Ángela Santianes, licenciada en Ingeniería Química por la Universidad de Oviedo, forma parte de la familia de DuPont desde 1989. Tras desempeñar diferentes cargos en Barcelona, Valencia y Madrid, pasó 6 años en la planta de fabricación de Nomex® en Asturias como líder de equipo a turnos, responsable de Medio Ambiente e Higiene Ocupacional y más tarde directora de Operaciones. A partir de aquí, su aventura internacional la lleva a desempeñar diferentes cargos en Estados Unidos, Suiza y Puerto Rico. Ya de vuelta a Asturias, en agosto de 2016, asume la Presidencia de DuPont en España y la Dirección General del complejo que la compañía tiene en el Principado.
Más de un año conviviendo con la Covid-19, ¿cuál ha sido el mayor reto al que se ha enfrentado la compañía? ¿Y el mayor aprendizaje asociado a esta crisis?
Creo que la crisis nos ha recordado que el activo más importante de cualquier organización somos las personas que la formamos y que de nuestra capacidad, empeño y compromiso depende el éxito y la propia sostenibilidad de la empresa. Ha sido un año en la distancia pero en el que nos hemos visto, oído y relacionado, apoyándonos en las nuevas tecnologías y también en nuestra creatividad e ingenio, para dar respuesta a las necesidades de nuestros clientes y de la comunidad en la que operamos. No ha sido fácil pero hemos aprendido mucho.
Dicen que de las crisis surgen oportunidades, ¿han detectado alguna en DuPont?
Multitud. DuPont es una compañía de Ciencia y, ante una crisis como la que estamos viviendo, es la ciencia la que ha de proveer las soluciones necesarias. Ese es nuestro cometido y nuestro empeño.
Si hablamos de nuestros productos, todos aquellos con aplicaciones en los campos de higiene y sanitarios han visto incrementada la demanda. Desde el punto de vista de I+D también hemos encarado proyectos que respondían a una necesidad urgente de manera más ágil: hemos diseñado mascarillas para entornos de arco eléctrico o industrial o los tubos que se utilizan en la fabricación de la vacuna. La crisis nos ha brindado la oportunidad de trabajar de manera diferente con los distribuidores o incluso de colaborar en la producción de equipos de protección con empresas que no estaban habituadas a hacerlo, a las que hemos transferido el conocimiento necesario.
Esa agilidad y esa actitud de "esto hay que conseguirlo" nos aportan frescura y optimismo y nos permiten ampliar nuestro abanico no sólo de productos y servicios, sino también explorar nuevas formas de trabajar y colaborar que se mantendrán en el futuro.
Poco a poco van saliendo a la luz proyectos e ideas para los Fondos Europeos, ¿cómo y en qué se está trabajando desde DuPont? ¿Prevén inversiones en Asturias?
En Asturias, colaboramos con FADE y el Principado muy intensamente para presentar un paquete de proyectos que encaje en las prioridades de la UE y aborde la transformación digital y la transición ecológica de las empresas asturianas. DuPont en concreto lleva muchos años invirtiendo sin descanso en sus instalaciones asturianas, mejorando los procesos e implementado las mejores tecnologías disponibles a nivel productivo y de sostenibilidad. En ese sentido, los fondos nos permitirían abordar varios proyectos que adelantarían mucho camino en nuestro objetivo de ser neutros en emisión de carbono en 2030. Y para la división de Water Solutions, que tan vinculada está a la capacidad de las empresas de optimizar su consumo de agua, el impulso llegaría de forma indirecta pero muy importante.
Hablando de Asturias, ¿qué le aporta esta región a la compañía? ¿Le pide algo a la Administración
No puedo hablar de DuPont Asturias sin pasión. Yo he trabajado en muchos roles diferentes en varios países y, a mi modo de ver, nuestro equipo del Valle de Tamón es extraordinario. Es cierto que la compañía puso desde el inicio buenos mimbres sobre los que construir, pero ya han pasado 30 años y aunque nuestra gente ha evolucionado en conocimientos y experiencia, la energía y las ganas de hacer las cosas bien siguen intactas, como el primer día. Así que, si me preguntas, son los asturianos (de origen o de adopción) lo mejor que el Principado ha aportado a DuPont.
A la Administración sólo puedo pedirle agilidad y consistencia en la toma de decisiones. Creo que Asturias necesita y merece un proyecto común, una visión compartida, que permita estructurar, canalizar políticas y afianzar compromisos. Eso es lo que permite a las empresas trabajar y planificar su propio crecimiento.
La colaboración entre empresas parece ser ya una obligación para ser competitivos, ¿cómo se afronta esta necesidad? ¿cuál es la relación de DuPont como empresa tractora con las pymes asturianas
Como te decía al hablar de las lecciones de la pandemia, hemos perdido el miedo a colaborar más abiertamente. Antes quizá éramos más mirados a la hora de proteger nuestro conocimiento y nuestra tecnología. Hemos visto que avanzamos mucho más rápido cuando colaboramos con los clientes o con la cadena de valor y eso se traduce en oportunidades de crecimiento para todos.
En Asturias, como sabes, compartimos el complejo industrial con otras grandes empresas que en su día fueron parte de DuPont y que ahora recorren un camino propio. Compartimos utilidades, instalaciones, tenemos proveedores comunes y aspiramos a metas de sostenibilidad similares. Colaborar significa también aumentar la escala y poder acceder a recursos que, uno a uno, nos resultarían inalcanzables.
En cuanto a las pymes con las que colaboramos, nos permiten ser ágiles, nos traen ideas frescas y aceleran los proyectos. Creo que para ellas somos como una especie de cualificación: si trabajas con DuPont, puedes aspirar a trabajar con las empresas más exigentes. Es una relación simbiótica que nos inspira.
Desde distintos sectores se habla de la necesidad de modernizar y hacer más sostenible la industria, ¿qué pasos han seguido y están siguiendo?
DuPont se ha comprometido hace años con los Objetivos para el Desarrollo Sostenible. Tenemos una hoja de ruta muy detallada con objetivos en tres horizontes; para este mismo año, para el 2030 y para el 2050.
Buscamos actuar sobre nueve de los objetivos que hemos agrupado de tres en tres y que abordamos a través de la innovación, de la protección o del empoderamiento.
Para terminar, ¿cuáles son los próximos retos de Ángela Santianes y DuPont?
A corto plazo retomar las operaciones, llevarlas al 100% de capacidad este año y trabajar con los empleados en el plan de retorno seguro y flexible una vez se dé por cerrada la crisis sanitaria. También me apasiona el proyecto de acercamiento al cliente que estamos desarrollando en todos los centros de manufactura de Europa Oriente Medio y África, un esfuerzo enorme que confiamos contribuya a la creación de valor mutuo. A nivel corporativo, DuPont ha finalizado ya la reordenación de sus negocios y esperamos nuevas adquisiciones en las tres divisiones de la compañía (Agua y Protección, a la que pertenecen las instalaciones de Asturias y Tarragona, la de Movilidad y Materiales y la de Electrónica e Industria). En estos procesos de adquisiciones y separaciones, el Centro de Servicios de Asturias juega un papel fundamental pues aborda las perspectivas financieras, de recursos humanos, de compras y logística y de tecnologías.
En la perspectiva de colaboración, estoy muy involucrada en el trabajo de FADE para ayudar al Principado a identificar las mejores oportunidades de cara a los Fondos Europeos y espero que ese trabajo se traduzca pronto en buenas noticias para Asturias.
