INDUSTRIA

Entrevista a Javier Soto, director general territorial de Mapfre Noroeste

La revolución tecnológica nos está permitiendo, entre otras cosas, acelerar procesos, dar mejor servicio y conocer más al cliente

Entrevista a Javier Soto
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  • Buenos días Javier, nos gustaría conocer un poco más sobre su persona, ¿Quién es Javier Soto? ¿Cómo ha sido su trayectoria profesional?

Soy hijo y nieto de asturianos, pero nací en Pola de Gordón (León) que es donde mi padre trabajaba en esos momentos.

Soy Geólogo de formación por la Universidad de Oviedo, profesión que ejercí en el INI, destinado en El Bierzo y en Madrid trabajando en una empresa de teledetección de recursos naturales por Satélite, en la que fui jefe de producción. Colaboramos con proyectos de la CEE y con empresas USA vinculadas a la NASA y a la NOAA.

En esa época me familiaricé con la gestión de proyectos empresariales y de ahí el salto a MAPFRE, donde me especialicé en management y dirección de equipos humanos.

De eso hace casi 32 años en los que he desarrollado mi carrera profesional en distintos ámbitos. Más de 20 años los he pasado en Madrid como director regional y gerente; casi 6 en Andalucía y Extremadura como director general territorial en esa zona y ahora 5 en Noroeste (Galicia, Asturias y Cantabria), también como director general. En esta zona MAPFRE es líder cuenta con 500 empleados, más de 2.000 colaboradores y 700.000 clientes.

Esta trayectoria apasionante y muy satisfactoria, y nunca hubiera sido posible sin el apoyo incondicional y la comprensión de mis tres hijos y sobre todo de Concha, mi mujer.

  • Según su experiencia, ¿qué tipos de seguros y coberturas necesita la industria?

Toda la industria, las pymes y los negocios, que son el tejido en el que se sustenta el desarrollo económico de un país, están expuestos a distintos riesgos que pueden surgir a partir del desarrollo de su actividad.

Por ello es necesario contar con un seguro dotado con las coberturas adecuadas, que ayude a minimizar los posibles riesgos, ya sea sobre el patrimonio (inmueble, instalaciones, maquinaria); las responsabilidades frente a terceros; los riesgos sobre la cuenta de resultados en caso de paralización de la actividad de la empresa por accidente o siniestro grave, o el personal. Estos ejes resultan imprescindibles para el desarrollo y capacidad de las empresas.

La tecnología también trae consigo nuevos riesgos de los que debemos protegernos

En MAPFRE contamos con una herramienta (Empresas 360º), a través de la cual ofrecemos un análisis completo sobre el nivel de riesgo de la empresa así como las claves para poder gestionarlo.

La importancia de contar con protección ante un problema como puede ser un incendio, una avería en la maquinaria o los daños eléctricos es evidente. Sin embargo, hay otras situaciones que pueden ser más complicadas de prever. Entre ellas, destaca la cobertura de daños causados por el agua, por ejemplo, o aquellos derivados de un robo o del transporte de mercancías, o los accidentes personales que limiten la actividad durante un periodo indefinido, entre muchos otros.

Para todos tiene respuesta el seguro multirriesgo empresarial e industrial de MAPFRE, que proporciona a las compañías una completa cobertura  ante todas las situaciones que puedan surgir.

  • Ha ocupado diferentes puestos de responsabilidad en la organización territorial de MAPFRE, ¿qué diferencias encuentra entre las necesidades de las empresas industriales según su situación geográfica?

En el ámbito asegurador muy pocas. Como ya he comentado, cada empresa debe buscar un seguro a su medida para acceder a las coberturas que la protejan, por lo que es importante que el seguro en cuestión se adecúe a los riesgos específicos de la empresa.

En el ámbito industrial, sobre todo las fábricas y las empresas manufactureras, las diferencias se basan especialmente en cuestiones logísticas que faciliten sus procesos productivos.  Aquí podemos citar aspectos como el acceso a materias primas, la cualificación de la mano de obra y dos importantes, las ayudas o beneficios fiscales y las comunicaciones y transportes. Este último un aspecto es fundamental para las empresas, ya que, si es difícil acceder a ellas, los clientes pueden optar por otras opciones, la distribución se complica.

En estos dos últimos aspectos, en Asturias y en general en la zona Noroeste, hay camino por recorrer.

  • En esta edición, el tema central es la tecnología, ¿se abre un abanico de oportunidades para el sector gracias a las nuevas tecnologías?

Por supuesto. La revolución tecnológica nos está permitiendo, entre otras cosas, acelerar procesos, dar mejor servicio y conocer más al cliente. El IoT, por ejemplo, hace posible que se puedan adaptar los productos a los clientes, como un traje a medida.

De hecho esta tecnología nos permite instalar en el coche de los clientes un dispositivo que informa de cómo conduce. Los conductores asegurados se pueden beneficiar de descuentos, si conducen de forma correcta y/o recorren pocos kilómetros, por ejemplo.

Estas son algunas oportunidades para las que las compañías nos estamos preparando, con productos y servicios que den respuestas adecuadas.

Sin embargo, además de las más que evidentes oportunidades que ofrece la tecnología, también trae consigo nuevos riesgos de los que debemos protegernos.

Sin ir más lejos, el crecimiento de los datos y su utilización está revolucionando prácticamente todos los sectores de negocio y espacios de la vida diaria de las personas. Smartphones, wearables, máquinas interconectadas, domótica, o sensores aplicados a la salud son solo algunos ejemplos de los dispositivos que generan grandes volúmenes de datos que hay que saber aprovechar y gestionar, dado su sinfín de aplicaciones.

El mundo digital nos proporciona un canal directo de relación con los clientes al que debemos sacar el máximo partido

Conscientes de esta realidad y de que la gestión y seguridad de los datos es uno de los retos más complejos y que más preocupa a las empresas y organizaciones, en MAPFRE ofrecemos servicios para prevenir riesgos derivados del uso de las nuevas tecnologías.

Entre ellos destaca la posibilidad de solicitar informes periciales ante fuga de datos con el objetivo de facilitar a los clientes evidencias digitales ante problemas como competencia desleal, espionaje industrial, delitos informáticos o la localización y bloqueo de dispositivos móviles, así como el seguimiento y borrado de la marca o nombre en internet por daño económico o de reputación, por ejemplo.

Los drones son también un claro ejemplo de dispositivos que recogen y almacenan datos. Tienen múltiples posibilidades de aplicación en campos como la ciencia, la agricultura, la cartografía, la vigilancia, la industria cinematográfica e incluso para salvar vidas. De hecho, el uso profesional de drones es una actividad ya regulada en España y se estima que para el año que viene existirán unos 4,7 millones de unidades a nivel mundial, de los cuales 2 millones serán de uso comercial.

  • ¿MAPFRE se ha subido a esta revolución tecnológica?

Absolutamente, he puesto ejemplos anteriormente. El mundo cambia, y nosotros con él. En MAPFRE tratamos de ser, rápidos anticipándonos incluso a alguna de las tendencias. Pero esta revolución no está implicando exclusivamente a la tecnología, entendida como aceleradora de procesos. Más bien, a partir de ella, se está produciendo otra revolución “la conductual”, y ambas van de la mano. Por ello el cambio en la mentalidad y la flexibilidad de las personas para adaptarse a estos nuevos retos es también clave para el éxito, no solo de la organización sino de la sociedad.

El mundo digital entre otras cosas nos proporciona un canal directo de relación con los clientes al que debemos sacar el máximo partido. Pero además lo complementamos con cerca de 3.000 oficinas en toda España (340 en Noroeste). Estar cerca del cliente y escucharle es una máxima de la compañía está en el centro de cualquier estrategia. Por eso un objetivo irrenunciable para MAPFRE es poder proporcionar al cliente todos los canales para contactar, dialogar y compartir con nosotros.

En definitiva, esta revolución digital nos está imponiendo por igual retos y oportunidades que es necesario analizar y valorar para ofrecer la mejor solución aseguradora. En MAPFRE estamos en ello, avanzando en el desarrollo de productos y servicios que permitan a nuestros clientes mitigar estos riesgos y continuar con su actividad en un entorno seguro.

De un tiempo a esta parte se demandan perfiles que tienen más relación con el mundo digital, la analítica de datos o la ciberseguridad

  • En MAPFRE trabajan más de 35.000 empleados, ¿qué tipo de perfiles profesionales está demandando el sector de los seguros?

Sí. En MAPFRE trabajamos más de 35.000 personas en todo el mundo. Además entre todos sumamos más de 80 nacionalidades distintas y trabajamos cinco generaciones diferentes.

En una aseguradora, y en concreto la nuestra, trabajan todo tipo de especialistas algunos más técnicos y otros más generalistas, desde informáticos, matemáticos, actuarios, ingenieros, publicistas periodistas, médicos... Un sinfín de talento que aporta valor a la compañía.

Es cierto que de un tiempo a esta parte se demandan perfiles que tienen más relación con el mundo digital, la analítica de datos o la ciberseguridad y algunos puestos que han surgido a raíz de los cambios digitales y tecnológicos que venimos analizando.

  • ¿Qué le depara el futuro a MAPFRE?

¿Sinceramente? Creo que con esfuerzo el futuro será el que queramos. Y  lo que nos gustaría es seguir trabajando para continuar desarrollando soluciones y servicios que nos ayuden a cumplir con las expectativas y necesidades cambiantes de nuestros clientes y a mantener la labor social que realizamos. Cambiar con ellos, acompañarles en sus momentos decisivos de la vida. Todo,  sin olvidar los objetivos de crecimiento rentable empresarial, ni los valores con los que nos identificamos, el compromiso, la honestidad, el trabajo en equipo, el esfuerzo, son algunos de ellos.