Belarmina Díaz Aguado, nacida en 1968 en Astorga (León) es Doctor Ingeniero de Minas por la Universidad de Oviedo e Ingeniero de Minas en la especialidad de Energía y Combustibles. Además Máster en Evaluación de Impacto Ambiental. Del año 1997 al 2000, Ingeniera de interior e I+D en minería privada y Directora Técnica y entre los años 2000 y 2008, ha sido profesora Asociada de la Universidad de Oviedo. Desde junio de 2017 es Directora General de Minería y Energía del Gobierno del Principado de Asturias, desde donde ha promovido y coordina cuatro mesas regionales de colaboración público privada.
Ha participado en más de 75 proyectos de investigación con financiación público privada y cuenta con numerosas publicaciones y un libro de minería, "Carga, transporte y extracción de minería subterránea, Septem Ediciones, 2006"
Está siendo un año complejo para todos, ¿cómo valoraría las actuaciones llevadas a cabo por su Consejería?
Se ha trabajado con mucha intensidad y es necesario agradecer el enorme esfuerzo realizado por todo el personal de la Dirección General, que siempre es muy generoso con su dedicación y su tiempo, pero lo ha sido aún más en estas circunstancias. La pandemia ha acelerado muchos cambios que ya antes se estaban desarrollando, provocando incluso que la transición energética y los objetivos climáticos vayan a objetivos más ambiciosos y en un tiempo más corto. En paralelo, éste ha sido tiempo de trabajos preparatorios, muchas veces poco vistosos, para poder alcanzar otros objetivos posteriores: es el caso del diseño de estrategias y del trabajo en identificación de proyectos con otras administraciones (locales, nacional y europea).
Podemos decir que la COVID-19 no nos ha detenido. Al contrario, ha resultado un aliciente de superación para aportar, desde nuestro sector, alternativas en la reactivación tras esta situación impensada por la que todos nos estamos viendo afectados. Y me gustaría destacar fundamentalmente de este periodo, el diálogo con los agentes sociales y económicos (con los sindicatos y FADE), con asociaciones empresariales y con todas las empresas vinculadas a esta Dirección General, para identificar sus necesidades, coordinar protocolos de seguridad e intentar minimizar el impacto de la afección a la industria. Diálogo que se plasmó, por la propuesta de nuestra Consejería, en la inclusión de estas empresas en la Publicación del listado de actividades esenciales por Delegación de Gobierno de Asturias, al amparo del Real Decreto Ley 10/2020.
Hace unas semanas se anunciaba la nueva Comisión Interdepartamental de I+D+i que tiene como reto ganar eficacia, ¿qué nos puede contar?
La Comisión está formada por diferentes representantes del Gobierno de Asturias, que ya han empezado a trabajar en equipo para diseñar las estrategias regionales que nos permitan estar alineados con las estrategias europeas y españolas. Desde nuestra dirección estamos trabajando en la elaboración de la estrategia energética, que es la primera recomendación obtenida de los trabajos de la Comisión Mixta para evaluar el impacto de la transición energética en Asturias (un ejemplo de concertación y diálogo social que ha permitido identificar oportunidades de futuro en la región y los principales sectores emergentes energéticos e industriales). A continuación, desarrollaremos la estrategia de transición justa, en la que ya estamos trabajando y el plan de transición justa, que es condición habilitante para el fondo de transición justa.
Uno de los proyectos más destacados en Asturias es la red de geotermia de Mieres, ¿es aplicable a más zonas de Asturias?
Es un proyecto con potencial de réplica en otras zonas mineras con explotaciones mineras abandonadas, en que se den condiciones de inundabilidad de minas, suministro de agua y emplazamientos de consumo de calor próximos. En Asturias hay zonas con posibilidades en el corto y medio plazo y en Europa, es replicable en áreas similares. La geotermia además presenta una ventaja adicional; en las minas asturianas, el bombeo del agua de mina es necesario para evitar problemas inundaciones en superficie.
Con la geotermia no solo se aprovecha un recurso energético renovable autóctono, sino que también se recuperan parte de los costes de bombeo. Las actuaciones realizadas por Hunosa en Mieres con el apoyo económico de nuestra DG, a través de cofinanciación con fondos FEDER, ha sido puesto en Europa como ejemplo de eficiencia energética y uso de minas y la convierten en referencia mundial. En fechas recientes han empezado las obras en Langreo, en el entorno del pozo Fondón, para 1,2 MW térmicos, con una subvención de 1,1 M€ desde nuestro área de gobierno.
Se está hablando de darle otros usos a las minas asturianas, ¿qué proyectos están tomando la delantera?
Los usos futuros de minas en Asturias son conocidos y hay ejemplos muy buenos: desde la puesta en valor del patrimonio minero con el Pozo Sotón, a cielos abiertos con restauración paisajística como San Víctor hasta la geotermia de Barredo y Fondón que ya hemos citado. Las infraestructuras mineras de carbón en Asturias son complejas, por profundidad, condiciones geológicas y labores explotadas. Esto ya lo sabíamos incluso cuando estaban activas y vivíamos las dificultades del laboreo minero. En este momento, las infraestructuras deben revisarse para analizar qué proyectos pueden encajar en ellas. Debemos ser analíticos y cuidadosos para valorar bien las infraestructuras, aprovechar recursos económicos y garantizar la sostenibilidad de las inversiones que se realicen. Existen interesante propuestas para dar una segunda vida a las minas, que iremos consensuando también con los territorios.
Según adelantamos en la edición de Conecta Industria de julio, el hidrógeno es una oportunidad para la región, ¿Hay novedades en la Mesa del Hidrógeno?
La Mesa de Hidrógeno ha celebrado ya dos reuniones y está en marcha un trabajo de asesoramiento para el desarrollo de un proyecto regional en el que empresas de la región puedan recibir apoyo técnico. Es una actuación estratégica en la que debemos buscar un posicionamiento adecuado, sin querer avanzar más de lo que es razonable ni ir tan despacio como para perder la oportunidad. El hidrógeno es un vector energético importante, pero la necesidad de que sea "verde" exige que tengamos otras fuentes renovables disponibles o excedentes de producción que poder utilizar a costes razonables. Representa una oportunidad importante para la región, puesto que podría permitir aprovechar las infraestructuras de distribución de gas, facilitaría el almacenamiento de energía si hay excedentes de renovables y podía ser una materia prima para procesos térmicos de alta temperatura. Si además aprovechamos la componente de tracción industrial y de innovación, estamos sin duda ante una oportunidad.
Igualmente, los mercados internacionales tienen un gran atractivo, y para acceder a ellos será crucial para las empresas regionales contar con referencias a desarrollar aquí. Y no podemos olvidar que existe una importante cantidad de fondos europeos a los que optar para facilitar la recuperación económica en este proceso de transición energética. El 5 de octubre de 2020 se aprobó por el Gobierno Central la "Hoja de Ruta del Hidrógeno: una apuesta por el hidrógeno renovable", con la que impulsa su despliegue. Por todo ello es importante que seamos capaces de organizarnos en torno a una Mesa de trabajo en la que todos los agentes aportemos nuestra visión y construyamos un sector regional.
Otro sector que está cobrando importancia es la eólica offshore, ¿visualiza usted un parque flotante frente a la costa asturiana?
Sería una gran noticia para Asturias. Permitiría generar energía renovable, aportaría trabajo para la industria y permitiría desarrollar tecnología. Un parque offshore ayudaría a compensar una parte de la generación eléctrica que ahora perderemos con el cierre de térmicas de carbón, posibilitaría que empresas industriales asturianas diesen el salto a participar en un mercado global en el que se van a licitar miles de millones de euros de inversión, aportaría empleo de calidad a la región durante tiempo y además nos impulsaría en el desarrollo de conocimiento, con lo que ingenierías asturianas, centros tecnológicos y la Universidad también se verían beneficiados. Estamos trabajando seriamente en ello, desde la humildad de que hay regiones que por situación geográfica, recursos y mix energético irán seguramente antes (como es el caso de los territorios extrapeninsulares), pero desde la certeza de la fortaleza del sector en Asturias.
Hace unos meses se anunciaba que una empresa prevé invertir más de 1.000 millones de euros en energía renovable en Asturias, ¿qué se está haciendo para atraer más inversiones?
Más allá de anuncios concretos, siempre somos receptivos a inversiones productivas, con socios industriales de referencia y que impliquen la tracción de proyectos y actividades en la región. Recibimos propuestas y tenemos siempre el radar activo para atender posibles iniciativas, que tratamos de apoyar desde nuestras posibilidades. En este momento se están construyendo cuatro parques eólicos en el Suroccidente asturiano, y hay dos importantes proyectos de mejora de eficiencia energética industrial de gran magnitud, que atraen cientos de millones de inversión.
Y gestionamos importantes líneas de ayudas para la industria: más allá de las regionales de eficiencia energética y de baja en carbono, de más de 1,8 M€, en este momento están abiertas cuatro: el plan MOVES II, las convocatorias de generación energía eléctrica y térmica con fuentes renovables, de 10 M€, y, sobre todo, el programa de ayudas a proyectos de eficiencia y diversificación energética para PYMES y grandes industrias, con 12,3 M€, del que ya se han concedido 7 ayudas por un importe estimado de 8,9 M€, asociadas a una inversión de 171,2 M€.
La Regasificadora de El Musel sigue pendiente de trámites para su puesta en marcha ¿qué nos puede contar?
La Regasificadora de El Musel está pendiente únicamente de la Declaración de Impacto Ambiental para poder contar ya con su autorización administrativa. Por parte de ENAGAS ya se han presentado todos los informes requeridos por parte del Ministerio y esperemos que en breve podamos aprovechar el importante potencial que tiene esta infraestructura en materia de recepción, almacenamiento estratégico y regasificación de gas natural licuado, además de permitir el desarrollo de otras actividades derivadas relacionadas con el hidrógeno verde o la movilidad sostenible en el transporte pesado, en barcos y remolcadores. Nosotros estamos en permanente diálogo para impulsar esta infraestructura que es clave para Asturias.
La gran industria está exigiendo que se activen ayudas para rebajar la luz, en Asturias contamos con una serie de empresas electrointensivas, ¿cómo está la situación?
Desde el Gobierno del Principado de Asturias se sigue insistiendo en la necesidad urgente de articular un conjunto de medidas que protejan la competitividad de las empresas electrointensivas de la región en relación con países de nuestro entorno, y que se podrían resumir, además del Estatuto para los consumidores electrointensivos, en conseguir la máxima compensación de cargos, peajes y costes fiscales que soportan estas empresas en su factura energética, definir una adecuada regulación y retribución de un mecanismo de respuesta rápida para el respaldo de los servicios de ajuste del sistema eléctrico que sustituya al sistema de interrumpibilidad, ofrecer ayudas para la mejora de la eficiencia energética, y alcanzar la máxima compensación e intensidad de ayuda de los costes indirectos por emisiones de gases de efecto invernadero. Y por supuesto, en reclamar permanentemente a nivel europeo el ajuste en frontera de CO2, o lo que se ha llamado el arancel medioambiental para productos extracomunitarios.
Los Fondos de Transición Justa son una oportunidad para Asturias, ¿disponen ya de proyectos para los mismos?
Disponemos de proyectos en distintas líneas de trabajo, pero son necesarios más, y sobre todo es necesario contar con colaboración privada en su desarrollo. Ya tenemos identificadas buenas propuestas en almacenamiento energético, diversificación y eficiencia energética, hidrógeno verde, energías renovables, movilidad sostenible, o restauraciones y reactivación de minas abandonadas y de centrales térmicas, pero seguimos trabajando en ello. Los fondos de Transición llegarán para apalancar inversiones privadas, no como la única fuente de financiación, y es preciso que lo asumamos para optimizar el desarrollo de esos proyectos. Estamos ante una gran oportunidad en la que la colaboración público-privada será clave.
Para terminar, nos gustaría saber como visualiza la Asturias de dentro de 10 años.
Yo soy optimista. Estamos ante una buena oportunidad para la región y tenemos grandes potencialidades y capacidades. Confío en mucho en el sector industrial, minero y energético. Si trabajamos todos juntos será una Asturias más renovable, con capacidades industriales referentes en algunos sectores, con un patrimonio industrial y cultural integrado en un entorno natural privilegiado y con más soluciones tecnológicas desarrolladas en la región. Y ello sin duda hará que pueda ser una Asturias con más calidad de vida, más oportunidades y, sumando esos diez años, más joven.