¿Cómo convertir la industria en una más digitalizada y no perderse en el intento? Para responder a esta cuestión la Oficina Acelera Pyme de la Federación Asturiana De Empresarios (FADE), en colaboración con FEDA (Federación de Empresarias y Directivas de Asturias) y la empresa HELIX, organiza la jornada ‘Transformación digital en la industria: pasos hacia una fábrica inteligente’ que tendrá lugar el próximo jueves día 27 en la sede de FADE a partir de las 9.30 horas. El objetivo es explorar cómo este tipo de empresas pueden superar las barreras del miedo y el desconocimiento para embarcarse en dicho proceso.
Durante la sesión, se analizarán las distintas fases hacia la creación de la fábrica inteligente, proporcionando una visión clara y práctica del camino a seguir. Se presentará una guía recomendada, además de identificar las herramientas clave necesarias para detectar oportunidades de mejora y maximizar el retorno de inversión en digitalización, todo ello adaptado a la realidad del tejido industrial asturiano.
Será una sesión didáctica, interactiva y orientada a la acción, diseñada para ayudar a las empresas a dar el salto hacia la digitalización y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la cuarta revolución industrial en la que ya estamos inmersos. Para ello, contará con Ángel Berrocal, CEO de HELIX, y Antonio Molero, encargado de Desarrollo de Negocio, Digitalización y Sostenibilidad en dicha entidad. “Queremos demostrar que la digitalización no es un salto al vacío, sino un proceso estructurado y progresivo, y para ello, durante esta jornada presentaremos una hoja de ruta clara y accesible, que sirva como guía para que la industria asturiana aproveche al máximo las oportunidades que brinda la tecnología”, apuntan.
HELIX, 30 años de automatización industrial
HELIX es el resultado de más de 30 años de experiencia en automatización industrial transformada en una suite de software que no solo optimiza los procesos tradicionales de la industria, sino que abre un abanico de posibilidades innovadoras. “A lo largo de estas tres décadas, hemos aprendido que la tecnología, cuando se aplica con inteligencia y visión estratégica, no solo mejora la eficiencia, sino que impulsa la evolución de las empresas y les ayuda a descubrir nuevas oportunidades”, asegura Antonio Molero.
En un entorno donde la transformación digital es cada vez más acelerada, dice Molero, “queremos asegurarnos de que nuestras soluciones no solo resuelven los retos actuales, sino que sirven como un trampolín hacia el futuro”. Y es que la misión de HELIX es muy clara: aumentar el valor de las empresas de sus clientes mediante la aplicación de tecnología. Y lo consiguen a través de la optimización de los procesos tradicionales de ingeniería e innovando y explorando nuevos horizontes.
En HELIX saben que la receta para conseguir esa tan necesaria digitalización va más allá de la implementación de tecnología. Se trata también de “empoderar a las personas que la utilizan”. Por eso, durante todo el proceso, sus clientes nunca están solos. Pero, ¿a través de qué servicios o soluciones se acompaña a las empresas en ese camino? Para empezar, realizan un diagnóstico profundo a través del cual identifican oportunidades de mejora y definen una ruta personalizada.
Luego llega la aplicación de la tecnología: “Uno de los mayores desafíos en la industria actual es la implementación de tecnologías disruptivas, como la Inteligencia Artificial Generativa. Sin embargo, este tipo de herramientas no se pueden adoptar de la noche a la mañana. Para que la IA sea realmente útil y genere valor, es fundamental construir cimientos sólidos de datos confiables, integrando las diferentes fuentes de información de una fábrica”. Con este enfoque estructurado, alineado con la estrategia de cada empresa, “conseguimos optimizar operaciones, mejorar la experiencia del cliente y, sobre todo, potenciar la eficiencia y la competitividad en un entorno cada vez más digitalizado”, explica el encargado de Desarrollo de Negocio, Digitalización y Sostenibilidad de HELIX.
Otra pata importante para esta entidad es la sostenibilidad. Por ello, tratan de que en el proceso de transformación digital, cada proyecto se diseñe teniendo en cuenta la minimización del impacto ambiental y el uso eficiente de los recursos “reduciendo sus consumos energéticos, optimizar el uso de materias primas y disminuyendo desperdicios, contribuyendo así a un crecimiento responsable y resiliente”.
Desafío tecnológico, cultural y humano
Uno de los mayores desafíos que enfrentan las empresas industriales al abordar la transformación digital “no es tecnológico, sino cultural y humano”. La resistencia al cambio “es una barrera profundamente arraigada en muchas organizaciones, especialmente en aquellas que han operado durante décadas con procesos tradicionales”, dice Molero.
Ese temor a lo desconocido, a perder el control, y la creencia de que la digitalización terminará poniendo en riesgo la estabilidad operativa o los puestos de trabajo se traduce en “una reticencia a invertir en nuevas tecnologías, en dudas sobre su retorno real y en la dificultad de alinear a toda la organización en torno a un mismo objetivo”. Sin embargo, cuando las personas comprenden el porqué de la transformación digital y se sienten parte activa del proceso, “el cambio se convierte en una oportunidad en lugar de una amenaza”.
A grandes rasgos, algunas claves para superar las barreras mencionadas son poner a las personas en el centro del proceso de transformación, planificar la transición para minimizar el miedo al cambio, formar y capacitar para transformar el miedo en motivación, o mostrar casos de éxito reales para generar confianza. El procedimiento sería el siguiente: “Para empezar, hacer un ejercicio de autoconocimiento. Luego, definir el motivo, realizar una planificación estratégica, capacitación y cambio cultural, implementación y seguimiento”.
Es vital tener en cuenta que no siempre son las herramientas tecnológicas las que permiten detectar oportunidades de mejora en los procesos industriales: “la forma de abordar esta tarea dependerá, en gran medida, del grado de madurez digital de la empresa”. Una vez interiorizada esa parte de autoconocimiento y dado el paso, la tecnología sí puede desempeñar un papel clave en la detección de oportunidades de mejora con herramientas como Big Data, Analítica Avanzada, Inteligencia Artificial, Machine Learning, Gemelos Digitales, Plataformas Integradas y Process Mining.
La digitalización en la industria asturiana
Aunque en Asturias existen características propias de la región, “lo más importante es comprender los motivos específicos de cada empresa e industria, adaptando la estrategia digital a su contexto particular”. En este sentido, instituciones como FADE o FEDA, considera Antonio Molero, “juegan un papel clave, ya que fomentan la colaboración entre empresas, permitiendo que se compartan experiencias y conocimientos”.
Asturias “se encuentra en un momento clave en su camino hacia la digitalización, un proceso que debe afrontarse sin perder su sólida tradición industrial”. Para lograrlo con éxito, dice, “la región debe superar varios retos fundamentales”.
Por un lado, el crecimiento económico y la modernización empresarial: “con una creciente brecha entre personas activas e inactivas, la digitalización puede desempeñar un papel clave en la revitalización del tejido productivo”, afirma Molero; la atracción y retención de talento digital, pues “muchas empresas asturianas tienen dificultades para encontrar profesionales con competencias digitales”; la seguridad y protección de datos, por lo que “la inversión en ciberseguridad será clave para garantizar que las empresas avancen”; la resistencia al cambio y la adaptación cultural, puesto que “muchas empresas llevan décadas operando con los mismos procesos, lo que genera incertidumbre”; y el fortalecimiento de la infraestructura tecnológica, por el hecho de que “la región cuenta con recursos hídricos y eléctricos estratégicos que pueden atraer inversiones en sectores como los centros de datos”.
Las Oficinas Acelera pyme puestas en marcha en toda España por Red.es, entidad pública adscrita al Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, cuentan en su segunda convocatoria 2022 con un importe de ayuda concedida de 11.830.851,68€, siendo el importe de la ayuda máxima el 80% del presupuesto subvencionable. El beneficiario cofinanciará el porcentaje restante. Las actuaciones están financiadas con cargo al Programa Operativo Crecimiento Inteligente, Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER) del periodo de programación 2021-2027.
