Charlamos con Javier Fernández-Font, director general de Alusín Solar, compañía asturiana especializada en el diseño, la fabricación y la instalación de sistemas de soporte para paneles solares. Font define la evolución de la empresa en los últimos años como "espectacular". En el año 2019, esta empresa ubicada en el PEPA de Avilés, facturó unos 4 millones €, en 2020 la pandemia hizo que bajase a 3.3 millones € y el año pasado se recuperaron hasta la cifra de 6.2 millones de €.
¿Qué papel ha jugado la innovación en este crecimiento?
Sin duda ha sido una de las claves del éxito. No obstante, este crecimiento se debe sobre todo a la inversión en la propia empresa. Lo cierto es que nuestro sector, tecnológicamente hablando, tampoco tiene mucho margen para grandes innovaciones. Innovar no es solo diseñar con nuevos materiales o contar con un laboratorio, a veces sirve con hacer las cosas ya establecidas de forma diferente. Arriesgamos en mantener un stock muy importante que garantiza a nuestros clientes una entrega muy rápida. También pondremos en funcionamiento un almacén vertical automatizado que nos facilitará el obtener piezas de forma muy rápida. En definitiva, esta inversión en la empresa nos proporcionará agilidad.
Fruto de esta innovación surge un nuevo producto, ¿qué acogida está teniendo en el mercado el pasillo técnico?
La idea no es nuestra, esto surge en Chile, la normativa obligaba a instalar lo que allí denominan "pisos técnicos" para transitar de forma segura por las cubiertas. En España no existía ninguna normalización para este tipo de estructuras. Llevábamos tiempo queriendo desarrollarlo desde Asturias pero nos encontramos con un problema de financiación. Ese problema se soluciona y nos pusimos a fabricar este nuevo producto.
El producto ha entrado lentamente pero muy fuerte. Cuesta verlo en las instalaciones que ya existen, es decir, tendrían que reducir un poco el número de paneles solares para introducir un pasillo de seguridad, es difícil que entiendan este tránsito.
Sin embargo, se ha abierto una nueva línea de negocio para la empresa relacionada con las empresas de riesgos laborales e instaladores de líneas de vida. Este producto es complementario de una línea de vida, nunca sustitutivo, y como complemento no hay nada parecido. En definitiva, la penetración en el mercado está siendo un poco más lenta de lo que nos gustaría pero muy sólida.
Si tuviese que sintetizar las claves del éxito de Alusín Solar, ¿cuáles serían?
Uno es el mercado. Los precios se disparan y nosotros formamos parte de este mercado, no tiene mucho misterio. La resiliencia es otra de las claves, contamos con 12 años de experiencia en el sector frente a 2 o 3 años de algunos de nuestros competidores. La tercera es nuestra visión de negocio, nos centramos en fabricar y esto te ofrece independencia. La última, es la reinversión en la empresa, hemos comprado hace unas semanas un trailer y en enero nos hicimos con una nave de 1800m2 para guardar producto terminado a nuestros clientes. Algunos clientes llevan con nosotros desde 2010, esto es lo que nos ha permitido llegar hasta aquí.
¿Cómo ha sido la evolución de la empresa en cuanto a comercio exterior?
Llegamos a exportar cerca del 90%. En el 2018-2019 empezamos a vender en España y mantuvimos las exportaciones. La pandemia se llevó por delante las grandes cifras que teníamos en el comercio exterior. La distancia con el cliente nos costó mucho dinero, en nuestro sector es necesario acompañar al cliente en todo momento y eso se perdió. Actualmente, el 95% de la facturación es nacional, podríamos decir que se han cambiado las tornas.
Han formado a 10 jóvenes en materia de montaje de estructuras, ¿es la formación a medida la solución para encontrar profesionales cualificados?
Necesitamos profesionales con una formación muy concreta y nos cuesta encontrarlos. El modelo de formación a medida es la solución que hemos encontrado. Esto tiene sentido cuando te vas a quedar con estos profesionales en el largo plazo. El tiempo y dinero que nos ha supuesto esta formación no está para nada cubierto con las posibles ayudas. Éramos 38 y hemos incorporado a 5 más, así que en la actualidad contamos con 42 personas en plantilla.
¿Cuáles son los próximos retos de la compañía?
Creo que tenemos dos retos. Uno de los más importantes es empezar a digitalizar la empresa. Lo cierto es que la famosa Industria 4.0 no está presente en esta empresa. Queremos agilizar y mejorar los procesos. El otro gran reto es recuperar la cuota de mercado que hemos perdido en latinoamérica.