La reconversión económica de las zonas afectada por el cierre de la minería del carbón contará con un importante soporte por parte de las instituciones comunitarias. La Comisión Europea prepara un fondo dotado en principio con 5.000 millones de euros para paliar los efectos de la desaparición del principal sector económico de cuencas mineras como las de la provincia de León, en algunos casos como Cubillos del Sil, Páramo del Sil y La Robla también vinculada a la generación de energía a través de sus centrales térmicas. Sería, en cualquier caso, parte de un paquete de inversiones más ambicioso que rondaría los 35.000 millones de euros, según un borrador del que informa este sábado el diario El País.
Hasta 50 regiones europeas podrían optar a recibir estos fondos. Castilla y León es una de las seis españolas (junto a Asturias, Aragón, Galicia, Castilla-La Mancha y Andalucía) llamadas a beneficiarse de este paquete inversor, recibido en algunas zonas con una mezcla de expectación y recelo, según el rotativo madrileño, que advierte de que ciertos sectores barruntan que las repercusiones no sean tan cuantiosas como se anuncian.
El temor está relacionado, por una parte, con la gran cantidad de zonas implicadas en este proceso de reconversión económica. Castilla y León se coordinó en un primer momento con Asturias y Aragón para demandar el establecimiento de un fondo de estas características, una reivindicación a la que se fueron sumando más regiones hasta completar medio centenar. Por otro lado, existe inquietud por la posibilidad de que, en la orientación del reparto, tengan más peso los países que la propia Comisión. Es por ello por lo que, ya en octubre, un dictamen del Comité de las Regiones solicitaba que los fondos se destinarán "directamente a las regiones en las que están situadas esas minas".
La medida se enmarca en la estrategia de Transición Justa desde los combustibles fósiles a nuevas maneras de generar energía frente al cambio climático, el denominado New Green Deal, un programa verde que la Comisión Europea pretende activar ya en los primeros cien días de un mandato que comienza este próximo 1 de diciembre. Sería la manera de responder a los efectos del cierre de explotaciones de carbón y de centrales térmicas, que en el caso de España ya se extienden incluso a las que tenían previsto acometer inversiones para su adaptación medioambiental a la directiva de emisiones como el caso de la Endesa en As Pontes (A Coruña)
La mitad de los 35.000 millones de euros depende la expectativa de arrastre de inversión privada
En este escenario, el debate en el seno de la Unión Europea se central en poner fecha de caducidad al uso de los combustibles fósiles en el año 2050 para situarse en el horizonte más ambicioso del Acuerdo de París. España ya ha prometido cumplir ese objetivo. Madrid albergará dentro de una semana la cumbre del clima de la ONU (Organización de Naciones Unidas), foro en el que se abordará precisamente las cuestiones relacionadas con la Transición Justa.
Según informa El País, el primer fondo de 5.000 millones de euros se inscribe en una iniciativa de mayor calado que pretende movilizar inversiones por valor de hasta 35.000 millones de euros entre 2021 y 2027 desde dos instancias: 15.000 millones financiados a partes iguales por el nuevo mecanismo, por fondos ya existentes como el de Desarrollo Regional o el Social y de los propios países que resulten beneficiados; y otros 20.000 millones a través de una aportación de InvestEU (un programa inversor llamado a suceder al Plan Juncker) por valor de 1.500 millones con la esperanza de desencadenar otros 18.500 de inversión privada.
Vía ileon.com