España se mantendrá firme en su decisión de aprobar la tasa Google pese a la amenaza de la Administración Trump a Francia por un impuesto similar: aranceles de hasta el 100% sobre los productos galos. Con este tributo, que gravaría con un 3% los ingresos procedentes de la venta de datos, comercialización de productos y publicidad online de aquellas empresas que facturen 3 millones al año en España o 750 millones de euros en todo el mundo, se pretendía recaudar 850 millones de euros para las arcas nacionales. Por su parte, el sector de las exportaciones español teme que esta imposición pueda traducirse en nuevos aranceles.
Según indica El País, Estados Unidos responde al impuesto que aplica Francia a las grandes compañías de Internet con la introducción de un arancel de hasta el 100% a productos importados por valor de 2.400 millones de dólares. El presidente Donald Trump ya advirtió en julio que actuaría si la investigación de la Oficina de Comercio Internacional determinaba que la tasa Google penaliza a las empresas estadounidenses. También advierte que emprenderá acciones similares contra otros países.
Además añaden que España mantendrá su apuesta de aprobar un impuesto sobre determinados servicios digitales en cuanto se constituya formalmente un Gobierno, según fuentes del Ejecutivo en funciones, pese a la amenaza de EE UU a Francia por un tributo similar. Fuentes del Ministerio de Hacienda recuerdan que la decisión corresponderá al próximo Ejecutivo. No obstante, la medida figura en el programa electoral del PSOE para los comicios del pasado 10-N.
Según Vozpopuli, la aprobación de un gravamen de forma unilateral por parte de un país de la Unión Europea, como pueden ser Francia o España, genera una clara situación de indefensión, tal y como explica Bonet.
"Es más efectivo defenderse de una subida de aranceles si se responde con otra subida pero de forma coordinada, es decir, si lo hace toda la Unión Europea. La misma situación de Francia podría darse en España si se aprueba la tasa Google en nuestro país, y no tendríamos posibilidad de responder con más aranceles. Las leyes europeas impiden realizar una subida de forma unilateral. Por no hablar de que no es lo mismo que un único país responda con otra subida de impuestos a productos EEUU que si lo hacen todos los Estados miembros al mismo tiempo", concluye Bonet.