El Clúster de Automoción FACYL celebró el 16 de julio su Asamblea General que este año y por las circunstancias excepcionales se desarrolló de manera telemática.
Al comienzo de la sesión, Félix Cano, Presidente de FACYL destacó que, a pesar de la crisis producida por la pandemia, el clúster FACYL ha seguido creciendo hasta los 77 socios y ha intensificado su actividad, tanto en las sesiones técnicas organizadas (en las que han participado más de 400 expertos del sector), como en las numerosas reuniones mantenidas con la Junta de Castilla y León y otras instituciones para trasladar las necesidades del sector en un periodo complejo para todas las empresas.
Félix Cano quiso enviar a los socios un mensaje de optimismo "En estos momentos de volatilidad e incertidumbre tenemos que tener resiliencia para salir adelante y estoy seguro que lo conseguiremos y saldremos reforzados. El sector debe seguir más unido que nunca para trabajar en soluciones conjuntas que nos permitan hacer frente a los grandes desafíos que nos plantea el presente y el futuro".
A continuación, Manuel Díaz, socio responsable de automoción de PWC, valoró el impacto del COVID19 en la industria de automoción, que ya se encontraba en 2019 en una situación de ralentización del crecimiento frente a los grandes desafíos del vehículo y la movilidad del futuro.
Manuel Díaz apuntó que, en un escenario incierto todavía por el recorrido de la pandemia, las previsiones apuntan a que el COVID-19 generará una reducción de ventas de entre el 32%-38% en 2020 y que se podría esperar una recuperación de aproximadamente un 27% en 2021. El desarrollo de la macroeconomía, el entorno regulatorio (especialmente la limitación de emisiones que determine la UE), la evolución de la tecnología y el comportamiento del consumidor en cuanto a los hábitos de movilidad van a generar impactos positivos y negativos en la evolución del sector.
Para mitigar los efectos del COVID-19 desde PWC recomiendan que las compañías integren en su estrategia 5 acciones prioritarias: la flexibilización de la estructura de costes, concentrar esfuerzos en desarrollar productos y servicios estratégicos, mejorar la eficiencia mediante la digitalización, repensar como debe ser el modelo de negocio en este nuevo escenario de post-pandemia y colaborar con los proveedores para que puedan mejorar su situación de liquidez y reforzar sus operaciones.