ENRIQUE FERNÁNDEZ - CONSEJERO INDUSTRIA, EMPLEO Y PROMOCIÓN ECONÓMICA

“Los desafíos pasan por afrontar el doble reto de la transición ecológica y tecnológica”

Enrique Fernández, Consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica del Gobierno del Principado de Asturias / Marta Martín Heres
photo_camera Enrique Fernández, Consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica del Gobierno del Principado de Asturias / Marta Martín Heres

Enrique Fernández (San Martín del Rey Aurelio, 1974), es Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Oviedo. En 2019, se convierte en el nuevo Consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica del Gobierno de Asturias.

Ya se ha cumplido el primer trimestre de 2021, ¿cómo ha sido el comienzo de año para la industria asturiana?

La situación de la industria asturiana no está siendo ajena a la del conjunto de la economía asturiana, española y europea, que sigue condicionada por la evolución de la pandemia sanitaria. A pesar del fuerte impacto de la crisis en la actividad económica, la industria regional ha resistido mejor que otras actividades y las principales empresas o sectores tractores, en líneas generales, han podido mantener su actividad y algunas incluso mantienen buenas perspectivas para 2021 como ocurre con la siderurgia, el zinc, los astilleros y los fabricantes de productos agroalimentarios. La recuperación vigorosa de la economía y del empleo depende de que logremos doblegar la expansión del virus y de que se avance en los ritmos de vacunación.

Es importante destacar que la industria ha podido mantener su actividad aplicando protocolos de actuación seguros y que no se han producido pérdidas irreversibles en las grandes compañías industriales de carácter sistémico, si bien el impacto ha sido importante en empresas de tamaño mediano.

¿Cree que se está poniendo demasiado el foco en los Fondos Europeos?

Los fondos europeos van a ser una gran oportunidad para la generación de empleo y de actividad económica y para avanzar en los procesos de transición tecnológica y ecológica en subsectores industriales como la generación de energía y la cadena de valor asociada a las energías verdes o renovables. Ahora bien, es importante tener en cuenta que no todos los proyectos van a poder llevarse a cabo porque habrá una selección por parte del Estado en virtud de diferentes criterios como la capacidad transformadora, de generación de empleo y la dinamización del territorio donde se desarrollen. Por eso hace desde la Consejería de Industria hemos querido llamar a la prudencia sabiendo las grandes expectativas que este asunto genera.

Enrique Fernández, Consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica del Gobierno del Principado de Asturias / Marta Martín Heres

Enrique Fernández, Consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica del Gobierno del Principado de Asturias / Marta Martín Heres

Tampoco debemos perder de vista que cualquier proyecto de inversión depende del grado de maduración de la idea, de la tecnología que se plantee como en el caso de algunas actividades energéticas con nuevos desarrollos y, especialmente, de los porcentajes de cofinanciación que aún desconocemos y son claves para garantizar la viabilidad de las inversiones propuestas. Estamos trabajando en la selección de los proyectos que pueden ser financiados por Europa.

¿Cuál es la clave para conjugar proyectos que sirvan para la recuperación inmediata pero también sean transformadores en el largo plazo?

Los objetivos del Next GenerationEU se dirigen a promover proyectos que restauren el potencial de crecimiento de las economías de la Unión Europea, fomenten la creación de empleo tras la crisis y promuevan el crecimiento sostenible. Sobre estos tres pilares la Comisión Europea ya ha manifestado que solo se financiarán actuaciones que supongan un cambio estructural y tengan un impacto duradero sobre la resiliencia económica y social, la sostenibilidad, la competitividad a largo plazo y el empleo. Y eso pasa, por ejemplo, por la inversión en capital humano a través de la mejora de la educación, la  formación, la salud y la protección social. También por priorizar el capital fijo (las infraestructuras y los ecosistemas de I+D+i...) o la inversión en capital natural, es decir, el desarrollo de fuentes de energía sostenibles, la protección y restauración del medio ambiente o la mitigación y adaptación al cambio climático.

En este marco una de las claves es que todo lo que hagamos tenga una incidencia directa en la transformación del territorio a través de proyectos e iniciativas transversales que promuevan la colaboración público-privada. Proyectos, no obstante, que han de ser viables, innovadores y competitivos.

¿Qué actividades se consideran transformadores según esas prioridades?

Hay siete ámbitos estratégicos por su efecto arrastre para la economía y el empleo y la capacidad para aprovechar las ventajas de los procesos paralelos de transición digital y ecológica: la aceleración del desarrollo y el uso de las energías renovables; la rehabilitación energética de los edificios; el fomento de tecnologías para una movilidad sostenible, accesible e inteligente; el despliegue de la banda ancha y en especial de la tecnología 5G; la transformación tecnológica de las Administraciones Públicas; el aumento de las capacidades industriales en materia de datos en la nube y la adaptación de los sistemas educativos en apoyo de las competencias digitales. Y en todos estos ámbitos Asturias tiene potencial.

Entendemos que una de las claves para que la industria asturiana sea aún más competitiva pasa por modernizarla. Para modernizarla, además de inversión, hace falta talento. En el sector industrial se detectan vacantes que no se llegan a cubrir, algunas de ellas ligadas a la industria 4.0, ¿debemos estar preocupados?

Más que preocupados, debemos estar ocupados en afrontar el reto con garantías de éxito. Como suele ocurrir en otros ámbitos, la cobertura de plazas de experto en las diferentes tecnologías relacionadas con la Industria 4.0 seguirá dos procesos paralelos: la proveniente de los sistemas de formación reglada, universitaria y de Formación Profesional, y la que impone el mercado de trabajo incentivando la movilidad de aquellos profesionales que, por haberse anticipado, disponen de la formación y experiencia necesarias y requeridas por las empresas.

No obstante, creo que la impresión 3D, la robótica, la sensórica y la realidad virtual, la conectividad, el análisis de datos o la ciberseguridad, entre otras disciplinas, son tecnologías habilitantes de la Industria 4.0 y son ya una realidad pujante en nuestra sociedad y en nuestro tejido productivo.

Gran parte de estos profesionales se están formando en nuestros centros de formación y accediendo al mercado de trabajo, o están desarrollando su actividad en alguna de las muchas empresas proveedoras de este tipo de servicios a las cuales el sector industrial puede acceder para encontrar la solución más adecuada a sus necesidades. Asimismo, desde la administración regional estamos poniendo en marcha programas de atracción del talento que hagan ver a profesionales del todo el mundo que Asturias puede ser un gran lugar para vivir, trabajar y teletrabajar.

Otro gran reto (y gran oportunidad) pasa por ser más sostenibles, ¿en qué ámbitos de actuación están trabajando?

Abordar la sostenibilidad desde el punto de vista territorial obliga a un uso racional y optimizado de todos los recursos: energéticos, de materias primas, materiales y ambientales. El gran reto está en conseguir que ese aprovechamiento redunde en beneficio de las personas y los territorios, tanto en el presente como en el futuro. Para ello, es necesario centrarse en aspectos clave, como la eficiencia energética, la rehabilitación de edificios y barrios, la generación de energía con renovables, la movilidad sostenible, las restauraciones de espacios degradados mineros y de emplazamientos de centrales térmicas, el uso circular de materiales y materias primas y la coexistencia de la actividad económica con el entorno ambiental.

Es fundamental que seamos capaces de facilitar una transición justa, en la que mantengamos nuestra capacidad industrial para poder alcanzar una verdadera sostenibilidad económica, social y medioambiental. Si en esta transformación perdemos potencial industrial, empleo, bienestar o calidad de vida indudablemente no estaremos hablando de una transición justa.

La sostenibilidad implica también la garantía de la calidad y seguridad del suministro energético, el mantenimiento del empleo y la reactivación de las zonas más afectadas. Por ello, se abren nuevos campos de oportunidad, tecnologías en las que la región puede jugar un papel destacado: almacenamiento energético, fabricación de componentes para el sector de las renovables, eólica on shore y offshore, y el hidrógeno verde.

Enrique Fernández, Consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica del Gobierno del Principado de Asturias / Marta Martín Heres

Enrique Fernández, Consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica del Gobierno del Principado de Asturias / Marta Martín Heres

Ligado a la descarbonización, están surgiendo proyectos muy ilusionantes para la industria de la región. Uno de ellos puede ser la instalación de un parque offshore en la costa asturiana lo que generaría puestos de trabajo de calidad, ¿cuándo podremos ver el primero?

Son muchos los factores que deben alinearse para desarrollar un proyecto de este tipo, y que pueden resumirse en recursos disponibles, empresas que lo promuevan y en administraciones que lo faciliten. Creemos que estamos en esa situación, con empresas que tienen la capacidad inversora, la tecnología, la experiencia y el interés en desarrollar el proyecto; y administraciones, desde el ámbito europeo hasta el local, con interés en desarrollar los mecanismos de apoyo financiero y administrativo que requieren este tipo de proyectos. Sin embargo, hemos de tener presente que no hay una experiencia en el desarrollo de este tipo de iniciativas en España, lo que supone que administrativamente nos enfrentamos a un proceso de aprendizaje. Por otro lado, las empresas que puede impulsar este tipo de proyectos han de contar con estímulos para que, dentro de sus organizaciones, puedan impulsarlos.

Desde el Gobierno de Asturias estamos trabajando en todos los ámbitos, desde los promotores hasta la Administración nacional, para lograr que se materialice un proyecto de este tipo, que además serviría como demostrador de la gran capacidad de la industria asturiana en toda la cadena de valor de la eólica offshore.

Otra de las oportunidades tiene que ver con el hidrógeno verde, ¿es una apuesta de futuro para la región?

Más que una apuesta es una necesidad. La certeza que supone la reducción del uso de carbono hace indispensable que se sustituyan una serie de tecnologías de generación de energía, producción de acero, metalurgia, producción de cemento, transporte o edificación por otras alternativas o por las mejores técnicas disponibles. El hidrógeno representa una oportunidad sin duda para el sector eléctrico, al abrir nuevos nichos de negocio en el campo energético y del almacenamiento. Pero también para el transporte (terrestre, ferroviario y marítimo) y para la industria.

Este cambio afecta plenamente a nuestra región, por lo que debemos ser activos a la hora de facilitar los mecanismos de desarrollo del hidrógeno. Para ello habrá que trabajar intensamente en fórmulas de colaboración público-privadas en las que las empresas se impliquen en ese cambio a través de inversiones y las administraciones faciliten con apoyos y administrativamente el desarrollo de esos proyectos.

Asturias es una región integrada en la iniciativa 'Valles de Hidrógeno europeos', con capacidad de producción de generación de hidrógeno verde y con grandes posibilidades como consumidor de hidrógeno. El hidrógeno es ya una realidad, en presente y permitirá desarrollar iniciativas en el futuro inmediato, que contribuyan a la reactivación, que generen oportunidades en las ingenierías e industrias de fabricación de componentes, pero también que mejoren la competitividad y faciliten la descarbonización de las industrias más intensivas en emisiones. Prueba de esto es el enorme interés que despiertan todas las acciones que llevamos a cabo en este campo, partiendo de la propia mesa regional del hidrógeno, con más de 40 empresas y asociaciones implicadas en la misma y con reuniones en las que suelen estar presentes 50 y 60 personas.

Por ello, nuestro compromiso es seguir impulsando esas acciones, a través de nuestra presencia en eventos, foros y plataformas europeas que sean facilitadoras de interlocución y de información relevante; a través de 4 grupos de trabajo prácticos (en tecnología; en impulso de proyectos de producción, movilidad, industria e integración en red eléctrica; en regulación y normativa; y en la cadena industrial del hidrógeno renovable); a través de herramientas concretas, como la asistencia técnica que estamos recibiendo por parte de la Comisión Europea para la propuesta de proyectos; a través de reuniones bilaterales con promotores y empresas; y a través de la colaboración con todas las administraciones implicadas, desde la europea hasta las locales, pasando por la administración central.

Para finalizar, nos gustaría conocer cuáles son los próximos retos de la Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económica.

Los desafíos son los mismos que nos planteábamos al principio de la legislatura, antes de la irrupción de la pandemia y pasan, principalmente, por afrontar el doble reto de la transición ecológica y tecnológica de nuestro tejido productivo y por el fortalecimiento de nuestras empresas y de su posición competitiva.

Otro de los objetivos de nuestra acción política es lograr que la transición energética sea realmente justa, que deje atrás a ningún territorio ni colectivo. De tal manera que aprovechemos las múltiples potencialidades de la región en los procesos de ahorro y eficiencia energética, en la introducción de energías renovables o en los procesos de economía circular que sustituyan a la actual generación con combustibles fósiles. Todo ello garantizando, como antes decía, que no se produzcan desfases entre la generación térmica y la renovable que comprometan la garantía y calidad del suministro, o los niveles de empleo existentes.

Desde el Gobierno de Asturias estamos trabajando en estos desafíos desde el principio de la legislatura y no me cabe duda de que los fondos europeos son una oportunidad histórica para que podamos lograr esos objetivos, siempre partiendo de la premisa de que no es solo un desafío para los representantes públicos, sino un reto para el conjunto de la sociedad que debemos encarar con el mayor nivel de consenso y unidad posibles.