"Con las instalaciones híbridas se saca el mejor rendimiento en cada momento y aportan un beneficio medioambiental y económico"
En la segunda de las jornadas de Nexo Abierto, una iniciativa promovida por Pavitek junto a Uría Ingeniería de Instalaciones y Taxus Medioambiente y con el impulso del Gobierno del Principado, se habló de eficiencia energética en las instalaciones de Uría. Allí entrevistamos a su director general, Gabriel Uría, quien nos contó muchas cosas acerca de las ventajas de la monitorización y la telegestión de instalaciones, así como de los beneficios de las instalaciones híbridas, entre otras temáticas.
¿Cuál es el propósito de vuestra jornada de Nexo Abierto alrededor de la eficiencia energética? ¿De qué modo repercute en la concienciación de la gente?
Pretendemos divulgar las acciones que hacemos sobre todo en cuanto a monitorización y telegestión de instalaciones. Llevamos un par de años trabajando con todos los datos que tenemos registrados desde hace mucho tiempo de cientos de instalaciones que hemos realizado, y tratándolos con herramientas de Inteligencia Artificial y otras tecnologías.
Somos una empresa de instalaciones familiar. En los últimos años hemos incorporado el mundo digital en nuestro cometido puesto que hoy en día tiene que estar presente en todo. Quizás nuestros clientes ahora mismo, cuando les hacemos un servicio, no lo ven directamente, pero queremos enseñarles que lo que hacemos revierte en un beneficio para ellos.
¿Qué tipo de instalaciones híbridas desarrolláis?
En 2021 la Confederación Nacional de Instaladores nos dio un premio a la instalación más innovadora de España, por un piloto que hicimos en nuestras oficinas. Es una instalación híbrida que tiene energía solar térmica, fotovoltaica, aerotermia y caldera de gas, un ejemplo demostrativo de lo que se puede llegar a hacer.
Estamos todo el tiempo haciendo pruebas: enciende esto, apaga aquello… Para ver cuál es la instalación que más puede necesitarse.
Algunas de las instalaciones híbridas que hemos hecho en edificios es bomba de calor con energía solar, bomba de calor con caldera, caldera y energía solar, geotermia… Hemos hecho la segunda fase de la red de calor del Pozo Fondón que promueve Hunosa. En ella lo que se hizo fue hibridar la instalación, que era de geotermia, y Hunosa puso calderas de biomasa. Técnicamente es compleja y muy llamativa.
¿En qué sectores veis que tiene una mayor demanda?
La verdad es que en todos. A día de hoy es necesario para todo lo que necesitemos climatizar edificios o industrias. Donde sea cabe este tipo de instalaciones, es difícil encontrar en un edificio todo biomasa o todo geotermia, por ejemplo, porque al final van cambiando las necesidades a lo largo del año, la climatología, etc. Entonces, con las instalaciones híbridas se saca el mejor rendimiento en cada momento.
¿Qué más beneficios ofrecen las instalaciones híbridas además de este que mencionas que atañe al rendimiento?
Pues, por ejemplo, un beneficio medioambiental al reducirse las emisiones, porque al final trabajamos con energías renovables; y, por supuesto, un beneficio económico, porque si es respetuoso con el medioambiente pero muy caro, el usuario dice ‘que cuide el planeta otro’. La energía solar es gratuita, por lo que siempre va a ser rentable.
¿Qué supone la monitorización y la telegestión tanto para vosotros como para los clientes que deciden contratar ese servicio?
Sobre todo, anticipación, pero también bidireccionalidad. El cliente puede controlar desde el móvil, cambiar parámetros, y nosotros también podemos hacer modificaciones. Ha ocurrido que algún cliente hace algún cambio y nosotros sabemos que eso va a repercutir de forma negativa en el consumo, así que nos adelantamos y modificamos lo que sea necesario para que no llegue a suceder.
¿Cuál es el gran desafío que se os presenta en relación a la eficiencia energética?
Ahora hay un reto importante. En los últimos dos o tres años hubo muchas subvenciones y ayudas en lo que concierne a la eficiencia energética; vinieron, sobre todo, de los Fondos Europeos. Pero esto se ha acabado y claro, son proyectos complicados en los que hay que hacer inversiones grandes que hay veces que no solo con el ahorro energético se amortizan. Entonces tenemos que trabajar sin esas ayudas.
Hay otras soluciones como el mercado de los certificados de ahorro energético en los que se monetizan los ahorros y el desafío es encajar eso para que el cliente siga pudiendo mejorar sus instalaciones y que sean más eficientes.