La evolución de este sector es clave para dar respuesta a uno de los principales problemas a los que se enfrenta la humanidad, poder alimentar a una población que estará rondando los 9000 millones en 2050 y para la que la Organización de las Naciones Unidas calcula que será necesario cultivar un 70% más de alimentos, lo que obligará a mejorar y hacer más eficientes los procesos productivos ya que los agricultores necesitarán hacer más con menos tierra y con menos mano de obra. En este sentido el desarrollo y despliegue de la tecnología 5G puede ser realmente diferencial, ayudando a automatizar gran cantidad de tareas.
En España el 85% del sector agrario corresponde al modelo familiar, y las nuevas generaciones tienen claro que hay problemas que sólo se pueden abordar desde la tecnología. Seguramente alguien piense que la agricultura es un sector tradicional, inmóvil y anclado en el pasado, pero no hay nada más lejos de la realidad. El IoT o el Big Data han comenzado a dar sus primeros pasos, transformando la forma de trabajar en el campo y proporcionando más conocimiento al agricultor. A partir de ahora, las redes 5G multiplicarán exponencialmente las ventajas del internet de las cosas y de la analítica avanzada de datos.
Veamos cuatro proyectos que se están desarrollando en la actualidad donde el potencial del 5G queda claramente reflejado.
El primero de ellos está vinculado al Proyecto piloto 5G que Vodafone está desarrollando en Andalucía y que está subvencionado por la entidad pública empresarial Red.es del Ministerio de Economía, bajo el paraguas de fondos FEDER de la Unión Europea y donde Vodafone está trabajando con sus socios en facilitar la automatización del proceso de la recolección de la fruta seleccionando aquellas piezas que tengan el calibre y el punto de maduración óptimo. Para lograr este objetivo se está dotando de cierta inteligencia a la máquina recolectora, siendo la tecnología 5G el aliado que habilita la consulta, análisis y transmisión de datos, la ejecución de algoritmos, la comparación de patrones, etc., realizándose todas estas tareas en tiempo real, mientras la máquina va realizando la tarea de recolección.
Seguramente alguien piense que la agricultura es un sector tradicional, inmóvil y anclado en el pasado, pero no hay nada más lejos de la realidad
Como segundo proyecto tenemos una iniciativa pionera en España que nace de la colaboración entre Bodegas Emilio Moro y Vodafone para la creación conjunta de una bodega de alta calidad, sostenible y gestionada digitalmente. A través de una red de sensores trabajando conjuntamente con imágenes de satélite obtenidas en alta resolución y a tiempo real, se pueden medir factores ambientales clave como la humedad, la temperatura, la conductividad del suelo y la absorción de agua, así como el vigor y la salud de las propias vides. Gracias a la inteligencia artificial y la aplicación de tecnologías basadas en Big Data, esos datos son procesados al instante y enviados de forma inmediata a las herramientas móviles del equipo técnico de Bodegas Emilio Moro, de tal manera que pueden conocer con absoluta precisión la cantidad ideal de riego y fertilizante que necesitan sus vides en cada momento, así como decidir qué áreas necesitan ser podadas o cuándo cosechar.
El tercer ejemplo que presenta un gran interés, ligado en este caso a la ganadería más que a la agricultura, pero siendo uno de sus objetivos el usar pastos donde los animales obtengan una mejor nutrición, se engloba dentro de la iniciativa de Reino Unido 5G RuralFirst, donde por medio de la colocación de collares de conexión 5G en vacas, los ganaderos son capaces de recibir en una aplicación la información en tiempo real sobre alimentación, salud y conducta de las vacas. El tener acceso inmediato a esta información permite a los ganaderos compartirla con veterinarios y nutricionistas y poder tomar de manera proactiva las decisiones oportunas.
5G funcionará por tanto como una gran autopista para el despliegue de tecnologías
Por último, me gustaría destacar el proyecto llamado Hands-Free Hectare englobado también dentro de la iniciativa 5G RuralFirst de Reino Unido, el cual consiguió sembrar, cultivar y cosechar lo plantado sin ninguna intervención humana. Para ello las semillas se sembraron con tractores autónomos, los cultivos se vigilaron con drones sensorizados, y máquinas más pequeñas tomaron muestras para evaluar qué fertilizantes y pesticidas se debían utilizar y en qué zonas. Finalmente, la cosecha fue recogida también por cosechadoras autónomas. Ahora van a ir más lejos ya que el 5G permite aumentar la precisión y la eficacia de los procesos, como por ejemplo la fumigación de cultivos además de poder cubrir áreas mucho más grandes.
5G funcionará por tanto como una gran autopista para el despliegue de tecnologías tan disruptivas como la Inteligencia Artificial, la realidad aumentada, la robotización, el blockchain… las cuales van a tener una repercusión determinante en el desarrollo de un sector que desea producir con mayor calidad y de manera más sostenible, retornar más valor al agricultor y mejorar la trazabilidad para garantizar la seguridad alimentaria, así como entender mejor al consumidor y ofrecerle productos/formatos más a medida. En este sentido será clave la colaboración público-privada, pues el desarrollo y la temprana adopción de estas tecnologías en nuestro país, permitirá a las empresas generar ventajas competitivas sobre otros mercados donde el 5G tarde mucho más en ser una realidad. La adopción en España de los pilares de la agricultura del futuro es un tren que no nos podemos permitir dejar pasar tanto a nivel de país, de nuestras empresas como de nuestro campo y sus agricultores.