“Ayudar a nacer y crecer son los grandes retos del CEEI”
Cristina Fanjul, directora del CEEI, se muestra optimista respecto al futuro de las empresas innovadoras, "el emprendimiento que surge en Asturias está absolutamente preparado para combatir a nivel internacional"
Nacida en Gijón en el año 1976, Cristina Fanjul Alonso se incorporó al Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) en el año 2008 para asumir el cargo de directora en el año 2015. Antes de ello, estuvo trabajando durante 10 años en el área de innovación del IDEPA. También es vicepresidenta de la Asociación Europea de CEEIs.
Tres startups asturianas están entre las ganadoras de los premios Ances Open Innovation, suponemos que es un gran orgullo para el CEEI Asturias...
Si, es fantástico. Desde los CEEI, y más concretamente desde la Asociación Nacional de CEEI, la que pilota esta iniciativa que además yo coordino personalmente, trabajamos mucho en intentar construir un ecosistema. Creo que es uno de nuestros trabajos principales actualmente. Es importante promover una acción nacional que vincule a empresas tractoras tan relevantes con startups. El poder poner a las empresas asturianas en este contexto nacional es muy importante. No sólo eso, sino que, además, cuando compiten con empresas de otras regiones, ganan. Esto significa que las soluciones, los modelos de negocio que tienen los emprendedores en Asturias, llaman la atención en el ecosistema nacional. Estamos de enhorabuena. Felicidades a Táctica TIC, Sens3r y Soar Ingeniería.
Conocíamos hace unas semanas que el Principado anunciaba la Oficina de Transferencia del Conocimiento, ¿qué papel va a jugar el CEEI en este proyecto?
Jugará un papel absolutamente relevante. Desde el CEEI, todo lo que trata con emprendimiento innovador de base tecnológica, normalmente tiene múltiples facetas. Hay una parte de transferencia de tecnología muy importante. Este Gobierno ha apostado por la ciencia y la innovación. Desde entonces estamos tratando de reenfocar estratégicamente nuestras actividades y nuestros planes. Una Oficina de Transferencia del Conocimiento potente, que de alguna manera sea capaz de abrir a todo el conocimiento que se genera en la región, bien por parte de la Universidad o por parte de Centros Tecnológicos, la posibilidad de acompañarle en un proceso de transferencia al mercado vía spin-off, nos parecía una actividad muy relevante. Eso es realmente lo que se esta potenciando detrás de esa Oficina de Transferencia del Conocimiento.
También se anunciaba el premio Radar Spin-off, ¿qué nos puedes contar acerca de ello?
Este premio nos permite, de una manera ligera, ir acercándonos a ese grupo de investigadores, a esas personas que, en general, sus expectativas, están volcadas en su desarrollo profesional investigador. Este premio lo que les permite es, con muchísima suavidad, ir incorporando el mundo empresarial en su día a día. Intentamos acompañarlas a hacer un primer ensayo, trasferencia de tecnología hacia el mercado vía spin-off.
Esta edición es muy especial ya que ha condensado todos nuestros esfuerzos. Económicamente el premio se ha incrementado, va a llegar a 18.000 euros. Además, es un premio que no es solamente económico, hemos llegado a un acuerdo con la Fundación Idonial que se ha ofrecido a hacer el prototipo, la Fundación CTIC que ayudará con la elaboración y el asesoramiento, y con Garrigues que colaborará en términos de redacción de contratos mercantiles, propiedad industrial... Nos gusta mucho pensar que dentro del premio no sólo esta el desembolso económico, sino la posibilidad de tener servicios que te ayuden a sacar adelante el proyecto, que es nuestro objetivo.
¿Cómo ha afectado a las empresas innovadoras asturianas la Covid-19?
Nuestra experiencia durante la pandemia es que el conjunto de empresas jóvenes y muy flexibles que manejamos en el CEEI, realmente no perdieron capacidad de hacer cosas, sino que lo que pudieron perder en algún momento es la atención de sus clientes. Por tanto, a nuestras empresas, salvo que tuvieran una solución muy específica y avanzada a la gestión de la Covid-19, que también las había, evidentemente ese ha sido su gran freno, que el mercado no estaba atento a avanzar por la vía de la innovación.
Las grandes empresas saben que parte de sus estrategias están basadas ahora mismo en estos pequeños agentes, que son las startups. Una empresa muy grande, hoy en día, aunque tenga su propio departamento de I+D, también tiene el radar abierto a innovaciones que puedan surgir.
¿Sabemos vender nuestras capacidades innovadoras?
Creérselo es algo muy de cultura. La consideración social emprendedora ha aumentado, al igual que la autoestima, creo que poco a poco el emprendimiento que surge en Asturias está absolutamente preparado para combatir y para pelearse, no sólo a nivel nacional, sino a nivel internacional. Desde el punto de vista de la acción, también ha ido evolucionando muchísimo. Los programas de financiación ayudan muchísimo. Los programas de inversores donde los Business Angels llegan, aportando no sólo financiación, sino que también conocimientos y contacto son imprescindibles.
Es importante que las empresas incorporen a personas que tengan esa visión del marketing y la venta. No te negaré que las empresas de base tecnológica, cuando vienen exclusivamente de la mano de los tecnólogos, necesitan completar esos equipos emprendedores con perfiles menos tecnológicos.
El objetivo es que la empresa se consolide, crezca y se desarrolle. Eso pasa directamente por vender, que además es la forma más sana que tienen las empresas de crecer. Hay programas que han ido a atacar esa debilidad, como el programa "Se busca CEO", en el que colaboramos con Miguel Morán. Eso es muy importante, porque esas personas, cuando luego entran en esos equipos, los revolucionan de alguna manera, y les aportan una visión de mercado muchísimo más centrada y directa.
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¿Existe "fuga de talento" en el sector innovador?
Tenemos una formación como sociedad excelente: tasas de graduados, formación muy buena y especializada... Pero las necesidades a corto plazo de las empresas no siempre son capaces de incorporar ese talento tan especializado. Esto es una realidad que tendrá que ir cambiando, y más cuando se crean programas que animen a las empresas para posicionarse en el futuro. A esas personas que tiene esos talentos, las animamos a que, si el mercado laboral ahora mismo no puede absorber ese talento tan especializado, se planteen ellas crearse su propio puesto de trabajo, para ellos y para el grupo de compañeros o personas que estén en esa misma situación. Parte de mi trabajo es crear en la región las condiciones necesarias para que ese talento también piense que tiene una oportunidad de emprendimiento propio y, por lo menos, valorar la posibilidad de quedarse en la región aportando conocimiento a la sociedad, creando y diversificando esa sabiduría aprendida.
¿Cómo ha sido la participación en la convocatoria para las empresas de base tecnológica?
Ha sido altísima. Ha sido récord de proyectos. Hemos tenido una veintena de proyectos de áreas muy diversas que han sido muy buenos tanto cuantitativamente como cualitativamente. Es una reflexión interesante de hacer: "¿Por qué este año ha habido una participación tan alta?". Cuando hablamos de emprendimiento innovador y de base tecnológica, yo creo que hablar solamente de necesidad de emprender no es real, no responde a una realidad. La situación de incertidumbre de la Covid-19 nos ha hecho pensar que no hay tierra firme, es decir, que al final, todo es muchísimo más incierto de lo que pudimos pensar. Efectivamente, vamos a estar inmersos en cambios y, en mi opinión, eso a la gente le ha hecho pensar que quería dedicarse a algo que le llenara, que le hiciera feliz. Si por su mente estaba pasando un proyecto y tenían esa duda de si lanzarse o conformarse por una opción más conservadora, a mucha gente le ha hecho pensar que, como no hay tierra firme, ¿por qué no intentarlo y sacar adelante ese sueño?
La innovación en la movilidad es un eje fundamental del CEEI, ¿ve Asturias con mimbres para pelear con otras regiones en esta carrera?
Por supuesto que sí. Nuestra región, en primer lugar, tiene un tamaño muy bueno y una configuración como región muy interesante para poder ser un nido y un campo de pruebas. Ese campo de pruebas de Oviedo, Gijón, Avilés y la Cuenca, es muy interesante a la hora de poder testear las nuevas soluciones de movilidad. Van a surgir múltiples oportunidades, que no necesariamente pasan por tener en la región una fábrica, que ojalá, sino que van a pasar por saber identificar esas oportunidades. Cuando surgen estas macrotendencias, sería un error enfocarnos hacia un nicho muy concreto y estrecho, porque efectivamente el cambio esta muy abierto, se modifica constantemente
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¿Cuáles son los próximos retos del CEEI?
Son dos retos; en primer lugar, mejorar el porcentaje y la cantidad de gente que piensa en crear una empresa y que viene deseándolo, porque no solo es un problema de Asturias, toda Europa está así. Europa es una grandísima potencia generando conocimiento, pero no lo es tanto aplicando ese conocimiento al mercado. Realmente, se trata de que las personas estén al tanto de las posibilidades, de las herramientas y de que van a estar acompañados. Mejorar la generación de conocimiento es el gran reto.
El segundo gran reto se dirige ya no tanto a poner en marcha a las empresas, sino en ayudarlas a crecer. Nuestras empresas tecnológicas e innovadoras nacen, pero no llegan a explotar todo su potencial en términos de crecimiento, y eso es muy interesante, porque al final, la potencia de una empresa con 20 o con 2 trabajadores, es completamente distinta. Las capacidades de acceder a nuevos proyectos y la capacidad de proyectarse en el mercado son diferentes. Necesitamos introducirlas dentro de los sistemas y ayudarlas a crecer de forma natural en el propio mercado europeo. No dejar que nos coman la tostada otras áreas. Ayudar a nacer y crecer son los grandes retos del CEEI.