Guzmán Felgueroso Fernández San-Julian - Excell Recursos Humanos
Ambos planteamientos son correctos. Van a crear, pero también a destruir. Lo que realmente hemos de analizar es qué tipo de empleo es el que van a crear y qué tipo de puestos de trabajo van a verse relegados por la incursión de robots o sistemas de producción cada vez más automatizados. Ante una revolución industrial imparable la única estrategia posible es saber adaptarse a la misma y evolucionar con ella. Desde un punto de vista de gestión de personas, debemos hablar de la creación de nuevas ocupaciones y/o la desaparición de otras. Indudablemente están surgiendo ocupaciones que requieren de unas habilidades y conocimientos para los cuales las universidades y centros de conocimiento van adaptándose, a duras penas, todo lo rápido que el mercado les demanda. Actualmente en los procesos de selección nos enfocamos en determinar la capacidad de trabajo en entornos digitales que presentan las personas que entrevistamos, así como su capacidad de adaptación a novedosas formas de trabajo multicultural, global y colaborativo, valorando positivamente a aquellas que mejor se desenvuelven en estas circunstancias.
José Luis Alperi Jove - SOMA-FITAG-UGT
Sin duda, la irrupción de los robots en la economía y en la industria va a destruir empleo. Ya vemos ejemplos en sectores bien distintos, como son las gasolineras sin trabajadores o en la banca por internet; y conociendo estudios que hablan de casi dos empleos por cada nuevo robot, y auguran que el ritmo de destrucción se multiplicará por cuatro en la próxima década.
Dado que va a tener consecuencias directas sobre los trabajadores, sus puestos de trabajo, sus salarios, sus condiciones laborales, sobre las cotizaciones sociales, las pensiones, y los sistemas fiscales y los de protección social, debemos tratar que la robotización de la industria, la economía y los servicios, no solo sirva para que las empresas obtengan más beneficios, sino que también proporcione a la sociedad recursos que de otra manera desaparecerán junto al empleo que sustituirán, mediante aportaciones a los sistemas fiscal, de protección social y de pensiones, por lo que sería lógico que los robots cotizaran a la seguridad social y que las nuevas tecnologías que destruyen empleo pagaran algún tipo de impuesto.
Rafael Riestra - Canonical Robots
Uno de los principales motivos de destrucción de empleo durante los últimos años ha sido la deslocalización de la producción. Como consecuencia de la globalización, las empresas han trasladado sus centros productivos a otros países con menores costes de producción. Los robots colaborativos (CoBots) permiten frenar, e incluso retroceder, este proceso tan dañino permitiendo a las empresas reducir sus costes de producción y seguir siendo competitivos en el mercado internacional.
Precisamente, el principal logro de los cobots es el de poder trabajar mano a mano con los operarios, ayudándole a realizar su tarea, de una manera más segura, cómoda y eficiente. Los cobots deben ser entendidos como un upgrade en las herramientas de trabajo, no un sustituto del trabajador.
Los trabajadores pronto sabrán cuales son los sindicatos que realmente velan por su seguridad laborar e intereses, y serán aquellos que exijan la implantación de robots en sus centros de trabajo, y especialmente formación para reciclarse y seguir creciendo profesionalmente.
Ana López-Cancio - ASEM
Los robots llevan modificando la estructura del mercado laboral muchos años. Lógicamente las labores que realizan, repetitivas, y exactas hacen y harán que desaparezcan puestos de trabajo con estas características.
Sin embargo, aparecen nuevas formas de empleo, en los que la capacidad de adaptación de toma de decisiones y tareas no repetitivas conforman un elemento diferenciador fundamental en las personas.
La humanización, por ejemplo, porque como animales sociales que somos, necesitamos del contacto personal y de la cercanía, es un campo que se está abriendo en muchos sectores, desde la sanidad hasta la automoción.
Por tanto, entiendo que la pregunta debería acercarnos más a: ¿qué nuevos puestos de trabajo existirán a medida que los robots formen una mayor parte de nuestra producción y servicios?
Miguel Santirso Fernández - Conecta Industria
Si me tuviera que decantar por una única opción, diría que crearán empleo, aunque supongo que esto es muy debatible. Por un lado, estoy convencido de que destruirán empleo, eso sí, empleos y trabajos monótonos y repetitivos. Habrá quien piense que la destrucción de estos puestos de trabajo significará un gran problema, y no les quito razón. Sin embargo, me niego a pensar que los humanos hayamos nacido para repetir la misma acción una y otra vez, y es aquí donde aparece la cara amable de los robots. Los robots necesitan ser programados, diseñados y ensamblados, y esto exige y exigirá una cantidad ingente de talento, sobre todo en la parte de diseño y programación. Por tanto, los humanos nos tenemos que sentar a pensar si queremos robots que tan sólo nos ayuden en nuestros trabajos o si queremos robots que piensen y actúen con capacidad para la toma de decisiones y que sepan cómo actuar bajo circunstancias complejas. Creo que el futuro se encamina hacia la segunda propuesta.
José Villanueva Castrillón - thyssenkrupp Norte
Los robots, entendiendo como tales, máquinas y software, están haciendo que desaparezcan muchas de las tareas que conocemos a día de hoy, aunque esto no es algo nuevo, sino que ha venido sucediendo paulatinamente a lo largo de la historia a medida que han aparecido en el mercado nuevos desarrollos tecnológicos.
Tampoco cabe duda, que los robots ya generan nuevos empleos, y no tenemos por qué pensar que el balance final sea negativo, al menos en el medio plazo. La correcta implementación de robots y cobots que permitan mantener un elevado grado de flexibilidad para adaptarse a la demanda de los clientes, da lugar a procesos más eficientes en términos de seguridad, calidad y coste, lo que genera empresas más competitivas en un mercado global.
Desde mi punto de vista, el capital más importante de una empresa seguirá siendo el equipo humano que lo forma, por lo que será necesario generar espacios de transición, en los que se forme a las personas en sus nuevas tareas, consiguiendo así sumar la experiencia y capacidades humanas a las ventajas que ofrecen los robots.
Posiblemente la clave de la creación o destrucción de empleo no estará en los robots, sino en la capacidad que tengan las empresas para generar nuevos productos y servicios que se adapten a las nuevas necesidades.