Javier Labrada - Seerstems
Apuesto a que jamás han oído hablar de Cosme García Sáez ¿Verdad? Pues Sáez, o "García el Riojano" -como se le conocía en Madrid- fue, ni más ni menos que uno de los padres del submarino. Patentó su diseño en París, e incluso construyó un prototipo que fue probado en Alicante el 4 de agosto de 1860. Piensen que por aquel entonces Isaac Peral, a quién popularmente se le atribuye el invento, apenas había cumplido nueve años.
Tiempo después -allá por 1873- García Sáez muere pobre, sin ilusión y teniendo que pedir limosna por las calles de nuestra capital. Isabel II había rehusado financiar el proyecto en su momento, debido a los gastos ya generados por la Guerra de África, y las ideas de Sáez, absolutamente visionarias, cayeron en el olvido.
Quiere decir esto, y me perdonarán la digresión anterior, que las tecnologías que verdaderamente revolucionarán la industria no serán las más punteras, tampoco las más innovadoras, sino aquellas capaces de adaptarse a los tiempos y de leer en las necesidades reales del mercado. La ciencia está ya sobradamente preparada para legarnos avances sorprendentes. La pregunta es: ¿Lo están la industria y la sociedad para asumirlos?
Luis P. Castaño - IDONIAL Centro Tecnológico
La industria ha evolucionado ligada a la aparición de nueva tecnología. Actualmente, las tecnologías que literalmente revolucionan la industria son varias y ahí está el cambio de concepto. La primera revolución industrial fue la creación de la máquina de vapor. Ahora la novedad es que son varias tecnologías con mucho potencial por sí solas, pero con mucho más si se combinan.
Pensemos, por ejemplo, en un robot que trabaja sin barreras físicas con un operario gracias a una serie de sensores, sistemas de visión artificial, etc. gobernado por un sistema inteligente cuyos algoritmos saben en todo momento ejecutar tareas de forma eficiente y segura. Los operarios se han entrenado previamente con realidad virtual y utilizan la realidad aumentada para recibir información del robot o de otros equipos sensorizados y conectados de la fábrica.
Si además disponemos de un gemelo digital con el estado real de la producción, podemos simular cualquier cambio y, gracias a la inteligencia artificial, predecir situaciones no deseadas (fallos de equipos, roturas de stock...), evitándolas antes de que se produzcan y aumentando la eficiencia.
María Álvarez - Neoalgae
Desde siempre, la biotecnología y la ingeniería genética han propiciado grandes revoluciones en sectores tan diversos como medicina (nuevos fármacos y terapias o células madre), agricultura (optimización de cultivos), alimentación (fermentaciones), ganadería (transformación de piensos y alimentación) o cosmética (cosméticos con activos programados).
Solo he nombrado unos pocos ejemplos, pero se podrían enumerar multitud de desarrollos y la lista sería interminable. Cabe señalar es esa lista es interminable porque aún están por llegar nuevos desarrollos. Uno de ellos revolucionará la producción agrícola, gracias a la síntesis de bioinsecticidas que permitan evitar el uso masivo de pesticidas, herbicidas y otros agentes químicos que dañan el medio ambiente.
La introducción de genes conocidos en distintas especies de microalgas permitirá producir y modular el uso de bioinsecticidas y bactericidas naturales respetuosos con el medio ambiente y con los cultivos, incidiendo además positivamente en la salud de los consumidores. Uniendo distintos conceptos como biorefinería, economía circular y crecimiento azul, obtendremos "biofactorias" para producir compuestos de alto valor añadido mediante organismos superproductores (como microalgas) medioambientalmente sostenible y con un modelo extrapolable a distintas áreas.
Sergio Fínez - Treelogic
Más que una tecnología en sí, creo que habría que hablar de un conjunto de tecnologías asociadas a Inteligencia Artificial, es decir, a técnicas que nos permiten extraer conocimiento de los datos, independientemente de que estos datos sean estructurados (p.ej., datos procedentes de sensores), o bien se trate de datos no estructurados (p.ej., imágenes, vídeos o audios).
Un elemento clave en este proceso será la capacidad de las "factorías de datos" como Treelogic para entender las problemáticas específicas de las diferentes industrias, y su capacidad para adaptar el conocimiento tecnológico en soluciones que resuelvan problemas reales. Nuevas aproximaciones tecnológicas como Reinforcement Learning o Federated Learning, en las cuales Treelogic ya está trabajando en proyectos a nivel internacional, serán con alta probabilidad técnicas diferenciales a corto plazo.
Por tanto, el éxito recaerá en aquellas empresas que, invirtiendo en conocimiento y estando al día de los avances tecnológicos, sepan acompañar a sus clientes para incorporarlas progresivamente a sus negocios, valorando el retorno de inversión que supone su aplicación, y adoptándolas de una forma tan natural como actualmente implantamos soluciones de Big Data, aprendizaje automático o procesamiento del lenguaje natural (NLP).
Susana Pascual - Pixelshub
Estamos viviendo una verdadera revolución industrial que nosotros entendemos como la revolución "del dato". Desde nuestra experiencia como desarrolladores de soluciones de I4.0 especializados en Industria, nuestra visión es que no hay una tecnología concreta que vaya a generar esta revolución, sino la suma e interacción de todas ellas; aquellas empresas que logren tener no sólo sus procesos sino también sus productos y modelos de negocio adaptados a esta nueva realidad, y sobre todo, conectados, con mayor facilidad podrán aprovechar las bondades de estas nuevas herramientas a medida que sus necesidades las vayan reclamando; ahí está la verdadera revolución; saber (y poder) integrar estas tecnologías a medida que los procesos las demanden, y hacerlo no sólo sin perjuicio entre ellas sino en aras de una mejora incremental en las empresas.
Pero para ello, la industria debe estar preparada. Este sin duda es el mayor reto que la industria asturiana debe asumir, ya que estamos viendo como se está produciendo una enorme brecha tecnológica que, por desgracia, puede dejar a muchos actores importantes de la actualidad fuera de juego en esta batalla.
Tamara Fernández - Ingeniacity
Nadie duda del valor de la toma de datos del proceso productivo por medio de sensores y de visión artificial, pero el potencial es mucho mayor si aplicamos modelos de Inteligencia Artificial a esos datos, o alimentamos un gemelo digital con ellos para simular el proceso.
Por otro lado, además de los dispositivos de Internet de las cosas más sencillos, cada vez tienen más cabida otros con capacidad de Edge Computing que no saturan los canales de comunicación y evitan almacenamiento y cálculo en la nube.
Estos son sólo ejemplos, pero en mi opinión, no es una tecnología la que revolucionará la industria, sino que la verdadera revolución llegará con la combinación de varias de esas tecnologías.
Es importante también tener en cuenta, que tener la tecnología a nuestra disposición no garantiza una mejora. El éxito de la Industria 4.0 depende en gran medida de un cambio de mentalidad. No se trata de hacer las cosas de la misma forma en que lo hacíamos hasta ahora, pero ayudándonos de las nuevas tecnologías, sino que puede suponer un gran cambio en nuestros procesos.