La situación energética en España y Europa ha cobrado una importancia crucial, no solo por sus implicaciones medioambientales, sino también por su impacto económico. La dependencia de los combustibles fósiles, la inestabilidad geopolítica, la necesidad de cumplir con la Agenda 2030 y el Acuerdo de París, que fija como meta alcanzar las emisiones netas cero para 2050, plantean retos energéticos significativos para la región.
Ante este panorama, “es imprescindible avanzar hacia un modelo energético más sostenible, eficiente y diversificado, que maximice el aprovechamiento de las fuentes renovables y reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero” explica Pablo Gómez, Sustainability Business Manager de hiberus.
“España, en particular, posee un potencial excepcional para la generación de energía limpia gracias a sus abundantes recursos solares, eólicos e hidráulicos. Este potencial, respaldado por tecnologías avanzadas capaces de producir energía a costos competitivos (incluso por debajo de 30€/MWh), coloca al país en una posición privilegiada”, añade Gómez.
El interés por España como destino energético es palpable. Grandes tecnológicas, como Amazon Web Services (AWS) o Microsoft están estableciendo centros de datos en el país, impulsadas por sus compromisos con la sostenibilidad. AWS, por ejemplo, se ha comprometido a alcanzar el objetivo de emisiones netas cero para 2040, una década antes de la fecha límite fijada en París.
“Es imprescindible avanzar hacia un modelo energético más sostenible, eficiente y diversificado, que maximice el aprovechamiento de las fuentes renovables y reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero”
Las grandes corporaciones ya han aceptado el reto de transformar sus modelos energéticos hacia la autosuficiencia, un objetivo que, de alcanzarse a nivel nacional, podría convertir a España en un exportador neto de energía. Sin embargo, alcanzar la autosuficiencia energética en el tejido empresarial enfrenta tres grandes desafíos:
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Almacenamiento: Es crucial desarrollar soluciones eficientes para almacenar energía y garantizar el suministro cuando no se está generando.
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Red eléctrica: La infraestructura debe adaptarse para permitir la integración de múltiples puntos de generación y consumo.
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Competitividad de precios: Es necesario mantener precios atractivos para incentivar la inversión continua en este modelo.
La tecnología es un pilar fundamental en el ambicioso pero alcanzable proyecto de la autosuficiencia energética. Metodologías como el BIM (Building Information Modeling) consolidan datos y crean modelos digitales tridimensionales de parques y plantas de generación, integrando información relevante sobre su estructura, instalaciones y funcionamiento. Esto facilita tanto el diseño como la construcción de sistemas de autoconsumo, optimizando costos y permitiendo simular el rendimiento y adaptar las instalaciones a las condiciones específicas de cada proyecto.
El Internet de las Cosas (IoT), los sistemas MES/MOM, al combinarse con BIM para generar gemelos digitales, permite la monitorización en tiempo real, lo cual es crucial para el control y la optimización continua de los sistemas de autoconsumo. Además, el análisis de grandes volúmenes de datos (Data & Analytics) dota a las empresas de herramientas para procesar esta información, permitiendo un control más preciso del estado, eficiencia y rentabilidad de los sistemas energéticos.
La Inteligencia Artificial (IA) añade una capa de sofisticación a la gestión energética, optimizando tanto la oferta como la demanda. La IA permite prever cuándo es más eficiente tomar energía de la red, cuánto almacenar y cuándo utilizar la energía acumulada además de ajustar la producción en función del precio o la disponibilidad de la energía almacenada. También es clave en la detección temprana de anomalías y la planificación de mantenimientos preventivos, minimizando interrupciones no planificadas.
Finalmente, la ciberseguridad se ha convertido en un componente indispensable en la transición hacia la autosuficiencia. La evolución de los sistemas de seguridad en la nube ha transformado los Centros de Operaciones de Seguridad (SOC), que ahora pueden ser autónomos e inteligentes, gestionados por IA para detectar y neutralizar amenazas de forma eficiente. Esta evolución no solo mejora la resiliencia de los sistemas energéticos, sino que también garantiza la continuidad operativa en un entorno cada vez más digitalizado y vulnerable a ciberataques.
En definitiva, la adopción de estas tecnologías hace que la autosuficiencia energética sea una meta cada vez más accesible para el tejido empresarial. “La democratización de la alta tecnología, su fácil acceso para un gran número de empresas y la reducción de costes gracias a su madurez, junto con las mejoras en sistemas de almacenamiento de energía y las subvenciones europeas vinculadas a la eficiencia energética y la sostenibilidad, hacen que el autoconsumo sea hoy más que nunca una realidad alcanzable para las empresas”, detalla el Sustainability Business Manager de hiberus.
Los beneficios son claros: ahorro económico, mejora de la competitividad, contribución a la transición energética, participación activa en la generación eléctrica global e incluso ingresos adicionales a través del mercado de Créditos de Carbono. El camino hacia la autosuficiencia energética no solo es posible, sino que ya está en marcha. El reto está lanzado, y el momento de avanzar es ahora.
La tecnológica hiberus lleva más de 15 años acompañando a las compañías del sector Industria, Energía y Utilities a mejorar la calidad, eficiencia y sostenibilidad, rediseñando y automatizando sus procesos operativos e infraestructuras, transformando la experiencia digital de sus clientes y reinventando sus modelos. Para ello, cuentan con un equipo especializado que, a través de diferentes áreas transversales, como Inteligencia Artificial, análisis y visualización de datos, aplicaciones móviles, gemelos digitales, BIM e IoT impulsan y transforman proyectos 360.
