“La Universidad de Oviedo ha progresado desde 2016 como nunca lo había hecho”
Santiago García Granda, rector de la Universidad de Oviedo desde 2016, nació en Verdicio (Gozón) en 1955. Catedrático de Química-Física en la Universidad de Oviedo, es autor de más de 500 artículos científicos y de divulgación habiendo liderado más de 30 proyectos de investigación, nacionales y europeos.
La excesiva burocracia se ha convertido en una gran dificultad para los grupos de Investigación, ¿Qué propone para resolverlo?
Efectivamente, la burocracia es complicada... siempre podemos ser más eficientes y en eso trabajamos. Crearemos unidades de apoyo administrativo para la gestión de la investigación en el contexto de la nueva relación de puestos de trabajo consensuada con el Gobierno del Principado de Asturias, e incrementar nuestra colaboración con las consultoras, en particular en los programas europeos y como apoyo a la gestión de nuestros clústeres de dinamización y gestión de la investigación. También pensamos que debe crecer el número de procedimientos informáticos para la gestión de la investigación.
El envejecimiento de la plantilla de la Universidad está provocando desajustes en la planificación ¿cómo debe abordarse este asunto?
La media de edad del profesorado de nuestra universidad se sitúa en los 56 años. Qué duda cabe que el rejuvenecimiento de nuestras plantillas es una prioridad que pasa por impulsar la contratación de profesorado en la figura de Profesor Ayudante Doctor o de figuras análogas emanadas de futuras normativas. Uno de nuestros compromisos electorales es precisamente dignificar las condiciones laborales de la figura del Profesorado Asociado y darle su verdadero significado de profesional experimentado y, cuando se den las circunstancias, incorporar y procurar su promoción académica mediante el acceso a los cuerpos docentes, como hemos venido haciendo hasta ahora.
La regulación de la carrera académica y la carrera investigadora en la institución y en el Principado de Asturias son clave para la retención y la atracción de talento.
La pandemia ha supuesto un vuelco a la actividad presencial universitaria ¿Ha sabido adaptarse la Universidad? ¿Faltan recursos para una universidad online?
La Universidad ha sabido adaptarse a todos y cada uno de los retos y lo ha hecho, además, de manera ejemplar. Nuestra institución académica ha dado un salto cualitativo en la innovación educativa gracias al esfuerzo y el compromiso del Centro de Innovación Docente y del Servicio de Informática. Pasamos, no sin esfuerzo, de una docencia presencial a otra no presencial de un día para otro. Nos hemos convertido en la primera universidad española de la historia en poner en marcha la evaluación online y lo hicimos con éxito. Esto ha supuesto un gasto extraordinario ya que tuvimos que facilitar conexión y medios tecnológicos a estudiantado y profesorado. En 2020, la Universidad de Oviedo ha tenido unos gastos extraordinarios estimados relacionados con la pandemia que superan los 2.732.000 euros.
Ya toca pensar en la Universidad de 2030, ¿qué propone a futuro?
La Universidad de Oviedo es una Institución centenaria y tradicional. Eso no quita el necesario relevo generacional, es necesario incorporar gente nueva que transmita fuerza y empuje. Tenemos que conseguir un cóctel compuesto por la experiencia y la juventud y proporcionar una formación de calidad. Tenemos que renovar nuestros laboratorios para que sean de primera en todas las ramas de conocimiento. Con buenos laboratorios y buen profesorado tenemos una universidad de máximo nivel. Las plataformas tecnológicas para docencia online son también claves para una universidad moderna y eficaz. Necesitamos captar población universitaria, y eso lo podemos hacer fuera de nuestra y de España, siempre que tengamos reputación para atraer. Por eso también necesitamos que nuestra universidad siga siendo presencial, aunque tengamos estudios semipresenciales y titulaciones online.
El colocarnos como líderes en ahorro energético, en eliminación del plástico, en nuevas formas de movilidad, que tengamos el mejor urbanismo universitario y que formemos en la teoría y la práctica de la sostenibilidad, es otro gran atractivo. En cualquier caso, este liderazgo no serviría de nada si no somos líderes sociales, una universidad que se atiene a principios éticos en su funcionamiento.
Algunas empresas se quejan del gap entre la formación que ofrece la universidad y lo que el mercado demanda, ¿qué pasos se están dando para cambiar esta situación?
La oferta formativa de la Universidad está en permanente estudio. En diciembre de 2019, presentamos a la comunidad universitaria un nuevo Plan de Titulaciones que potenciaba los dobles grados y los másteres.
Al mismo tiempo, hemos extendido la cultura del mecenazgo promoviendo nuevas ayudas y becas con particulares, ayuntamientos, empresas y administraciones. Hemos impulsado las cátedras de empresa que han pasado de poco más de una decena a más de 30 en los últimos cuatro años. Esto facilita la puesta en marcha de Títulos Universitarios Propios que responden a las necesidades propias de las empresas y sus intereses de formación de sus RRHH. Queremos incrementar el número de prácticas remuneradas y la empleabilidad del estudiantado en instituciones o empresas nacionales e internacionales, incluidos los propios centros y servicios universitarios.
El avance en los proyectos de formación dual universitaria y el planteamiento de grados abiertos abren un panorama muy esperanzador para la actualización y adaptación de los contenidos curriculares de nuestros egresados. La apertura al estudiantado de los contenidos de todas las titulaciones de la Universidad, a precios públicos, constituye un paso importante hacia la transversalidad.
Los estudios de Ingenierías son de los más demandados en la actualidad ¿Qué propuestas de mejora tienen para ellos?
Los estudios de Ingeniería, como otros, necesitan recursos humanos renovados, vacacionales e ilusionados, con un perfil investigador, innovador y emprendedor, los mejores laboratorios y talleres y una buena gestión administrativa y asegurar su calidad mediante acreditaciones que conecte su formación con la demanda de perfiles profesionales de las empresas. Necesitan estar conectados internacionalmente y formar a sus egresados en competencias transversales y, por supuesto, necesitan seguir incorporando a la mujer en sus aulas.
¿Y concretamente para los incluidos en el sector tecnológico?
Incrementar la interacción cada vez mas necesaria con el sector productivo, con la implicación de los profesionales del sector en la docencia y la incorporación de profesorado universitario a los departamentos de I+D+i de las compañías. La creación de espacios de colaboración empresa-universidad en el diseño de grandes proyectos empresariales.
Para terminar, ¿cómo valoraría estos últimos años como rector?
La Universidad de Oviedo ha progresado desde 2016 como nunca lo había hecho, en términos de crecimiento de actividad y de presupuesto, de relación con la empresa y de integración social, marcando hitos en internacionalización, y todo ello en un ambiente de paz social, negociación, apertura, inclusión y transparencia.
Hemos cumplido los objetivos que planteamos en nuestro programa de 2016 en un porcentaje muy elevado, a pesar de que nos encontramos con una situación muy compleja al final del mandato debido a la crisis sanitaria que persiste y tenemos que gestionar.