El comercio electrónico se fue introduciendo poco a poco. Comenzó empleándose únicamente para adquirir bienes como podían ser los billetes de avión o de tren de la web de empresas tradicionales, que nos eran muy familiares. Después empezó a usarse para buscar paratos eléctricos, libros o música. Y finalmente, nos atrevimos con la ropa. Actualmente, ya nada lo puede parar, a través de él adquirimos todo tipo de bienes y servicios. Y los últimos datos lo demuestran.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) muestra que la facturación de este tipo de comercio en España presenta un crecimiento interanual de dos cifras. En concreto, en el período que va desde el primer trimestre de 2018 hasta el primer trimestre de 2019, las ventas a través de este cabal habían crecido más del 22% en valor. Las compras online que realizamos se elevan ya a 10.969 millones en un año, cuando hace cinco apenas llegaban a los 3.578 millones. Esta misma tendencia la podemos observar si nos fijamos en otro factor, en el número de transacciones que se realizan mediante el e-commerce. En el primer trimestre de 2014 no llegaban a los 60 millones, en ese mismo período en 2019 superaban los 200 millones. El comercio electrónico en España ya es una realidad habitual en nuestro día a día.
Motivos del éxito
Que el comercio electrónico es una realidad habitual también nos lo demuestra el Estudio Anual de e-Commerce llevado a cabo por IAB Spain, según este, siete de cada diez encuestados confirman que ya compran online. ¿Y cuáles son las razones por las que lo hacen?: la comodidad(97%), las ofertas y variedad de productos que nos permite encontrar(95%), el precio (93%) y la confianza (71%).
Es un hecho que poder ir de compras desde cualquier lugar y en todo momento es la motivación principal por la que nos decidimos a participar en él. Si nos fijamos en el caso de las empresas que cuentan con punto de venta tanto online como físico, la comodidad y el ahorro de tiempo son las principales razones por las que optamos por visitar la e-commerce.
Por otro lado, es interesante ver qué es lo que compramos online. Sgún la CNMC, las ramas que concentran mayor volumen de ventas son las relacionadas con el viaje y el turismo, aunque la moda también se cuela entre ellas.
La rentabilidad como atractivo:
Cada día son más las empresas que se atreven a emplear el comercio electrónico. Es una manera muy asequible, accesible, de poder probar nuevos negocios si lo comparamos con el comercio tradicional. Además, permite escalar otros negocios ya formados de forma rápida y sencilla. Una de sus principales ventajas es la rentabilidad ya que permite incrementar los beneficios recibidos sin necesidad de llevar a cabo grandes inversiones.
A pesar de esto, hay que tener en cuenta que triunfar en el comercio electrónico no es tan sencillo como crear una página web y sentarse a esperar resultados. Si partimos del caso de los negocios que decidan integrarlo en su actividad, es necesario incluirlo dentro de su propia estrategia, tenerlo en cuenta en sus decisiones y ver que todo guarde una coherencia. Es decir, deberá pasar a ser parte de su proceso e transformación digital y estar en línea con sus objetivos.
Si partimos del otro caso, de un nuevo negocio cuyo canal de venta va a ser exclusivamente online, el objetivo es similar. Al tratarse de una nueva empresa requiere el desarrollo de una idea inicial, la creación de un plan de negocio y la obtención de los recursos necesarios para iniciar el proyecto.
Maximización de los beneficios de la venta online en tú negocio
Hay una serie de características que no debemos pasar por alto si queremos sacarle el máximo beneficio:
- Planificación previa: Antes de nada hay que sentarse a decidir cuestiones como: Establezco mi propia tienda online o me integro en un marketplace?¿Qué características tiene el mercado al que me dirijo?¿Cómo será mi modelo de negocio?¿Qué lesgilación debo tener en cuenta? Establecer una estrategia de negocio online que abarque objetivos a corto, medio y largo plazo es totalmente necesario para tener éxito.
- Identifica a tu comprador tipo: Hay que llevar a cabo una investigación sobre las características y el perfil del cliente. Todo esto ayudará a incrementar no solo las ventas sino también la recurrencia de las compras. Ya identificadas esas carcterísticas hay que pasar a crear el cliente tipo para darle una denominación, recogiendo así mismo aspectos de su fomra de vida, constumbres, necesidades y motivaciones. Todo esto con el objetivo de tenerlo presente a lo largo de cada etapa de desarrollo del negocio.
- LLevar acabo un plan de marketing online: lo que implica dar a conocer tu negocio. Esto va más allá de anunciarse en las redes sociales o cuidar el SEO on page. Cada movimiento deberá hacerse con un sentido y persiguiendo unos objetivos previos fijados en el plan. Junto con esto, algo imprescindible será hacer un seguimiento de los resultados para ver si estás en el camino correcto o tienes que hacer un replanteamiento de la estrategia.
- Algo que también es fundamental es la logística, es decir, cómo vas a hacer llegar tus productos al cliente. Debes plantearte qué canales usarás, con qué proveedores vas a tratar y qué nivel de servicio estás dispuesto a ofrecer. Todo sin olvidar la logística inversa que pasa por tener en cuenta lo política de devoluciones, algo importante por el alto coste que puede suponer, por lo que esta deberá establecerse de acuerdo con la legislación y los objetivos.
- La atención al cliente es imprescindible ya que la reputación de tu negocio requiere muchos cuidados. Conviene dejar bien establecidos los canales adecuados para solucionar incidencias y asegurarse de fijar unas líneas de actuación claras para que los encargados sepan como hacer frente a cualquier consulta o conflicto que pueda surgir. En este sentido, el hecho de que el comercio electrónico te permita conocer a los clientes hace posible el anticiparse a los problemas, incluso llevar a cabo ofertas personalizadas.
Fuente: Caixabank