Un ajuste perfecto
Si la primera revolución industrial se puso en marcha con las máquinas a vapor, la cuarta está siendo impulsada por inteligencia artificial. Y con su capacidad de automatizar, digitalizar y optimizar, la IA es la opción perfecta para las operaciones insdustriales, desde el desarrollo de productos hasta el control de calidad. Un sistema de visión por ordenador, por ejemplo, permitió a GM detectar 72 fallos en componentes, evitando un tiempo de inactividad incontable (un solo minuto de parón puede costarle a una compañía de ese tamaño hasta 20.000 dólares, por ejemplo) mientras que un sistema de aprendizaje automático mejoró significativamente la precisión del pronóstico de demanda de Danone ( reduciendo el error de pronóstico en un 20%, pérdida de ventas en un 30%, obsolescencia del producto en un 30% y carga de trabajo del planificador de demanda en un 50%).
Enorme potencial en todos los ámbitos
El último informe del Instituto de Investigación Capgemini – Inteligencia artificial a escala en operaciones industriales – muestra que el mantenimiento inteligente, junto con la inspección de la calidad del producto y la planificación de la demanda, constituyen un buen punto de partida para que los fabricantes centren sus esfuerzos en las operaciones de fabricación. Eso es porque:
- Ofrecen un claro valor comercial / beneficios
- Son relativamente fáciles de implementar
- Existe una disponibilidad inmediata de datos y conocimientos
- Existe la posibilidad de agregar características que ayuden a la visibilidad, para facilitar la adopción por parte de los equipos operativos.
El enfoque y la escala son críticos
Para aprovechar los múltiples beneficios que la inteligencia artificial puede aportar a las operaciones, las compañías deben superar la etapa piloto y de pruebas de concepto y desplegarse a gran escala. Para estos fines, recomendamos implementar prototipos de IA exitosos en entornos de ingeniería, invertir en una base de datos y sistemas y talento de IA, y escalar la solución de IA en toda la red de fabricación.
Fuente: Capgemini