Nos acercamos al Parque Tecnológico de Asturias, en concreto a la sede de Asturgar SGR para charlar con su director general, Ángel Rodríguez, con el objetivo de conocer la visión que tiene acerca de cómo está siendo este ejercicio para la entidad, sus retos y oportunidades de cara al futuro, pero sobre todo para conocer en profundidad la herramienta ‘Autónomo Ágil’ que presentaron el pasado mes de junio.
¿Podrías hacer un balance de cómo está viviendo Asturgar este año? ¿Alguna novedad con respecto al anterior?
Estamos, desde el año pasado y hasta el que viene, en un plan de crecimiento con unas líneas estratégicas que nos marcamos muy claras: tener más presencia como financiadores independientes en las empresas asturianas; otra es un proceso de modernización interna que pasa por la digitalización y la mejora en tiempos y que no deja de redundar en dar un mejor servicio a las pymes; y luego también tenemos un interés en colaborar en el traslado de políticas públicas en Asturias.
Por ejemplo, queremos estar fuera del territorio central, contribuir a estar en las alas, a fijar territorio y a crear empresas donde probablemente sea más difícil. Eso va aparejado con una necesidad de crecimiento, de cada vez abordar más empresas, más volumen de financiación y de impresión inducida a las entidades y al territorio asturiano.
Este año estamos razonablemente contentos. El año pasado fue excepcional, tuvimos un crecimiento del 25% porque estuvimos muy apoyados por un programa de financiación bonificada de las inversiones que nos venía del Ministerio, muy centrado en inversiones de tamaño grande y vinculadas a criterios de sostenibilidad. Estuvimos presentes en muchas empresas asturianas con proyectos importantes de volúmenes grandes tanto como entidades como en financiación o empleo.
Este año vamos creciendo también pero no en los niveles del anterior ejercicio porque ese programa ha desaparecido. Ahora estamos centrados en lo que es nuestro objetivo habitual: pyme, micropyme, autónomo… Estamos haciendo bastantes más operaciones de aval pero no de tantos importes. Somos más capilares, es decir, estamos llegando a más empresas de menor tamaño. Mantenemos los niveles de inversión y sí que crecemos en lo que es circulante, para las operaciones del día a día como facturas, pólizas de crédito, descuentos… Y también en una parte importante de nuestra labor como son los avales técnicos.
¿Qué objetivos os habíais planteado y ya se han realizado?
Por ejemplo, que vamos por encima del presupuesto. Este año queremos cerrar con unos 45 millones de riesgo vivo, lo que supone estar casi por encima de los 125 millones de inversión inducida; nuestra idea es acabar el año que viene con alrededor de 65 millones de riesgo vivo.
Además, tenemos como 1.600 socios en pymes para este trienio y nos planteamos llegar a 1.800; estamos hablando de unas 125 empresas al año y pensamos en 2025 acercarnos lo máximo posible a las 200. Es una inercia de bastante crecimiento con cada vez más empresas asturianas apoyadas.
Una de las iniciativas que arrancó este 2024 fue ‘Autónomo Ágil’, que surgió tras detectar que los autónomos han de enfrentarse al gran problema que es conseguir financiación. ¿Puedes contar con detalle de qué modo lo soluciona?
Ha sido fruto de la experiencia. Nosotros trabajamos con autónomos y pymes, tanto con pequeñas como con medianas. Siempre hemos pensado que podemos hacer más por los autónomos y, además, nosotros como sector hacemos un análisis de por dónde van las tendencias de financiación o las dificultades y necesidades en general. Siempre nos salía que los autónomos tienen más complicado el acceso a la financiación, quizás por su tamaño o por lo que llamamos el tiempo dedicado. Probablemente la financiación no sea una de sus prioridades salvo cuando le aprieta, pues en el día tiene cosas más importantes en las que pensar.
Tienen también menos capacidad de negociación con las entidades, lo cual se traduce en peores plazos, más altos tipos de interés… Por lo que decidimos apostar por una herramienta que les pueda facilitar el acceso a la financiación, la cual, entendimos, tenía que ser sencilla y así la diseñamos: más simple documentalmente y desde el punto de vista del procedimiento, pues tienen poco tiempo. Que sea ágil, que tenga la respuesta muy rápida, porque al ser cantidades pequeñas tampoco requieren de un análisis tan profundo.
La herramienta es, además, 100% digital, con lo cual no tienen que mover papeles ni desplazarse, lo que nos permite que podamos atender autónomos en Luarca, Navia, Llanes… Sin que tengan que venir hasta Asturgar.
Entrando en la página de autónomo ágil, introduciendo tres datos básicos de facturación, ingresos y endeudamiento del autónomo, en poco tiempo tiene pre aprobada la operación los autónomos de más de tres años de funcionamiento. Esto no quiere decir que a quienes no cumplan con esos tres años o las características de riesgo de cifras que les pedimos no les vayamos a atender, sino que se derivan al canal normal. Con la documentación mínima, arrastrando pdfs, hemos simplificado el procedimiento de análisis interno y en 48 horas tienen la respuesta de si la operación está concedida en firme para irnos a firmar.
Podemos hacer operaciones de inversión de hasta 50.000 euros en 84 meses y de circulante hasta 30.000 euros en 50 meses siempre en forma de préstamo. Los tipos son fondos que nos llegan a través del ICO y van en función de la evolución; ahora mismo está en el 3,5% y para operaciones de autónomas (mujeres) o relacionadas con la sostenibilidad, en el 3,25%. Tiene accesibilidad desde cualquier dispositivo móvil.
¿En qué se diferencia esta herramienta de otras? ¿Qué valor añadido aporta?
Nos gusta hablar de agilidad y sencillez. Todos queremos las cosas rápidas y sencillas, y los autónomos más. Además, cuando hablamos de financiación siempre estamos pensando en algo muy complejo y extraño, por lo que todo lo que sean acercamientos amables, sin mucho papeleo y ágiles son de agradecer. En Asturgar hace ya seis o siete años que estamos digitalizados para comodidad de los clientes y llegar hasta el último rincón del territorio, lo cual sin una herramienta online sería imposible.
¿Cómo la estáis dando a conocer en la región?
Salió a finales de junio y el proceso de difusión lo estamos casi empezando ahora. Hicimos un aterrizaje suave con asociaciones empresariales y estamos intentando trasladárselo a todas las que conocemos, sobre todo a las que tienen autónomos, como es la unión de comerciantes, las cámaras de comercio, a la patronal de los talleres… Incluso colegios profesionales que tratan mucho con autónomos, como graduados sociales, economistas…Explicarles la herramienta y que puedan, a través de sus redes, transmitirlo.
Por otra parte, también con estas asociaciones estamos haciendo eventos y queremos ir replicándolo. Es una herramienta que ha venido para quedarse, no es tan solo una campaña, así que lo vamos a ir implantando porque partimos de la base de que tenemos un 12% de nuestra actividad en autónomos y nos parece que tenemos que subirla. Además, el hecho de hacer esa difusión a través de asociaciones y eventos nos va a ir dando mucha presencia en el sector.
¿Qué impacto está teniendo? ¿Cuántos autónomos ya la han solicitado en estos meses?
Hemos ya distribuido a cientos de autónomos y estamos esperando recoger frutos todavía. Es un poco pronto para hablar de datos.
¿Qué desafíos os planteáis para próximos años?
Además de ese crecimiento que comenté, tenemos la idea de ir adaptándonos a las necesidades que tienen las empresas asturianas. Este último trimestre queremos poner a disposición de las empresas un préstamo para necesidades de circulante. Hemos detectado, hablando con los bancos, que hay cierta demanda financiera de ese producto, así que queremos hacer un proceso similar al que llevamos a cabo con los autónomos, aunque no puede estar tan automatizado porque es una cosa diferente.
Y también acaba de salir una concertación que prevé medidas para facilitar el acceso a la financiación a las pymes y a las empresas asturianas, porque es una de las palancas del crecimiento y del funcionamiento, y ahí figura el desarrollo de líneas bonificadas a través del aval de Asturgar que permitan que a las pymes les llegue la financiación con un abaratamiento importante de costes. Pensamos que el año que viene podremos tener esas líneas en vigor.
Y luego estamos trabajando en intentar que alguna entidad cree un fondo de deuda para que nosotros podamos avalar las operaciones y que llegue a las empresas un tipo de financiación no bancaria que sea complementaria.
¿Qué oportunidades se avecinan?
Por ejemplo, todo el tema de los fondos europeos y subvenciones, fondos de transición justa… Una de nuestras actividades es el aval de anticipo de subvención: cualquier empresa que tenga una subvención y las bases prevean la posibilidad de anticiparla, el de Asturgar lo hace y además libera riesgo del banco.
Asimismo, tenemos avales digitales y las administraciones se están digitalizando en cuanto a la recepción de los mismos, de esta manera ni la empresa ni nosotros nos tenemos que desplazar, sino que se presenta telemáticamente. Nuestra posición es importante para estos tipos de avales.
Por último, las líneas de sostenibilidad son una oportunidad para nosotros, pues nos permiten favorecer la inversión de las entidades en este terreno. Somos una herramienta importante en este sentido.