La Acería de Avilés culminó en enero de 2020 su segunda fase de remodelación integral, que supuso la modernización de su máquina de colada continua nº 2. Según informan desde la compañía, ello posibilitó la producción de desbastes de mayor ancho (2.200 mm) y mayor grosor (365 mm). La obra acometida en la máquina de colada continua se fundamentaba "en la creciente demanda del sector eólico para la construcción de torres de energía eólica de mayor altura y parques eólicos marinos, donde el mayor tamaño de las chapas de acero pasa a desempeñar un papel fundamental", explican desde ArcelorMittal.
Además de la modernización llevada a cabo en la Acería de Avilés, el Tren de Chapa Gruesa de Gijón ha tenido que adaptar sus instalaciones para poder recibir los nuevos desbastes de grandes dimensiones y llevar a cabo su laminación.
De acuerdo con la compañía, tras la curva de producción llevada a cabo en los últimos meses, en la que la Acería de Avilés ha ido incrementando paulatinamente el grosor de sus desbastes, el Tren de Chapa Gruesa de la factoría de Gijón ya es capaz de producir chapas con un peso de 20 toneladas. Con la anterior configuración de la máquina de colada continua de la Acería de Avilés, el Tren de Chapa Gruesa llegaba a suministrar chapas con un peso máximo de 10 toneladas.
La nueva configuración de la colada continua nº 2 de la Acería de Avilés y la reforma operada en el Tren de Chapa Gruesa permite reducir el número de soldaduras necesarias para conformar cada anillo de las torres que soportan las turbinas eólicas.
De esta forma, el Tren de Chapa Gruesa mejora su posición competitiva en los sectores a los que pertenecen sus principales clientes: construcción naval, energía eólica, la industria del petróleo y el gas y la construcción civil.