico. Se trata de llevar a cabo una consultoría más compacta, del siglo XXI.
¿Qué diferencia Castroalonso de una firma más tradicional?
Fundamentalmente que no somos un "despacho". No somos solos abogados, tampoco somos solo ingenieros. No aportamos solo apoyo económico financiero a las organizaciones, ni tampoco somos consultores de normas ISO o ENS. Digamos que somos todo eso a la vez.
Somos una organización tecnológica compuesta por profesionales de distintas ramas (abogados, economistas, politólogos, ingenieros, o yo misma que soy periodista). Las empresas necesitan de abogados expertos en tecnología pero en nuestra opinión, siempre acompañados de tecnólogos que destaquen o tengan experiencia por ejemplo, en ciberseguridad.
¿Cómo puede ayudar Castroalonso a las empresas asturianas?
En primer lugar, CASTROALONSO y nuestra nueva marca tecnológica BLOOM VERTECH lo que pretende es sobre todo concienciar, convencer de que no hace falta salir de Asturias para recibir asesoramiento de alto valor. Que una pyme puede ofrecer servicios tecnológicos, jurídicos, de consultoría de normas, de gobernanza, de compliance, de ciberseguridad a cualquier empresa o Administración del país desde Gijón. Aportamos un paquete global de servicios a través de herramientas y procesos ágiles que hemos conseguido tras años de experiencia.
¿Cómo se une el derecho con la tecnología?
Pues de forma natural. No se puede entender la una sin la otra. Es como si me preguntara qué relación hay entre el hombre y la máquina o entre la tecnología y la economía. El sector jurídico ha sido uno de los que más ha tardado en abordar la revolución digital aunque como digo en CASTROALONSO siempre hemos estado en permanente estado de digitalización. El término Legaltech, definido como la aplicación de la tecnología a la prestación o comercialización de servicios legales, ha venido para quedarse. No se trata ahora de utilizar herramientas digitales sino de manejar, como he dicho anteriormente, en este mundo digital a la vez diferentes materias, una de ellas, trascendental, el Derecho.
¿Están las empresas concienciadas con los ciberataques y la protección de datos?
Lamentablemente no. Y por eso hablaba antes de sensibilización, formación, concienciación... Sabemos a ciencia cierta que organizaciones con cierto calado empiezan a diseñar ahora servicios de ciber pero queda mucho por hacer y ahí estamos nosotros intentando crear foros de debate y de divulgación. Pretendemos que nuestro edificio del PCTG sea un lugar de encuentro para todos esos profesionales que están interesados por un motivo u otro en la ciberseguridad o en la seguridad de la información en general desde los distintos ámbitos. Por ejemplo, con la constitución de la Asociación Arco Atlántico de Ciberseguridad y Entorno Digital tenemos como objetivo aunar esfuerzos, crear sinergias, investigar y colaborar con empresas u organismos como la Universidad. Otra de nuestras propuestas de sensibilización y divulgación es la jornadas que celebraremos este mes de marzo en el edificio de Servicios Múltiples de la Autoridad Portuaria de Gijón. Son proyectos con vocación nacional o internacional porque nosotros entendemos el negocio de forma muy global.
¿Qué temáticas nos vamos a encontrar el día 26 de marzo en "Ciberseguridad al descubierto"?
Pues intentamos que esté casi todo lo que tiene que estar aunque el tiempo es el que es y el tema apasionante y da para mucho. Como digo son muchas las vertientes que se tocan y todas están al final interconectadas: ámbito jurídico, económico, ético y puramente técnico como el blockchain, la informática cuántica, la seguridad en la nube... la inteligencia artificial. Todo tiene que ver con la ciberseguridad.
Parece haber un boom de ciberataques en los últimos meses a grandes empresas, ¿pueden estar tranquilas las pymes, o estos ataques no entienden de tamaños?
Los ciberataques no distinguen entre pequeñas, medianas o grandes empresas, de hecho, las PYMES representan el eslabón más débil de la cadena, pues cuentan una limitación de recursos asignados para hacer frente a las amenazas tecnológicas. Si bien la superficie de exposición en una PYME es relativamente baja, un ataque complejo articulado por artefactos multicapa, puede no detectarse a tiempo y por consiguiente incrementar su dificultad de mitigación.
En cuanto a legislación, ¿queda mucho por hacer en ciberseguridad?
Como en todo la leyes van tardías o existen muchos marcos normativos. La tecnología es inquieta y la durabilidad de todo lo suyo muy reducida. No obstante, se dan pasos importantes como por ejemplo el propio RGPD o el Reglamento de Ciberseguridad de la UE que al final lo que pretende es mejorar la resiliencia cibernética y aumentar la confianza en el Mercado Único Digital. Además fortalece ENISA, la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad. Damos pasos. Cada vez más firmes pero sí, hay mucho por hacer y creemos que para evitar situaciones adversas, las empresas debemos trabajar mano a mano con las administraciones.
¿Cuáles son los próximos retos de Cristina y de Castroalonso?
El resto es el mismo: afianzar nuestra marca dentro y fuera de nuestras fronteras. Ser un lugar de referencia en materia ciber, crecer y hacer crecer a los míos y que finalmente todos estemos felices trabajando en CASTROALONSO aunque algún día sea duro porque para nosotros, y vuelvo al principio, lo primero son nuestros valores, nuestra razón de ser. Lo más importante es que cada día sea apasionante y que cuando salgamos del trabajo nuestra vida lo sea también.