¿Qué es mejor, fabricar o subcontratar?
Expertos de distintas empresas opinan sobre esta cuestión
Hugo Canal Menéndez - SAMOA Industrial
Esta pregunta se enmarca dentro del área de operaciones. La respuesta marca el devenir de la empresa en el medio/ largo plazo y, por tanto, debe proceder de lo más alto del organigrama empresarial.
Es habitual encontrarse está toma de decisiones en otros niveles, pudiendo reducirse el análisis a algo tan simplista como optar por lo que resulta más cómodo.
Antes de tomar una determinación, existen tres preguntas clave:
La gestión del conocimiento asociado a ese proceso de fabricación, ¿forma parte de la ventaja competitiva de mi producto final?¿Cuento con los medios adecuados para fabricar de forma eficaz y eficiente?¿Tengo a mi alcance proveedores que me garanticen un producto y servicio de calidad?
Como profesionales, también es necesario que sepamos dar un paso atrás y busquemos el proceso óptimo para optimizar toda la cadena de suministro, evitando limitar el análisis a nuestro eslabón particular.
Por último, recomiendo evitar procesos híbridos con fases internas y externas que sólo traen ineficiencias y vacíos de responsabilidad.
En resumen, pastelero a tus pasteles. Aunque cada vez nos pidan más sabores.
Eduardo Montes Rodríguez - Cartonajes VIR
Claramente soy proclive a la subcontratación, si bien hay que decir que todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes dependiendo del tipo de estrategia que desea seguir la compañía. Además, me atrevo a añadir que la subcontratación tiene un peso más decisivo en mercados globales y dinámicos que en sectores maduros.
En líneas generales, las empresas líderes dedican sus recursos económicos a diferenciarse de su competencia: Diseño, I+D+I, gestión del talento, subcontratando toda actividad que no pertenece a su negocio principal y que, por lo tanto, no le genera valor. De esta manera, se puede subcontratar en cada momento los colaboradores más competitivos de cada parte de nuestro negocio, con lo que también aseguramos una mejora continua
La subcontratación nos permite centrarnos en el core business de la empresa, mejorando la productividad. Nos permite controlar y reducir los costes de fabricación. Nos ayuda a ser dinámicos a la hora de adaptarnos a los cambios de nuestro mercado. Se reducen los riesgos de cambios tecnológicos y libera recursos económicos que nos permiten reinvertir en aspectos clave de nuestro negocio.
Pero hay que tener en cuenta aspectos que en lugar de subcontratar nos hagan decidirnos por fabricar nosotros mismos como por ejemplo puede ser la dependencia excesiva de proveedores o la posible pérdida de confidencialidad en cuanto al desarrollo de nuevos productos.
Patricia González Quintana - MECSA
Esta pregunta no tiene una respuesta única ni sencilla, ambas decisiones estratégicas tienen pros y contras y es necesario analizar los distintos factores que influyen en cada tipología de empresa y en cada proceso productivo concreto para buscar la mejor alternativa.
En mercados cada vez más exigentes y competitivos, la flexibilidad y el control de costes son claves para la rentabilidad de una empresa y una buena estrategia de externalización y estructuras colaborativas puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
El punto de partida es evaluar los procesos que sean clave para nuestra actividad, de forma que se proteja siempre el núcleo de negocio o nuestro "Core Business" y a partir de ahí sopesar el resto de factores de decisión: costes fijos vs variables, optimización de recursos, riesgo de pérdida de control, calidad, flexibilidad, etc.
Sin duda, la desintegración vertical está presente en mayor o menor medida en cualquier empresa, por lo que la subcontratación es además de necesaria, un aspecto clave que siempre hay que cuidar desde el punto de vista estratégico mediante un análisis continuado.
Miguel Piñera - Klöckner Pentaplast
Generalmente esta cuestión puede surgir cuando una empresa, que ya ha desarrollado o no un producto, está teniendo entre otros, problemas con sus proveedores actuales, tiene problemas de capacidad, una demanda inestable, etc.
Para los profesionales de compras, la acción de comprar un producto o servicio, esta decisión se conoce como "subcontratación".
Debemos tener en cuenta que esta decisión es importante para nuestra cadena de suministro, (la cual cabe resaltar que ésta finaliza en nuestro cliente final) debe ser una decisión estratégica y operativa en nuestra compañía y así debe ser tratada.
Obviamente, el nivel estratégico es el más largo alcance de los dos, ya que las variables consideradas a nivel estratégico incluyen el análisis del futuro & entorno actual. En este punto las cuestiones como Normativa actual, competencia y tendencias de mercado tienen un impacto estratégico en la decisión de fabricar o comprar.
En actualidad debido a la externalización global, la toma de decisiones de fabricar o comprar se ha vuelto popular y frecuente en todas las compañías. Dado que las industrias de fabricación y servicios se han diversificado en todo el mundo, hay una serie de proveedores que ofrecen productos y servicios por una fracción del precio original, con lo que debate es aún mayor.
Como ayuda en la toma de decisión se debería utilizar o tener un proceso (cuatro pilares básicos) para hacerlo:
1. Preparación
Creación del equipo y nombramiento del líder (Compras puede ser un buen órgano de Gobierno en este tipo de proyectos)
Identificación de los requisitos/necesidades
Análisis del producto/servicio.
Reunión informativa del equipo y plan de acción.
2. Recolección de datos
Recopilación de información sobre la decisión de fabricar o comprar (Costes, necesidad de control directo sobre el producto, patentes, problemas de control de calidad, proveedores competentes, volumen, etc.)
3. Análisis de datos
Análisis de los datos recopilados.
4. Decisión
Comentarios y ejecución sobre la decisión tomada.
Cada compañía es un mundo, pero ahora ya tienes un punto de partida para la toma de decisión ¿Cuál es tu decisión?
Juan Martínez Baragaño - Cepillos Sacema
Toda empresa industrial que disponga de la capacidad, tecnología y conocimientos necesarios, debe incorporar aquellos procesos de fabricación que le aporten un valor añadido o diferencial hacerlo, y subcontratar el resto.
Por lo tanto, se deben integrar aquellas operaciones que resulte más competitiva hacerlas, o bien porque tenemos la tecnología suficiente, por coste, flexibilidad, disponibilidad o incluso por la especialización del producto, pero tenemos un reto por delante: el elevado coste fijo elevado y en continuo aumento, así como la necesidad continua de mejora e inversión.
En cambio, se deben subcontratar el resto, es decir aquellas operaciones no importantes y por dos sencillas razones: el coste es variable (aunque sea mayor por supuesto, debido al beneficio del proveedor) y te puede salvar de la quiebra en caso de revés económico, y la empresa puede dedicar sus esfuerzos y recursos al núcleo del negocio.
Todo es subcontratable, desde la fabricación completa, el almacén, la ingeniería, las compras o las ventas, pero lo que nunca se podrá subcontratar es el conocimiento.
María Jesús Fernández García - Quesería Lafuente
Desde nuestro punto de vista, teniendo en cuenta el compromiso que tenemos con la seguridad alimentaria y la calidad del producto final a todos los niveles, consideramos que es mejor fabricar. De esta forma, conseguimos tener el máximo control en todos los puntos críticos del proceso, desde las materias primas a los envases y a todas las fases del proceso.
Asimismo, se puede impartir a los equipos de trabajo una formación continua y especializada en el proceso e implementar un sistema de calidad propio a medida del producto. Esto garantiza una buena relación con los clientes y un reporte de opiniones y sugerencias que invertimos en la mejora continua del proceso.
Creemos que subcontratar provoca una pérdida del «saber hacer» porque deja en manos de terceros el conocimiento y la tecnología, la empresa pierde estrategia competitiva que la diferencie de sus competidores; al final, la seriedad y profesionalidad quedan respaldadas por el producto y el servicio ofrecidos, así como la rapidez de reacción y efectividad ante las necesidades de los clientes, y todo esto —entendemos— se logra con un equipo de trabajo propio.