“Queremos que las empresas participen de forma activa en la formación de los estudiantes”
- "Un hito destacable de los últimos años ha sido la implementación del Grado en Ciencia e Ingeniería de Datos que ha sido muy bien acogido por estudiantes y empresas".
- "Contamos con diferentes proyectos como el Medialab que desarrolla actividades de circularidad y tiene la sostenibilidad como un eje transversal en sus proyectos".
Inés Suárez Ramón llega a la dirección de la Escuela Politécnica de Ingenieros de Gijón tras 8 años formando parte del equipo del anterior director, Juan Carlos Campo.
¿Cómo están siendo estas primeras semanas como directora?
Están siendo muy intensas. Estoy teniendo que compaginar tareas de docencia previas que tenía asignadas incluso al proceso electoral y también poner y ordenar en la cabeza todos los temas y asuntos de mi nuevo cargo.
¿Cuáles son los principales retos que afronta?
Son muchos y muy variados. Uno de ellos tiene que ver con la Ordenación Académica, me explico: queremos adaptar las estructuras de organización docente que tenemos, optimizarlas para dar mejor respuesta, por ejemplo, en el tema de horarios, acortarlos para conciliar otras actividades fuera de las académicas o de la vida familiar.
La Calidad es otro de ellos. Fuimos el primer centro que obtuvo la acreditación institucional AUDIT, una acreditación de calidad universitaria que garantiza que nuestras titulaciones siguen unos determinados estándares de calidad. Ahora queremos poner el foco en el reconocimiento de innovación docente. Estas metodologías se llaman enseñanza-aprendizaje. Queremos conocer qué es lo que hay en la casa y ver si de alguna manera podemos certificar que alguno de nuestros títulos están utilizando ese tipo de metodología ya que creemos que es positivo.
Queremos poner el foco en el reconocimiento de innovación docente.
Otro aspecto a destacar es la Movilidad. Tenemos un abanico muy amplio de acuerdos Erasmus. Muchos estudiantes se van al extranjero a realizar una movilidad y, ahora mismo, la Universidad ha lanzado el proyecto INGENIUM, un proyecto de colaboración entre varias Universidades Europeas que liderará la Universidad de Oviedo desarrollando todas las etapas del proyecto.
Si nos centramos en los estudiantes, ¿qué cambios se esperan?
Nos vamos a focalizar en una orientación integral que esté organizada de manera que impliquemos a los estudiantes de todas las etapas de la escuela.
Tenemos una oferta muy amplia de enseñanza. Queremos ir incorporando nuevos modelos de docencia como dobles grados y dobles titulaciones. La formación dual es otra forma de hacer más partícipe a la empresa en todo el proceso de enseñanza, de manera que se puedan adaptar los perfiles a las necesidades de la empresa y logremos acortar el periodo de adaptación que luego tienen en las organizaciones.
Los Programas Académicos con Recorridos Sucesivos son otro aspecto a tener en cuenta. Son unas estructuras que están pensadas específicamente para ingenierías que tienen grado y máster profesionalizantes. La idea es que no esperen hasta terminar el grado para poder abordar el máster. De esta manera la transición entre universidad y empresa se hace antes y mejor.
Habla de universidad y empresa, ¿en qué se traduce esa colaboración? ¿Hay margen de mejora?
Haber incluido las prácticas en empresa como una asignatura del plan de estudios ha sido muy positivo. Este proceso empezó de forma tímida pero se encuentra muy generalizado en la actualidad y es una necesidad. Las empresas lo están utilizando para captar talento y nuestros estudiantes se integran en el tejido empresarial.
El principal reto es que la empresa pueda participar en el proceso formativo de los estudiantes. Me gustaría que profesionales de las empresas vinieran aquí a compartir conocimiento técnico. Sin embargo, esto es complicado de integrar en los planes de estudio ya que están muy regulados, hay que asegurar que estos conocimientos permiten adquirir unas competencias obligatorias. Queremos organizar en cada semestre actividades de ese tipo porque nos parecen fundamentales.
Las nuevas tecnologías están cada vez más presentes en las empresas, ¿cómo se está adaptando la formación a este nuevo mundo?
Es complejo integrarlo en la docencia pero, como mínimo, tenemos la obligación de traerlas de forma extraacadémica. Las propias titulaciones van derivando a incluir contenidos de las últimas tecnologías. Es difícil seguir el ritmo y trasladar las nuevas tecnologías a los estudios pero se va haciendo poco a poco.
El Grado en Ciencia e Ingeniería de Datos ha sido bien acogido por estudiantes y empresas.
Un hito destacable de los últimos años ha sido la implementación del Grado en Ciencia e Ingeniería de Datos que ha sido muy bien acogido por estudiantes y empresas. No obstante, debemos ser conscientes de que en la universidad hay que dar una formación de base. Las especializaciones y este tipo de cambios son más sencillos de hacer a nivel de máster que de grado.
La sostenibilidad es otro aspecto clave en el día a día, ¿cómo de importante es para la EPI?
Muy importante, somos conscientes de que no es una opción, sino una obligación que además estamos muy contentos de integrar. Contamos con diferentes proyectos como el Medialab que desarrolla actividades de circularidad y tiene la sostenibilidad como un eje transversal a todas sus proyectos. Por supuesto, no me puedo olvidar de diferentes iniciativas como los equipos de Wolfast Uniovi Motostudent y Uniovi eTech Racing, que han sabido adoptar estos mecanismos y proyectos hacia la sostenibilidad.
¿Cree que hay que fomentar las vocaciones STEM? ¿Qué soluciones plantea?
Una de las primeras cosas en las que trabajé fue, precisamente, en la promoción de estas vocaciones y en el impulso de las mujeres en las ramas de ingeniería. Desafortunadamente, tengo que decir que no he visto resultados apreciables. Ya se anticipaba hace muchos años que iban a faltar profesionales en ingeniería y en las áreas tecnológicas.
Necesitamos empezar a concienciar desde más abajo las vocaciones STEAM.
Hemos realizado algunos concursos promovidos por empresas en los que participaron alumnos preuniversitarios, fundamentalmente de últimos cursos de la ESO y Bachiller. En el tema de las mujeres, hemos promovido muchas iniciativas pero no veo especiales resultados. Necesitaríamos empezar a concienciar desde más abajo ya que en la actualidad hay mucha participación de los centros en las actividades que desarrollamos.
Otro de los aspectos a fortalecer son las habilidades blandas, ¿cómo lo están fomentando?
El ejemplo más claro lo hemos mencionado antes con Wolfast Uniovi Motostudent, Uniovi eTech Racing, Medialab y Drone4Students. Estos proyectos funcionan como empresas, necesitan obtener financiación, gestionar las operaciones, fabricar, comunicar y diseñar, entre otras actividades. Los alumnos no están solos y cuentan con la colaboración de profesores, empresas y entidades. El día a día les hace reforzar la capacidad de comunicación, flexibilidad, capacidad de liderazgo, paciencia y el trabajo en equipo.
Creo que en estas respuestas hemos resumido la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón que queremos. Una Escuela activa y colaborativa con los estudiantes como protagonistas, donde primen la calidad y las nuevas formas de trabajar más dinámicas en colaboración con las empresas.