Parece una paradoja, en los tiempos del mayor desarrollo tecnológico que jamás ha visto la humanidad, nos vemos obligados a aislarnos masivamente del contacto e interacción personal por un microorganismo vírico de nombre tecnológico, el COVID-19
Es una situación que nunca ha visto nuestra generación, y la pregunta que muchos nos hacemos es, ¿a qué de dedicarían los antiguos sin estar hiperconectados? Pues supongo que esta misma pandemia hace cuarenta años estaríamos escuchando la radio, leyendo libros, y muchísimo más aburridos y estresados. Lógicamente, el teletrabajo sería ciencia-ficción parando completamente el país.
En la era de revolución digital 4.0, los humanos seguimos teniendo la misma necesidad de contacto, de comunicación, de cercanía con los clientes, proveedores, amigos y la familia que los antiguos, pero tenemos una enorme ventaja: vivimos una hiperconectividad total, prácticamente gratis, usando alta tecnología digital a unas cuantas pulsaciones en la pantalla táctil de un teléfono móvil que todos tenemos en nuestros bolsillos constantemente.
Los grupos de Whatapp están que es difícil seguirlos, los servidores de Netflix se han caído, las telecos han pedido uso moderado de los servicios por sobresaturación, y se está consumiendo muchísimo digital en la red.
Las redes sociales echan humo con un 50% más de interacción, los periódicos digitales tienen récords de visitas (Nuestro medio de comunicación www.conectaindustria.es está batiendo todos los récords de visitas y usuarios, mismamente este lunes 16 de marzo multiplicamos por 8 las visitas medias de un día laborable normal)
Se está demostrando que el tele-trabajo puede y es una realidad posible para muchas empresas y especialmente para algunos empleados con necesidades especiales de conciliación o que necesitan mucho tiempo de desplazamiento diario para llegar a su puesto de trabajo, y también, por qué no, de reducir costes fijos con oficinas más pequeñas y parte del equipo trabajando el retorno desde sus domicilios con sólo unos días de desplazamiento a la semana.
Estamos los usuarios empezando a explotar herramientas digitales de comunicación que siempre tuvimos disponibles pero que no se les había prestada demasiada atención. Las video-llamadas del Whatsapp se han multiplicado por 10, el Skype por 4 ya que como usuarios hiperconectados, tenemos mucho más presente que nunca la tecnología digital.
Durante esta cuarentena 4,0, ha aumentado exponencialmente todo tipo de consumo digital de entretenimiento en la red, como clases de gimnasio en streaming, actos religiosos en directo, todo tipo de vídeos en Youtube (Yo mismo, estoy haciendo actividad deportiva en casa siguiendo contenido de tutoriales de Youtube), se han celebrado cumpleaños por Skype y se han tomado tele-cervezas digitales entre grupos de amigos
Si somos capaces de hacer todo esto en nuestra vida personal con nuestros teléfonos móviles personales y estamos hiperconectados, ¿por qué nos cuesta hacer esto mismo con las máquinas industriales y con el control del proceso de fabricación?
Pues por la resistencia al cambio digital
Por suerte, la tecnología digital nos permite seguir con algunas de nuestras rutinas de trabajo, de acceso a la información e incluso, para aquellas fábricas 4.0 que se hayan transformado digitalmente, de seguimiento y control de los procesos industriales
En los tiempos en los que podemos recurrir al teletrabajo y se está demostrando que es una alternativa viable al presencial para muchas empresas, podríamos consultar el estado del proceso, los parámetros de calidad, el seguimiento del estado de una orden de fabricación o los determinados objetivos de producción.
Muchos piensan que por tener un ERP en la nube ya están súper digitalizados, y lo están, pero sólo parcialmente. Los ERP son herramientas que han partido siempre de una necesidad financiera para registrar las facturas de las empresas y han crecido alrededor de eso, y por tanto controlan bien todo el proceso de flujos de pedidos, facturación, bases de datos o productos, pero para estar en la era de la transformación digital, se necesitan una serie de herramientas digitales adicionales, que estén conectadas al ERP pero que vayan un paso más allá que no resuelven los ERP de mercado, y que necesita la industria conectada 4.0.
Las personas necesitamos el contacto y la relación con otras personas, y estos días de aislamiento, estamos encontrando en la tecnología es escape para estar hiperconectados y sobrellevar el aislamiento. De la misma forma, los industriales en remoto tienen la necesidad de estar conectados con la fábrica, de saber lo que está pasando, de controlar el proceso, y los que no se hayan subido al carro de la transformación digital estarán pidiendo archivos de Excel, informes en pdf o llamando y preguntando al personal de fábrica por determinada información.
Por otro lado, mientras que aquellas empresas industriales que se hayan trasformado digitalmente tendrán mucha mayor productividad, y superarán este periodo de incertidumbre, cuarentena 4.0 y confinamiento obligado por en coronavirus, y se verán reforzadas en el mercado gracias a la tecnología y las innovaciones tecnológicas de la industria 4.0, y toda esta hiperconectividad no sólo será entretenimiento personal, sino que será la herramienta de trabajo de los empleados de las fábricas 4.0