Estamos viviendo un momento histórico de cambio, marcado fundamentalmente por la Digitalización, la Globalización y la Sostenibilidad.
Continuamente escuchamos palabras como descarbonización, despoblación, economía circular, tecnologías disruptivas, cambios exponenciales, personalización del cliente, trazabilidad, industria 4.0, Agenda 2030 u Objetivos Desarrollo Sostenible de la Onu (ODS).
Y es que, el cambio ya está aquí, y nos guste o no, hay que afrontarlo. Si no estamos dispuestos al cambio, conoceremos perfectamente algo que ya no existe. Ya no es válido pensar que nuestro modelo de negocio funciona y no nos podrán echar del mercado, sino replantearse con qué tecnología me pueden echar y cuando.
Ante esta necesidad de cambio y evolución, la innovación se ha convertido en una pieza clave en toda estrategia de negocio para las compañías de cualquier sector. Hoy más que nunca, innovar se sitúa como un elemento esencial para afrontar los nuevos retos de nuestra sociedad. Innovar ya no es una opción, es una necesidad para garantizar la supervivencia y asegurar el crecimiento de las empresas.
Como señala Michael E. Porter en "La ventaja competitiva de las naciones", "el entorno, caracterizado por su alto grado de turbulencia, dinamicidad y complejidad, exige por parte de las empresas una respuesta estratégica de innovación que sea capaz de mantener e incrementar su competitividad y le permita responder con celeridad y combinando los principios de eficacia y eficiencia a las exigencias que la sociedad y los mercados les plantean".
Dentro de esa visión estratégica hay que comprometerse a dar respuesta a los retos a través de la innovación. Y estos nuevos retos vienen marcados por:
- Atender lo que quieren o necesitan nuestros clientes y resto de los agentes interesados, realizando una escucha continua e intentando adelantarse a sus necesidades.
- Mejorar los procesos y procedimientos para realizarlos de forma más eficiente.
- Seleccionar y establecer a cuáles de las ODS podemos contribuir.
- Estar al tanto de las tecnologías disruptivas, seleccionando aquellas que puedan ayudar a nuestro modelo de negocio, o a crear uno nuevo.
En definitiva, ante el cambio, la innovación se ha convertido en una oportunidad, ya que hoy en día, permite aprovechar los recursos para obtener mayores beneficios tanto económicos, sociales o de reputación en caso de las organizaciones. Por ello, es fundamental estar a la vanguardia de las necesidades y tendencias actuales, así como utilizar herramientas que permitan optimizar los procesos, ofrecer nuevos productos o servicios y posicionarse de manera estratégica en el mercado.
En un momento de transformación continua, el conocimiento de las preferencias de los clientes, el entendimiento de la competencia y el entorno, hará que la innovación traiga a las organizaciones, sin importar el sector, mejores retornos a través de la producción de productos y servicios diferenciados y el uso de procesos más eficientes.