Un año de oportunidades para nuestra I+D+i
Estamos al frente de un año lleno de retos y oportunidades en el ámbito de la I+D+i en Asturias, para la industria, la pequeña, la mediana y la gran empresa, para los centros tecnológicos, para las instituciones que gestionan la investigación en nuestra comunidad y para el personal investigador.
Finalizamos 2021 con la presentación de los ámbitos de la nueva Estrategia de Especialización Inteligente de Asturias (S3), paso previo a su envío al Ministerio de Ciencia e Innovación, encargado de coordinar y supervisar las S3 autonómicas. En el caso asturiano, se trata de un documento muy trabajado, con un enfoque bottom-up, en el que 70 representantes de nuestro sistema científico-tecnológico elaboraron en un borrador que, durante varios meses, fue analizado para la redacción del documento en su forma final. La S3 guiará el cambio del modelo productivo del Principado de la mano de la ciencia y de la innovación y siguiendo las directrices que marca Europa hacia economías más verdes, digitales y sostenibles. El documento incluye el proceso de elección de los cinco ámbitos de especialización: agroalimentación; envejecimiento activo y saludable; patrimonio y biodiversidad; energía y circularidad; e industria inteligente y resiliente. La nueva S3 despliega además diez líneas de actuación, dos por ámbito, y 22 retos, con el objetivo de concentrar la inversión de fondos en proyectos a medio y largo plazo que generen alto valor añadido y empleo de calidad.
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Y comenzamos 2022 con un anuncio fundamental: el inicio de la tramitación del anteproyecto de Ley de la Agencia de Ciencia, Competitividad Empresarial e Innovación Asturiana. Para la puesta en marcha de ACCIA-Asturias se transformará el Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (IDEPA), con el objeto de evitar duplicidades en el sector público y aprovechar los recursos con los que ya se cuenta para construir un nuevo modelo de gobernanza de la ciencia en Asturias.
ACCIA-Asturias será el instrumento gubernamental necesario para el fomento de ecosistemas innovadores que atraigan talento e inversiones en nuevas empresas y centros de investigación. Estos ecosistemas están presentes, a lo largo de todo el mundo, en regiones que presentan alta concentración de sectores que desarrollan actividades económicas de alto valor añadido.
La futura agencia no solo será el brazo ejecutivo del gobierno para incentivar la inversión empresarial, sino que también servirá para dinamizar el Sistema Asturiano de Ciencia e Innovación de acuerdo a unos objetivos específicos. Se garantizará así una inversión de I+D de forma más holística, programada, como parte de un sistema donde el conocimiento no solo se produce, sino que también se difunde por toda la economía.
Este anteproyecto de ley trata de catalizar la transformación del actual modelo de promoción económica, impulsando la interacción necesaria entre ciencia y tecnología, empresas, administraciones públicas y sociedad civil, un reflejo del modelo que ha adoptado además la propia Política de Cohesión de la Unión Europea, en la formulación de la Estrategia de Especialización Inteligente.
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Estas dos acciones, tanto la S3 como la futura Agencia, suponen una apuesta decidida por impulsar la ciencia y la innovación en Asturias, la transferencia de conocimiento, la carrera investigadora, y por caminar hacia ese 2% del PIB regional dedicado a la I+D+i al que aspiramos. Somos conscientes de que nos queda mucho camino por recorrer pero hemos dado pasos fundamentales y este año continuaremos en esa línea.
Mientras se diseñaban estos dos instrumentos, hemos conseguido poner en marcha distintas convocatorias para cubrir la práctica totalidad de la carrera científica. Hemos financiado más de 150 proyectos de investigación a través de distintos programas de I+D+i que facilitarán la atracción de talento y potenciarán el empleo en los centros de investigación y tecnológicos de más de 300 personas.
También queremos fomentar la colaboración público-privada y elevar la inversión empresarial en I+D+i. El interés de las pymes asturianas por la innovación ha crecido en los últimos años. Buena muestra de ello es que entre 2019 y 2021, el Principado ha atendido 342 solicitudes de empresas y se han destinado 19 millones a financiar estas iniciativas. Se han conseguido inversiones por valor de 51,4 millones; es decir, cada euro público ha generado una inversión de 2,7 euros privados.
Hemos logrado impulsar la creación de nuevos centros de I+D+i de grandes empresas, que este año continúan su consolidación con una inversión de 5,5 millones de euros en 12 proyectos. De esta cantidad, el Gobierno de Asturias aporta 1,9 millones y las empresas 3,6 millones de euros. Son dos ejemplos que nos sirven para visibilizar que los programas públicos son capaces de activar y elevar la inversión privada en investigación y desarrollo tecnológico.
Este año seguiremos tendiendo puentes entre el sector público y privado, y entre la empresa y la investigación con dos acciones estratégicas: una nueva edición de las Misiones Científicas de Asturias y una convocatoria de Compra Pública Innovadora (CPI).
El éxito cosechado con las misiones científicas, con seis consorcios en los que han participado casi un centenar de empresas e instituciones, nos anima a continuar en esta senda, con la idea de generar y transferir conocimiento científico a la sociedad y al mercado.
Respecto a la CPI queremos que Asturias se incorpore a la industria aeroespacial. Ese será nuestro gran reto, conseguir el desarrollo de la tecnología que nos sitúe en ese nuevo mercado y que posibilite la puesta en órbita de un nanosatélite enmarcado en el ámbito de las telecomunicaciones. Si bien este es el gran objetivo, el desarrollo tecnológico necesario para alcanzarlo permitirá diversificarse a muchas de nuestras empresas y, por qué no, a crear o atraer a nuevas hacia nuestra región.
La conectividad y extensión de la banda ancha continúa entre nuestras prioridades. Las actuaciones emprendidas en los últimos años nos permiten afrontar 2022 con un último impulso para mejorar las telecomunicaciones en aquellos núcleos donde todavía existen carencias de la mano del Plan UNICO, que reemplaza a los anteriores planes PEBA.
Precisamente el esfuerzo y la inversión de los últimos años para avanzar hacia una Asturias hiperconectada, nos permite pensar en nuestra región como un lugar de referencia para el teletrabajo. Por ello, uno de los proyectos que desarrollaremos es la puesta en marcha de un plan para captar nómadas digitales, es decir, personas que buscan un lugar con calidad de vida para trabajar y residir o pasar temporadas. El objetivo final es fijar población, especialmente en zonas rurales.
2022 se presenta, por tanto, como un año apasionante para la ciencia y la innovación asturianas, en el que seguiremos avanzando en la consolidación de un nuevo sistema de gobernanza de la ciencia que posibilite que los futuros incrementos presupuestarios catalicen ese ecosistema productivo, cada vez más innovador, en el que se consiga alcanzar la tan ansiada cifra de inversión público-privada en I+D del 2% de nuestro PIB.