Si tuvieses que definir la transformación digital en una frase, ¿cómo la definirías?
Reinventar la empresa para hacerla competitiva, poniendo el énfasis en la transformación de todos los procesos y la cultura organizativa de la empresa, e incluso el modelo de negocio. Para optimizar este cambio adquiere un protagonismo central el factor humano (porque la capacidad de adaptación, formación y colaboración son elementos imprescindibles), contando con el soporte y apoyo que habilitan las nuevas tecnologías digitales.
¿Qué diferencia la digitalización de la transformación digital?
La transformación digital es un concepto más amplio y enriquecedor que la simple digitalización. La introducción sin más de nuevas tecnologías no explotaría la enorme potencialidad y sinergias que se derivan de un cambio organizacional íntegro y disruptivo que, eso sí, encuentra un apoyo necesario en las nuevas tecnologías digitales.
¿Por qué es necesaria la transformación digital en las empresas?
Porque la transformación digital supone una mejora posible en la eficiencia, la productividad y la competitividad de las empresas. Si no te subes a este tren, más pronto que tarde, te quedarás fuera del mercado.
¿Las empresas que no se transformen digitalmente están abocadas a desaparecer?
En términos pedagógicos, las empresas a lo que están abocadas es a transformarse digitalmente y cuanto antes y mejor lo hagan, mejor se posicionarán competitivamente. Si nuestros competidores son capaces de hacer lo mismo mejor, en menos tiempo, con menos coste y aportando valor añadido al cliente final o a las cadenas globales de valor, será prácticamente imposible competir con ellos.
Hablando de Asturias, ¿cuál es la situación actual? ¿estamos concienciados?
Tanto los estudios al respecto como los expertos en esta materia coinciden en que aún es insuficiente la sensibilización pero aún más la implementación. Se presenta a niveles incipientes en un porcentaje significativo de empresas. Sin embargo, y por trasladar un mensaje positivo, creo que ha habido avances y que muchas empresas han hecho su diagnóstico y se han puesto manos a la obra. En este sentido de sensibilización, Caja Rural de Asturias, junto con la Fundación CTIC, ha creado los Premios Industria 4.0.
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la empresa ante la transformación digital?
Tener clara esta necesidad estratégica, pues se precisa el liderazgo e iniciativa de la dirección de la empresa. Hacer un diagnóstico real de las posibilidades de transformación. Elaborar un plan estratégico a desarrollar e implementar. Caja Rural de Asturias apoya este desarrollo con una ambiciosa "Línea de Financiación 4.0", para facilitar esta transformación y favorecer la competitividad. Recientemente hemos comprometido 50 millones de euros con Femetal para facilitar la transformación digital de las empresas asturianas de este sector.
¿Está la enseñanza preparada para los cambios que se demandan en el sector tecnológico?
Por supuesto, la enseñanza, como la empresa, también debe transformarse y adaptarse a los nuevos entornos. Es la pescadilla que se muerde la cola: la enseñanza será de calidad y habrá recursos si se obtienen resultados, si generamos las condiciones para retener y atraer talento. Es necesario reflexionar en profundidad sobre estas cuestiones y darles respuesta, nos va el futuro en ello.
¿Cuáles son los próximos retos de Caja Rural?
Seguir en el proceso de mejora continua para mantener la elevada confianza de nuestros clientes. Mantener equilibrios que es nuestra ventaja comparativa: combinar cercanía, confianza y un servicio de calidad, fiable y multicanal, logrando una experiencia del cliente satisfactoria. Nuestro reto: seguir siendo la Caja de las Empresas